mar
25

Dieta para controlar o prevenir la diabetes

25 de febrero de 2014
dieta para diabetes


¿Qué es la diabetes mellitus?

La diabetes mellitus es un conjunto de síndromes metabólicos que se caracteriza por una situación de hiperglucemia crónica debido a los defectos en la secreción o en la acción de la insulina, o en ambas. La diabetes mellitus se presenta con unas manifestaciones clínicas determinadas y puede derivar en otras complicaciones crónicas, por lo que es importante tratar la diabetes. 

En otras palabras, la diabetes mellitus es una enfermedad que se basa en la dificultad de mantener los niveles de glucosa en sangre (es decir, la glucemia) dentro de la normalidad. Esta incapacidad se debe a que la insulina no se secreta correctamente o a que no realiza bien su función. Cuando comemos los alimentos se convierten en glucosa y la glucosa pasa a la sangre. La función de la insulina es reducir los niveles de glucosa en sangre, la insulina es el vehículo necesario para que el organismo utilice la glucosa presente en la sangre, permitiendo su entrada a las células.

¿Cómo se detecta y diagnostica la diabetes mellitus?
La diabetes mellitus se detecta gracias a síntomas típicos como poliuria (volumen de orina mayor de los normal), polidipsia (aumento anormal de la sed) y pérdida de peso inexplicable. Su diagnóstico se establece si los niveles plasmáticos de glucosa son mayores o iguales a 126 mg/dl. 

La diabetes mellitus es una enfermedad muy común. Además, causa gran mortalidad y una notable pérdida de salud por las complicaciones que aparecen en riñón, corazón y ojos. Por ello, la diabetes mellitus debe prevenirse o tratarse de forma adecuada. La diabetes tipo 2 es el tipo de diabetes mellitus más común. Este tipo de diabetes suele asociarse a malos hábitos alimentarios y a la obesidad. Por tanto, si se evita la obesidad, entre otros muchos beneficios se prevendrá la diabetes tipo 2. 

Tratamiento de la diabetes mellitus
Para tratar la diabetes mellitus una vez diagnosticada es básico e imprescindible controlar la alimentación. Además se deberá realizar ejercicio físico, tomar los fármacos que le indique su médico y aprender un programa de educación diabetológica, con algunos consejos útiles para los afectados de diabetes mellitus. 

La alimentación adecuada es básica tanto para la prevención de la diabetes mellitus como para frenar su evolución. Controlar de manera adecuada la alimentación una vez que se tiene el problema sirve para enlentecer o evitar el desarrollo de otras complicaciones derivadas de la diabetes mellitus. Además, una dieta adecuada es fundamental para mantener los niveles de glucosa dentro de la normalidad. 

En pacientes con alto riesgo de padecer diabetes o que ya presentan prediabetes lo fundamental es modificar los hábitos alimentarios. Mediante la alimentación se tratará de reducir el riesgo de padecer diabetes, consiguiendo un peso corporal saludable y enseñando hábitos de alimentación y ejercicio adecuados. 

Tratamiento nutricional de diabetes mellitus en 8 puntos
La dieta para la diabetes mellitus varía según el tipo de diabetes, pero se pueden dar unas pautas generales. También se debe tener en cuenta que, sobre todo en diabéticos tipo 2, si existe sobrepeso debe remediarse, y será uno de los objetivos principales de la dieta. 

Tanto en diabéticos tipo 1 como en diabéticos tipo 2 la dieta ideal no difiere de la dieta recomendable para la población sana: alimentación equilibrada con consumo diario de cereales, pasta, hortalizas, frutas, verduras y lácteos, consumo de varias veces a la semana de aves, pescados y legumbres, y de varias veces al mes de carnes como la vaca, el cerdo o la ternera. Además, se recomienda cocinar con aceite de oliva. 

8 puntos clave para la correcta alimentación de diabéticos
  1. El aporte calórico de la dieta debe ser el necesario para mantener un peso normal. Una persona diabética debe seguir una dieta personalizada, adaptada a su situación. 
  2. El consumo de proteínas es el mismo que el recomendado para las personas sanas, que no debe sobrepasar el 20% de las calorías totales, consumiendo como mínimo 0,8 g de proteínas de alto valor biológico por kilo de peso al día.
  3. Es muy importante controlar el consumo de grasas. El consumo de grasas saturadas se debe limitar a como mucho el 7% de las calorías totales. El colesterol dietético debe ser inferior a 200 mg al día. En cuanto a las grasas trans, cuantas menos mejor. Se recomienda consumir pescado azul como mínimo dos veces a la semana, para consumir omega 3. 
  4. Los hidratos de carbono son muy importantes. Se deben elegir hidratos de carbono completos de absorción lenta, y se debe controlar la ingesta total de carbohidratos. Lo ideal es que el consumo de carbohidratos se haga mediante fruta, verdura, cereales y legumbres. Otros carbohidratos complejos son el arroz, las patatas, la pasta, las harinas, etc. 
  5. En lugar de azúcar se deben usar edulcorantes acalóricos como aspartamo o sacarina, evitando la fructosa y el sorbitol. 
  6. La fibra dietética recomendada es la misma que a la población sana, de 20 a 35 gramos al día. se obtiene mediante cereales integrales, legumbres, frutas y verduras. 
  7. Otro punto muy importante en el tratamiento nutricional de la diabetes es el consumo de sal con moderación, no superando los 2300 mg al día de sodio. 
  8. No es recomendable el consumo de alcohol. Cuanto menos, mejor. Además en pacientes diabéticos puede causar hipoglucemia. Si se toma, mejor con control y durante las comidas. 

