En los útimos años, se ha hablado mucho sobre las propiedades del agua como factor adelgazante y purificante. Lo que no es del todo verdad, es que el agua en si mismo no adelgaza. Lo cierto es que el agua posee ciertos minerales beficiosos para la salud y la belleza, que beber agua nos hace eliminar la grasa y las toxinas, y que cuando se sigue un régimen alimenticio ayuda muchísimo.
Pero como todas las cosas en la vida, es necesario tener una medida, para que sea beneficioso y no perjudicial. Lo que está claro, es que es muy bueno beber agua, pero sin pasarse. La cantidad va en proporción de la masa corporal: alguien de 50 Kgrs. de peso, con 1’5 litros tiene suficiente; por el contrario, otras personas pueden beber hasta 3 litros al día; hay gente que beben hasta 4 ò 5 litros al día y eso no es aconsejable, porque a través de la orina se eliminan también minerales fundamentales para la salud y para el organismo, como el potasio, el sodio,..Y eso es muy malo.
A demás, existen varios tipos de agua con diferentes aportes minerales siendo cada uno de ellos beneficioso para algo distinto:
- las bicarbonatadas: ayudan a la digestión alimenticia.
- las ferruginosas: son buenas para la anemía, la obesidad y el reumatismo.
- las ricas en sodio y potasio: son las que regulan el proceso fisiológico.
- las ricas en calcio y flúor: son buenas para los huesos y los dientes.
No en vano, desde tiempos immemoriables se ha considerado al Agua un regalo de los dioses, por los grandes beneficios que aportaba a los hombres. Por ello, desde el tiempo de los romanos existían las termas o balnearios y ellos lo utilizaban diariamente como algo fundamental en sus vidas