Las vacaciones son el momento de relajarse y dejar atrás la rutina diaria, mientras exploramos algún sitio nuevo, pero comer alimentos nuevos a menudo hace que nos permitamos una serie de caprichos que pueden conducir a un incremento de peso mientras estamos fuera de casa. Hay que pensar que estar de vacaciones no tiene por qué implicar que nos traigamos peso extra como souvenir al volver a casa.
1. Antes de salir de viaje, preparar una bolsa con fruta fresca y frutos secos y una botella de agua para evitar acabar comiendo aperitivos y comprando refrescos en las gasolineras por el camino. Unas manzanas, unas pequeñas cajas de pasas o cualquier otro tipo de aperitivo bajo en calorías que soporte bien el viaje puede ayudarnos a picar por el camino de forma saludable.
2. Si el hotel tiene una nevera pequeña, planificar hacer una comida al día en la habitación. Podemos guardar en la habitación bolsas de ensalada, pechuga de pavo, tomates, fruta, agua…. Buscar una tienda en la zona para comprar y unos cuantos bols y cubiertos de usar y tirar.
3. Las raciones de los restaurantes suelen ser muy grandes. Compartir un entrante con su compañero y luego pedir una ensalada como plato principal, o pedir el menú infantil (siempre y cuando no ofrezcan nuggets de pollo, hamburguesa, macarrones u otros platos poco recomendables para mantener la línea
4. Pedir que nos sirvan a un lado las salsas y el aliño de la ensalada. Esta es una buena estrategia siempre que comamos fuera.
5. Tener cuidado con el alcohol. Algunas personas beben más cuando están de vacaciones, disfrutando de cócteles y vino con las cenas. Los combinados pueden sumar hasta 450 calorías extra. En su lugar podemos tomar agua con una pizca de limón o lima. El té helado y el café sin azúcar no tienen calorías.
6. Pedir una modificación del plato. Recordar que la mayoría de los restaurantes están encantados de sustituir una guarnición de patatas fritas o pasta por ensalada o verduras.
7. Cuidado con los platos locales. Si nos apetece probar la especialidad de la zona y sabemos que es rica en calorías, tomar un trozo más pequeño. Incluso los postres se pueden disfrutar controlando la cantidad que se toma.
8. Y, sobre todo, recordar que estamos de vacaciones y debemos disfrutar. Si nos pasamos en una cena o una comida, simplemente hay que ser consecuentes y compensar, haciendo una hora extra de ejercicio para quemar las calorías de mas que hemos tomado.