Consejos sencillos y básicos para controlar la diabetes
  • Consumir leche desnatada para reducir la ingesta de grasa. Se puede combinar con el consumo de yogures desnatados, pero mejor evitar los quesos curados que son muy grasos. 
  • El pan consumirlo integral, que por su alto contenido en fibra aumenta menos la glucemia (azúcar en sangre) que el pan blanco. 
  • La fruta es muy beneficiosa. Como mucho, se debe advertir que no conviene abusar del plátano y las uvas, pero eso no quiere decir que no se deban consumir. Mejor tomarlas frescas y crudas, que en compotas o zumos. Se pueden consumir unas 3 raciones al día. 
  • La carne ideal es la de pollo sin piel, vaca o ternera, siempre sin grasa visible. De vez en cuando, se debe consumir también carne roja. 
  • El pescado puede ser blanco o azul. Es recomendable comer más pescado que carne. El pescado azul se debe tomar de 2 a 3 veces por semana, ya que aporta omega 3. 
  • Se deben consumir unos 3 o 4 huevos a la semana. 
  • Las verduras deben comerse todos los días, y si es posible, dos veces al día. Lo mejor es elegir las verduras frescas y en crudo (en ensalada). 
  • El mejor aceite es el aceite de oliva. 
  • Deben endulzarse las comidas con aspartamo o sacarina, no con azúcar. 
  • No hace falta elegir alimentos específicos para diabéticos o «sin azúcar». Lo mejor es conseguir llevar una alimentación adecuada a la diabetes pero lo más normal posible. Además, estos alimentos también suelen llevar carbohidratos, por lo que lo mejor es comprobar la etiqueta nutricional. 
  • Lea las etiquetas de los alimentos para detectar los que llevan dextrosa, sodio, sacarosa, fructosa o sorbitol. 
  • Beba mucha agua. Es la bebida ideal. Puede consumir té y café. También puede tomar de vez en cuando bebidas light o sin azúcar. 
En resumen, la dieta mediterránea una vez más es ideal. Para personas que recientemente han debutado como diabéticos, ánimos y tranquilidad. Es un cambio importante, pero no es complicado aunque al principio lo parezca. Cuidando la alimentación, como debería hacer todo el mundo, llevando un estilo de vida activo y unos pocos cuidados más, controlaréis la diabetes sin problemas. 

¿Sufres diabetes? ¿Qué problemas tuviste cuando debutaste como diabético?
vie
14

¿La fruta después de las comidas engorda?

14 de febrero de 2014

La fruta de postre engorda más que si se come entre horas, ¿mito o realidad? 

¿La fruta después de las comidas engorda? La fruta de postre engorda más que si se come entre horas, ¿mito o realidad?
























Es común la afirmación de que la fruta tomada en el postre después de las comidas engorda, que se debe tomar entre horas, fuera de las comidas. ¿Qué tiene de cierto?

La fruta, por mucho que se diga, tiene las mismas calorías se tome cuando se tome. La respuesta a la pregunta es así de obvia, la fruta engorda lo mismo se coma cuando se coma, antes o después de las comidas o fuera de ellas. Por tanto, puedes tomar la fruta cuando prefieras. Además, comer fruta de postre evita que el postre se base en dulces. 

Este mito probablemente lo inventaron para alguna dieta de adelgazamiento, ya que si comes la fruta antes de las comidas comerás menos de lo demás. Es decir, comerás fruta, que es baja en calorías, y menos del resto de alimentos (pasta, arroz, cocido, carne, pescado…) porque te saciarás antes. 

Sólo existen dos excepciones en las que la fruta puede resultar más beneficiosa fuera de las comidas:
  1. Personas que llegan sin hambre al postre. Si sólo toman la fruta en los postres, puede que al final nunca tomen fruta porque siempre acaban saltándose el postre. Estas personas es recomendable que tomen fruta o antes de las comidas o fuera de ellas. 
  2. Personas con acidez o reflujo si toman la fruta como postre puede causarles ardor. Si es el caso, puede probarse a consumir la fruta entre horas, fuera de las comidas principales y probar tolerancia. 

Vídeo La mejor comida para adelgazar


Vídeo Consejos para adelgazar 



Temas relacionados con: ¿La fruta después de las comidas engorda?
mar
11

Qué es mejor para la salud, ¿la mantequilla o la margarina?

11 de febrero de 2014
Qué es mejor para la salud, ¿la mantequilla o la margarina?

La mantequilla y la margarina son dos alimentos similares pero con propiedades nutricionales muy distintas. En el duelo mantequilla vs. margarina una es mejor que otra para la salud, pero… ¿cuál de las dos?

La mantequilla es el alimento original, el más tradicional, pero no por ello el más saludable, aunque sea el argumento de muchos. La margarina es la otra opción, a la que la publicidad le ha dado una imagen más saludable, más cuidada, pero… ¿es cierto? 

