Las dietas bajas en carbohidratos han obtenido unos buenos resultados en comparación con otras dietas, pero hay algunas investigaciones que sugieren que las dietas como la Atkins (baja en carbohidratos y rica en grasas y proteína) podrían cambiar el humor de una persona y hacerla más huraña, a pesar de conseguir adelgazar un poco.
Los hidratos de carbono promueven la síntesis de la serotonina, un neurotransmisor que parece desempeñar un papel importante en el control del humor. Algunos indicios sugieren que evitar los carbohidratos –y atiborrarse grasa y proteínas en su lugar- podría reducir las concentraciones de serotonina, haciendo que la persona se vuelva triste y melancólica. Y cuando se probaron las dietas durante un período corto de tiempo (tres semanas) en personas activas físicamente y sin problemas de sobrepeso, la dieta baja en carbohidratos dio lugar a más fatiga y mal humor que la rica en carbohidratos.
Por supuesto, esos no son la clase de persona que habitualmente intenta perder peso, por lo que los investigadores australianos estudiaron también qué tipo de influencia tenían las dietas sobre el humor de las personas más propensas a hacer dieta. En el estudio participaron 93 personas con sobrepeso u obesas (con un índice medio de masa corporal de 33,6) a las que se les asignó, de forma aleatoria, una dieta baja o rica en carbohidratos.
Al final del estudio de dos meses, los que seguían la dieta baja en hidratos de carbono habían perdido un poco más de peso (7,7kg vs. 6,3kg) y una serie de pruebas estandarizadas no detectó ninguna influencia negativa sobre su humor. De hecho, loa actitud de ambos grupos mejoró por igual.
No obstante, hay un inconveniente: los que siguieron la dieta baja en carbohidratos obtuvieron peores resultados que los de la dieta rica en carbohidratos en una prueba diseñada para medir la velocidad de procesamiento mental.
Fuente: Newsday Health