Para empezar, la creencia común es pensar que se diferencian sobre todo en la cantidad de grasa. Sin embargo, ambos productos contienen más o menos la misma cantidad de grasa. Siempre hay variaciones de un producto a otro, incluso dentro de las distintas mantequillas o margarinas, por lo que es muy importante leer bien el etiquetado nutricional y fijarse en la cantidad de grasa. Lo mismo ocurre con las calorías o la energía que aportan, es necesario evaluar cada producto en concreto, pero los valores son similares en general. 

Si profundizamos más en el tema, se descubre rápidamente que en las grasas saturadas e insaturadas es donde está la diferencia: la margarina tiene menor cantidad de grasas saturadas que la mantequilla y es más rica en grasas insaturadas, beneficiosas para la salud. En cuanto a las temidas, y con razón, grasas trans, la AESAN afirma que la mayor parte de las margarinas tienen menos de un 1% de grasas trans, aunque debe comprobarse siempre en el etiquetado nutricional. 

La margarina, por tratarse de un alimento de origen vegetal, no contiene colesterol, mientras que la mantequilla si que lo contiene. 
Por otra parte, como los aceites vegetales con los que se elabora la margarina suelen ser líquidos, su elaboración requiere de espesantes, tratamientos tecnológicos o grasas de origen vegetal sólidas, como el aceite de palma o de coco, que no se caracterizan por ser beneficiosos para la salud. La margarina tiene mayor cantidad de aditivos que la mantequilla, pero recordad que todos los utilizados en alimentación son aditivos autorizados y seguros para la salud. En cualquier caso, si elegís la margarina y os preocupa el tema de los aditivos, podéis consultar el etiquetado nutricional y elegir la margarina que más os guste viendo los aditivos que contiene.

Por tanto, en general, la margarina tiene propiedades más beneficiosas para la salud que la mantequilla. Pero siempre es muy útil fijarse en el etiquetado nutricional de cada producto, ya que dentro de las margarinas las hay de muchos tipos y con distinto contenido nutricional.  

Algunas aclaraciones: 
  • Elegir margarina en lugar de mantequilla no va a convertir tu dieta en saludable. Lo que cuenta es la dieta en su conjunto. Eso sí, elegir alimentos saludables es un paso más para conseguir una buena alimentación. 
  • Algunas veces puede ser mejor la mantequilla que la margarina, por ejemplo, en alguna receta de cocina. No dudes en usarla, siempre que sea de forma moderada. 
  • Aunque la margarina sea más beneficiosa que la mantequilla según este análisis, no debes abusar de ninguno de estos alimentos. Lo mejor es el aceite de oliva virgen. Pero si te gusta mucho la mantequilla o la margarina puedes incluirla en tu dieta, eso sí, con mucha moderación.
  • Recordad mirar también datos importantes como la cantidad de sal. 

Y por último, ten en cuenta estas diferencias:
  • «Contenido reducido de materia grasa»: cuando el contenido en materia grasa está entre 41-62%. 
  • «Bajo contenido en materia grasa» o «light» o «ligera»: cuando el contenido de materia grasa es inferior al 41%. 
¿Cuál sueles consumir? ¿Qué opinas sobre el tema?

Vídeo Alimentos para reducir el colesterol


Vídeo Alimentos para reducir el colesterol: un error común

mar
4

Beneficios de la avena para el cáncer de colon y el colesterol

4 de febrero de 2014

¿Cuáles son los beneficios de la avena para la salud?

Beneficios de la avena para el cáncer de colon y el colesterol

El consumo de avena (avena sativa) está de moda, tanto en forma de harina de avena como en copos de avena. Pero, ¿cuáles son los verdaderos beneficios de la avena?

La avena en los alimentos
Desde hace un tiempo no es difícil encontrar alimentos con avena. En los cereales de desayuno, en las galletas, en el pan, entre otros. La presencia de avena en estos productos parece que los hace más saludables, ya que la avena se concibe como un alimentos saludable. ¿Los es?

La avena es beneficiosa por ser rica en fibra y también, porque actúa a modo de esponja y ayuda a reducir el colesterol. Algunas de sus propiedades nutricionales más destacables son:
  • Fibra dietética: la avena tiene alto contenido en fibra. En 100 gramos de avena hay 8 gramos de fibra, por lo que se trata de uno de los cereales con más fibra dietética. Esta fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol malo (LDL). 
  • Minerales: la avena contiene fósforo, cobre y magnesio entre otros. 
  • Calorías: la avena contiene por cada 100 gramos 367 calorías. 
Los beneficios de la avena para la salud
  • La avena ayuda a reducir el colesterol malo (LDL). El consumo de avena puede ayudar a prevenir o tratar las enfermedades del corazón. Lo que hace la avena es actuar a modo de esponja, absorbiendo el colesterol malo y favoreciendo su eliminación. Esto es debido a su elevado contenido en fibra. 
  • La avena reduce el riesgo de cáncer colorrectal. Incluir avena en la dieta reduce el riesgo de sufrir cáncer colorrectal, junto con un estilo de vida saludable. Como ya se ha comentado en muchos posts de este blog, la alimentación adecuada juega un papel muy importante en la prevención del cáncer, y existen alimentos que ayudan en la prevención así como alimentos que favorecen su aparición o aumentan el riesgo de padecerlo. 

¿Os gusta la avena? ¿Cómo soléis consumirla? Os invito a compartir vuestros hábitos saludables en la sección Comentarios. 

Temas relacionados con: Beneficios de la avena para el cáncer de colon y el colesterol 
jue
30

¿Funciona la dieta de la manzana?

30 de enero de 2014
¿Funciona la dieta de la manzana?

Es época de empezar a pensar en la operación bikini si se quiere llegar a tiempo sin hacer locuras. Lo normal sería mantener un peso saludable estable y cuidar la alimentación durante todo el año, pero la elección de dietas para adelgazar poco recomendables lleva a esta situación: estar a dieta continuamente, sometiéndose a duras restricciones de alimentos para perder peso y al final, todo el sufrimiento vivido sólo sirve para volver a recuperarlo al abandonar la dieta. Evitemos este sufrimiento, ya que la nutrición es salud, y no vale la pena jugársela por bajar de peso rápido, cuando se puede hacer con una alimentación saludable. 

¿Qué es la dieta de la manzana?
La dieta de la manzana no es otra cosa que otra dieta milagro más. Se basa en las supuestas propiedades mágicas de la manzana, y por ello, si decides seguir esta dieta básicamente te alimentarás de manzanas. Además de manzanas, esta dieta incluye un plan muy restrictivo, de forma que si te cansas de comer manzanas, adelgazarás seguro porque apenas comerás. 

¿Por qué la manzana?
Proporcionan bastantes argumentos para convencer de las propiedades beneficiosas de la manzana. Vamos uno a uno:
  • Presenta a la manzana como un alimento que sirve para limpiar el sistema digestivo y eliminar impurezas, grasas, etc. 
La manzana es un alimento muy sano y que, bien lavada y bien combinada en la dieta, no aporta ningún tipo de sustancia perjudicial para la salud. Sin embargo, comer manzanas no elimina las grasas que comiste el día anterior. Lo que hace eliminar las grasas es comer de forma adecuada, una dieta equilibrada con aporte controlado de grasas, con mayor gasto que consumo energético y preferiblemente, con ayuda de deporte. Ya ves, nada que no sepáis, porque los milagros no existen, y verdad sólo hay una, esta. 
  • La manzana tiene propiedades saciantes, es decir, ayuda a inhibir el apetito. 
Es posible, pero no creo que tenga propiedades tan potentes como saciante como para eliminar el hambre si sólo coméis lo que la dieta indica. Además de hambre, os creará ansiedad, ya que es una dieta muy restrictiva. 
  • Las manzanas son ricas en vitaminas y minerales, pero con un aporte calórico bajo, por lo que es esencial comerla para aportar al cuerpo muchos de los nutrientes que necesita a diario. 
Si, las manzanas son un alimento muy completo, con vitaminas y minerales, pero no son una dieta por si mismas. Hay muchos nutrientes que también necesita el organismo que no los contienen las manzanas, y tampoco el menú recomendado en la dieta de la manzana. 

Menú de 5 días para perder peso con la dieta de la manzana
Este es el menú de la dieta de la manzana:
  • Día 1: Pasar el día comiendo sólo manzanas y dos litros de agua. Todas las que queráis, ¡qué bien!
  • Día 2: Desayunar y cenar manzanas, y para comer una ensalada verde aliñada con poca sal y vinagre o limón. 
  • Día 3: Desayunar una tosta de pan integral y manzanas. Para comer, una ensalada verde con apio y zanahoria. Para cenar, sorpresa, ¡manzanas!
  • Día 4: El mismo desayuno que el día 3, para comer una ensalada de verduras al vapor sin patata, aliñada con poca sal y limón y para cenar un vaso de leche desnatada y cereales de arroz. 
  • Día 5: Un desayuno compuesto por un huevo duro, una tostada de pan integral y una manzana. Para comer una ensalada de verduras crudas y carne asada y para cenar, manzanas. 

8 razones para no seguir la dieta de la manzana
  1. Es una dieta muy aburrida, muy repetitiva y muy poco variada. Una dieta para perder peso no tiene porque tener estas características. Se puede comer variado y adelgazar, restringiendo únicamente alimentos clave y con un menú apetecible. ¿De verdad preferís pasar un día entero comiendo sólo manzanas a llevar una dieta variada y equilibrada?
  2. Si, probablemente ayude a perder 7 kilos en una semana de dieta, pero no me extraña, porque con esta dieta bien seguida se debe pasar bastante hambre. Además, ¿cuántas manzanas podéis comer al día sin aborrecerlas? Es una dieta muy hipocalórica. 
  3. Las manzanas son sanísimas y un alimento muy recomendado para llevar una dieta saludable y equilibrada. Incluso hay un proverbio que dice: «Una manzana al día mantiene lejos al doctor». Pero ojo, las manzanas no contienen todos los nutrientes que el cuerpo humano necesita. Se deben comer manzanas, o mejor dicho, se debe comer fruta todos los días (los dietistas-nutricionistas solemos recomendar 5 raciones de frutas y verduras al día), pero no únicamente fruta. La fruta es un buen complemento para la dieta, pero no se puede basar una dieta en fruta, y menos aún sólo en manzanas. 
  4. Se trata de una dieta con muy bajo contenido de proteínas. No es una dieta equilibrada, y no está justificado utilizar este tipo de dieta para perder peso. Además, con este tipo de dietas se pierde peso, pero en realidad a costa de perder agua y masa muscular. Lo que interesa es perder grasa.
  5. Cuando en una dieta restringen muchos alimentos suele sufrirse mucha ansiedad. Si unes a la ansiedad el hambre que se debe pasar comiendo manzanas, esto posiblemente termine en que acabes atracando la nevera. Así que, todo el esfuerzo realizado… para nada. 
  6. Tras acabar la dieta de 5 días recomiendan una dieta de mantenimiento sana y equilibrada para no recuperar el peso perdido. Sin embargo, no dicen que esto no servirá de nada, porque tras someter al cuerpo a ese déficit de nutrientes y energía, tras la dieta de la manzana vuestro cuerpo almacenará todo aquello que comáis, para tener reservas. Es el llamado efecto rebote. 
  7. Como toda dieta no equilibrada, puede generar déficits nutricionales y problemas de salud como desajustes estomacales o dolor de cabeza, entre otros. 
  8. No es una dieta que os enseñe nuevos hábitos alimentarios saludables. Una dieta de adelgazamiento debe ayudarte a perder peso, pero también debe enseñarte a comer, para que no tengas que volver a recurrir a ella. Se trata de conseguir un peso saludable y mantenerlo estable. 
Deben elegirse dietas sanas, equilibradas y variadas para perder peso, o simplemente, para mantener un buen estado de salud. Si necesitas asesoramiento, no dudes en pinchar aquí

¿Habéis probado la dieta de la manzana? ¿Qué resultados habéis obtenido? ¿Cómo os habéis sentido durante el período de dieta?


Vídeo Dieta de la manzana

Temas relacionados con: ¿Funciona la dieta de la manzana?

mié
29

Mi niño no come bien, ¿qué puedo hacer para que mis hijos coman?

29 de enero de 2014
Muchos niños comen muy poco o les cuesta mucho comer. Esto suele ser un problema para los padres, que tienen que insistir cada comida, y también suele ser una preocupación. 

























Muchos niños son inapetentes, es decir, tienen poco apetito, no muestran interés por comer o se cansan enseguida de comer, por lo que consumen cantidades muy pequeñas de alimentos. 

Entre los 2 y los 6 años son muchos los niños que pasan por períodos de tiempo en los que son inapetentes y que suelen desesperar a los padres. En ocasiones los niños pierden el apetito por procesos gripales, por problemas digestivos o porque no les gustan los alimentos que se les prepara. Pero otras veces, sin darse estos casos e incluso cuidando mucho la elección de los alimentos que les gusta y su preparación, sabor, olor y presencia, los niños no comen. Esta inapetencia suele ir asociada al deseo del niño de llamar la atención, y debemos actuar para que no adquiera esta costumbre. 
10 consejos para que tu hijo coma
  1. No pierdas los nervios, o conseguirás reforzar su conducta. Debes actuar con tranquilidad e intentar explicarle que debe comer. 
  2. El niño debe realizar cinco comidas al día, y debes evitar que coma entre esas cinco comidas. Si pica entre horas, y más si pica dulces como chucherías o chocolates, es normal que esté saciado para la siguiente comida. Evita también el consumo de refrescos y zumos entre horas. 
  3. Prepara raciones pequeñas y combina varios alimentos, para evitar que se aburra.
  4. Si preparas primer y segundo plato, que el primer plato sea el de mayor calidad nutricional. 
  5. Juega con los alimentos. Haz formas atractivas con la comida, mezcla muchos colores de distintos alimentos, usa platos atractivos para el niño… cualquier detalle puede impulsar al niño a comer y disfrutar de la comida. 
  6. Come en familia, compartiendo mesa y dedicando el tiempo necesario a la comida, como mínimo media hora. Así le das más tiempo para comer. Si no come, recuerda no enfadarte. Retira el plato con las sobras. Ya le entrará hambre. 
  7. Crea un ambiente en la mesa agradable, para que el niño esté tranquilo. No enciendas la televisión durante las comidas, o el niño se distraerá. Evita los castigos y las discusiones durante la comida. 
  8. Si a tu hijo no le gustan las acelgas, no te preocupes, sustitúyelas por otra verdura que le guste más. Lo importante es que tu hijo siga una dieta variada y equilibrada, pero para ello no es necesario que coma de todos los alimentos que existen. Se pueden sustituir unas verduras por otras, o un pescado que no le gusta por otro. 
  9. No hagas que la comida sea un premio o una compensación, y mucho menos, como un castigo. Que la comida sea un premio puede acabar en obesidad infantil, y que sea un castigo en la inapetencia. 
  10. Puede ser muy buena idea crear los menús semanales con todos los miembros de la familia, incluido el niño al que le cuesta comer. También puede ayudar hacerle participar en la compra y en la elaboración de los alimentos. 
Si el problema dura mucho tiempo, puedes acudir a tu médico, para que evalúe el caso. Pero en la mayor parte de los casos suele tratarse de un problema puntual que si se lleva bien por parte de los padres, al final desaparecerá de la conducta del niño. 
Come en familia 
Siempre es recomendable comer en familia y que el niño aprenda que comer es, además de necesario, un momento para disfrutar en familia. Además, de esta forma el niño puede aprender por observación a comer de forma saludable y a comportarse de manera adecuada en la mesa. Por supuesto, para ello debes comer saludable y esforzarte por hacer un menú variado, para que el niño aprenda a comer igual. Recuerda siempre esto, aunque parezca que tu hijo no te escucha cuando le dices que la verdura es buena, si tú la comes y él lo ve, probablemente las aprenderá a comer. Por tanto, comiendo en familia además de mantener unida a la familia y crear un lazo fuerte, enseñarás a tu hijo sin mucho esfuerzo buenos hábitos alimentarios. Todo son consecuencias positivas, siempre que puedas hazlo. 
Temas relacionados con: Mi niño no come bien, ¿qué puedo hacer para que mis hijos coman?
mar
28

¿Son útiles los test de compatibilidad alimentaria?

28 de enero de 2014
Últimamente están de moda los test de intolerancia alimentaria para tratar la obesidad, la retención de líquidos… entre otros problemas. Pero, ¿sirven de algo?
Los test de compatibilidad alimentaria suelen ofrecerse para conseguir perder peso, evitar la retención de líquidos, tratar las alergias o intolerancias alimentarias, entre otros. Su fundamento es que cada persona debe consumir unos alimentos y debe evitar otros, debido a que cada persona digiere mejor o peor unos grupos de alimentos. Con los resultados del test, aconsejan eliminar algunos alimentos, o dietas basadas en la rotación de alimentos. 

La posición de los expertos en nutrición respecto a estos test de intolerancias alimentarias es que no son útiles. Las razones son:
  • Estos test de compatibilidad alimentaria no están basados en evidencia científica, es decir, no se ha comprobado científicamente su validez y utilidad. No cuentan con el aval de dietistas-nutricionistas, alergólogos ni inmunólogos. Los resultados del test no son fiables. 
  • Suponen un gasto de dinero innecesario, ya que sus resultados no son útiles. Por supuesto, también son una pérdida de tiempo. 
  • La restricción de alimentos puede suponer un peligro para la salud, sobre todo si restringe grupos de alimentos enteros. 
  • Puede retrasar el diagnóstico de patologías como la obesidad o las alergias alimentarias, así como fomentar la instauración de tratamientos ineficaces e incluso, perjudiciales. 
  • Una gran restricción de alimentos puede suponer un gran estrés y ansiedad para la persona. 

Por tanto, si está pensando en realizarse uno de estos test, no malgaste su dinero y su tiempo. Se desaconseja el uso de estos test como herramienta de diagnóstico de enfermedades, así como para decidir el tratamiento requerido. Si necesita ayuda para perder peso, para evitar la retención de líquidos o para alimentarse teniendo en cuenta una intolerancia o alergia alimentaria, mejor consulte a un dietista-nutricionista. Si necesita saber porque le sienta mal un alimento o se siente mal al comer, acuda a su médico. 

M Garcia, MT Comas, J Basulto, E Baladia, M Manera. 
Grupo de Revisión y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas.
¿Ha oído hablar de estos test? ¿Los ha probado o sabe de alguien que lo haya hecho?

Si necesitas ayuda de un dietista-nutricionista, pincha aquí
jue
23

Las diez mejores citas sobre alimentación saludable

23 de enero de 2014
Las diez mejores citas sobre alimentación saludable



La nutrición es muy importante para todos, o al menos debería, ya que lo que comemos determina nuestra salud. Desde épocas remotas, existen frases y citas que remarcan la importancia de la nutrición. Aquí tenéis una recopilación:

  1. «Deje que los alimentos sean su medicina y que la medicina sea su alimento» – Hipócrates 
  2. «Hay que comer para vivir, y no vivir para comer» – Molière
  3. «Aquellos que creen que no tienen tiempo para hacer ejercicios, tarde o temprano tienen que buscar tiempo para estar enfermos» – Edward Stanley
  4. «La salud es como el dinero, nunca tenemos una verdadera noción de su valor hasta que lo perdemos» – Josh Billings
  5. «Cuide su cuerpo. Es el único sitio que usted tiene para vivir» – Jim Rohn
  6. «Nuestros cuerpos son nuestros jardines, nuestras decisiones nuestros jardineros» – William Shakespeare
  7. «El médico del futuro no tratará el cuerpo humano con medicamentos, más bien curará y prevendrá las enfermedades con la nutrición» – Thomas Edison 
  8. «Una manzana al día mantiene lejos al doctor» – Proverbio
  9. «La verdadera reforma del sistema de salud comienza en su cocina, no en Washington» – Anónimo
  10. «Somos lo que comemos» –  Ludwig Feuerbach

¿Cuál es tu frase célebre favorita? ¿Conoces más? ¡Compártela!
mar
21

La alimentación del bebé a partir de los 6 meses

21 de enero de 2014
A partir de los 6 meses, aproximadamente, es normal que el bebé empiece a quedarse con hambre si sólo se le alimenta mediante leche materna. Cuando notes esto, es momento de introducir la alimentación complementaria, la leche de fórmula, para que tu bebé se desarrolle de forma adecuada.

La alimentación del bebé a partir de los 6 meses
La leche materna es el alimento ideal para el bebé, y se recomienda dar lactancia de forma exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé si es posible. Si no se ha dado leche materna, se deberá alimentar al bebé durante los 6 primeros meses de vida únicamente mediante leche de fórmula. Sin embargo, llegará un momento en el que será insuficiente alimentarlo únicamente mediante lactancia materna. Se nota porque el niño se queda con hambre, notarás que quiere comer más o que después de comer sigue inquieto. Es momento de introducir la alimentación complementaria a la dieta de tu bebé, sin que esto signifique que debes dejar de darle el pecho. Este período suele ser, dependiendo del niño y de la cantidad y la calidad de la leche de la madre, de los 6 a los 24 meses de edad. Es muy importante detectarlo para evitar la malnutrición del bebé.

Para evitar problemas de malnutrición en el bebé, lo normal es empezar a complementar la leche materna a partir de los 6 meses de vida del bebé. Sin dejar de dar leche materna, se van introduciendo alimentos no lácteos poco a poco, dependiendo de las necesidades del bebé y adaptándose a su desarrollo y capacidad de digerir los alimentos. De esta forma, tu hijo o hija crecerá de la forma adecuada y sin ningún problema nutricional. 

La alimentación complementaria debe ser suficiente, pero no excesiva. Se debe dar en las cantidades adecuadas y con la frecuencia correcta. La OMS recomienda que los lactantes empiecen a tomar alimentación complementaria a la leche materna a partir de los seis meses. Primero, durante los 6 y los 8 meses de dos a tres veces al día. Después, unas tres o cuatro veces al día, añadiendo a continuación aperitivos nutritivos entre las tomas. 

Período de transición, destete o Beikost
A partir de los seis meses de vida, el sistema digestivo de tu bebé va madurando poco a poco, y va adquiriendo la capacidad de empezar a comer y digerir los alimentos. Por ello, y para detectar posibles alergias alimentarias, es muy importante introducir los alimentos en un orden adaptado al desarrollo del bebé y en pequeñas cantidades. En esta etapa se debe favorecer el desarrollo del sentido del gusto con la alimentación, y se deberá realizar poco a poco el paso de la succión a la cuchara, introduciendo a su debido tiempo los alimentos triturados como complemento a los alimentos líquidos. 

El procedimiento consiste en ir sustituyendo las tomas de leche del bebé por alimentación complementaria. Se van sustituyendo una a una por papillas, purés, fruta… siguiendo los pasos que se indican a continuación. Es importante comprobar la correcta tolerancia del bebé al nuevo alimento, por lo que se deben introducir los alimentos poco a poco, en pequeñas cantidades y de uno en uno, comprobando su adaptación a ese nuevo alimento y que no presenta alergias. 

Se debe tener en cuenta que desde el momento que se empiezan a introducir alimentos distintos a la leche habrá que dar agua al bebé, para que esté correctamente hidratado.  

Orden de introducción de los alimentos en la alimentación del bebé:
  1. Los cereales. Se introducen a partir de los 5 ó 6 meses y nunca debe hacerse antes de los cuatro, ya que el bebé no tiene preparado el sistema digestivo para su digestión. Primero deben introducirse cereales sin gluten, para evitar alergias e intolerancias al gluten. El arroz y el maíz no tienen gluten. A partir de los 7-8 meses se pueden empezar a mezclar alimentos sin gluten y alimentos con gluten. Son cereales con gluten el trigo, el centeno, la avena y la cebada. Los cereales se deben dar en cantidades adecuadas, ya que son bastante calóricos. Si se preparan en forma de papilla se deben realizar con la cantidad de leche habitual y añadiendo los cereales necesarios para su preparación. 
  2. Las frutas. Son necesarias debido a que aportan gran cantidad de vitaminas. Se deben empezar a dar a partir de los 5 meses, y nunca sustituyendo las tomas de leche, sino complementándolas. En primer lugar se debe dar la fruta en forma de zumo o papilla, pero sin añadir galletas hasta los 7 meses porque contienen gluten ni azúcar. Se debe acostumbrar al bebé a los nuevos sabores, y dar fruta variada, evitando las más alergénicas que son las fresas, el fresón, el kiwi y el melocotón. 
  3. Las verduras y las patatas. Se empiezan a introducir a partir de los 6 meses, ya que son necesarias por la gran cantidad de minerales que aportan. Primero puede probarse con los caldos de las verduras, dados al bebé en el biberón. El caldo ideal es el agua de cocción de las verduras, sin más. Para obtener un buen caldo, evitar añadir mucha agua de cocción a las verduras para que el caldo esté concentrado en nutrientes. Después se puede ir probando con los purés, realizados con leche, y a los que se puede añadir una cucharada de aceite de oliva, pero nunca sal. Se deben evitar verduras como las acelgas, los nabos, las espinacas y la remolacha por su elevado contenido en nitritos, por lo que no se recomienda utilizar tampoco su agua de cocción. También se deben evitar al principio las más flatulentas como la col, la coliflor, etc. Por último, evitar también las verduras muy aromáticas como el ajo o los espárragos. Lo mejor es empezar con verduras como la patata, el calabacín o las judías verdes, y poco a poco introducir el resto. 
  4. La carne. Se deben empezar a dar a partir de los 6 meses. Es preferible elegir las carnes menos grasas como la de pollo, que es la mejor para empezar. Se debe introducir muy poco a poco, mezclada en papilla con las verduras. A continuación se aconseja introducir en la dieta del bebé la ternera y el cordero, interesantes por su alto valor biológico. Las vísceras como los sesos, hígados, etc. es mejor evitarlas, por su elevado contenido en grasa y colesterol. 
  5. Los yogures. Se pueden introducir en la dieta a partir de los 8 meses. Debe empezarse con los yogures naturales y sin azucarar. Se puede mezclar con la papilla de frutas. 
  6. El pescado. Es más alergénico, por lo que no se debe empezar a introducir en la dieta hasta los 9 meses, y si algún familiar cercano tiene alergia a algún pescado se puede esperar todavía más para introducirlos en la dieta. Es recomendable empezar con pescados blancos como la merluza o el lenguado, y poco a poco sustituir algunas tomas de carne por pescado. Se debe tener muchísimo cuidado con las espinas. 
  7. Las legumbres. Se pueden añadir al puré de verduras a partir de los 18 meses. Las legumbres mezcladas con arroz o patatas tienen un alto valor biológico, por lo que pueden sustituir a la carne. Lo recomendable es consumirlas bien combinadas dos veces a la semana.
  8. Los huevos. A partir de los 9 meses se puede introducir en el puré la yema cocida, y a partir de los 12 meses se puede dar el huevo entero cocido, tanto la yema como la clara. Se debe introducir muy poco a poco en la dieta, dando primero un cuarto de yema triturada en el puré, a la semana siguiente media yema, y así hasta triturar el huevo entero a los 12 meses de edad. Nunca se deben dar huevos crudos. Los huevos más adelante pueden sustituir alguna toma de carne. 
  9. No es necesario introducir en la dieta el azúcar, y no se debe dar al bebé menor de un año miel. 
  10. La leche de vaca entera y los quesos pueden introducirse en la dieta a partir del año. Es mejor la leche, a no ser que el bebé tenga sobrepeso y se opte por una leche semi o desnatada. 

¿Es el orden que os han indicado? ¿Habéis tenido algún problema? ¿Tenéis alguna duda al respecto? No dudes en dejar tu comentario o duda. 

Temas relacionados con: La alimentación del bebé a partir de los 6 meses
mar
21

Lactancia artificial o leche de fórmula durante los primeros meses

21 de enero de 2014
Lactancia artificial o con leche de fórmula durante los primeros meses de vida del bebé

En determinadas ocasiones, aunque la madre lo desee, no es posible alimentar al bebé mediante leche materna, o directamente, es posible que la madre no quiera o no pueda. En estos casos, el bebé se alimentará desde el nacimiento mediante leche de fórmula, que trata de imitar la composición de la leche materna. 

En estas ocasiones en las que no se puede dar lactancia materna, se empieza alimentando al bebé con leche para lactantesfórmulas de inicio. Son leches elaboradas a partir de leche de vaca, pero modificada para que se parezca lo máximo posible a la leche materna. Este tipo de leche se debe utilizar de forma exclusiva hasta los seis meses, y a esta edad, se debe complementar la alimentación del bebé según está establecido. 

Leche para lactantes o fórmulas de inicio
Están fabricadas a partir de leche de vaca, que se modifica para hacerla semejante a la leche materna y que cubra correctamente las necesidades nutricionales del bebé. En este tipo de leche se ha modificado el contenido proteico, debido a que los bebés al nacer no tienen desarrollado el organismo y no tolerarían bien la leche de vaca tal cual. Además, se añaden aminoácidos presentes en la leche de vaca como la taurina y la carnitina, que se sabe que son beneficiosos, aunque no se han establecido todavía las cantidades necesarias para obtener dicho beneficio. 

Las grasas de la leche para lactantes o fórmulas de inicio debe constituir el 40-55% del aporte calórico total. Esta limitada por la Directiva europea la cantidad de ácidos láurico y mirístico, así como el uso de ácidos grasos trans saturados. También se tiene en cuenta en la modificación de la leche de vaca que no pueden sintetizar todavía ni el ácido araquidónico (ARA) ni el ácido docosoexanoico (DHA) a partir de los precursores linoleico y alfa-linolénico, por lo que se pueden incluir en la leche de fórmula.   

La lactosa debe ser el hidrato de carbono mayoritario. El contenido en sales minerales debe ser reducido, aunque no debe ser inferior al de la leche materna. La relación calcio/fósforo debe estar entre 1 y 2, y deben contener las vitaminas y minerales necesarios. 

Preparados de continuación
Este tipo de leche se debe usar a partir de los 6 meses. Son fórmulas semejantes a las de inicio, pero se adaptan mejor a esta edad del lactante. Se diferencia de la leche anterior  en que puede contener más proteínas y que se les puede añadir sacarosa, fructosa y miel. Además tienen mayor contenido de hierro y pueden contener probióticos aceptados, que sean adecuados y seguros. 

En general se trata de fórmulas que hay que preparar. Es muy importante seguir las indicaciones del fabricante, para obtener leche en concentraciones adecuadas de nutrientes. Los materiales utilizados tanto para su preparación como para su consumo deben lavarse cuidadosamente y esterilizarse para el lactante menor de 4 meses. 

A partir de los seis meses de edad, además de cambiar a la leche de continuación, se debe empezar a introducir alimentación complementaria en el orden adecuado. 

¿Utilizas leche de fórmula para tu bebé? Cuéntanos tu experiencia. 


Temas relacionados con: Lactancia artificial o leche de fórmula durante los primeros meses