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Importancia de la alimentación de la madre durante la lactancia materna

12 de enero de 2014
La alimentación de la mujer durante la lactancia puede variar las características nutricionales de la leche materna, lo que afectará a la nutrición del bebé. Mientras das el pecho a tu bebe, ¿qué debes comer?
Importancia de la alimentación de la madre durante la lactancia materna. En la foto se ve a una madre jugando con su hija, en edad de darle de mamar todavía.


La lactancia materna es el único alimento ideal para nuestro bebé, pero la alimentación de la madre puede influir en la calidad de la leche, tanto en su perfil lipídico como en las vitaminas que contiene. Por tanto, es importante saber los requerimientos nutricionales de la mujer mientras da de mamar a su bebé. 


La alimentación de la mujer durante la lactancia materna
Un dato que demuestra la importancia de la alimentación de la mujer durante la lactancia es la afirmación de que las mujeres durante este período tienen necesidades energéticas incluso mayores que durante el embarazo, ya que la producción de leche supone un elevado gasto energético. Así, aunque durante los primeros meses de lactancia el cuerpo gasta los depósitos acumulados durante el embarazo, la madre necesitará consumir unas 500 kcal más de lo habitual, siempre dependiendo de las características específicas de la madre. 

En cuanto al consumo de nutrientes, las necesidades también aumentan mucho durante la lactancia materna, siendo aproximadamente un 10-20% superiores a las recomendaciones durante la gestación. 

Durante la lactancia materna se pierden proteínas en la producción de la leche, por lo que las necesidades de proteínas de la madre están aumentadas, siendo de 10 a 14 gramos al día durante los primeros seis meses, de 15 a 19 gramos al día durante los segundos seis meses y de 12 gramos al día a partir de entonces. La mujer deberá comer más alimentos proteicos para no tener un déficit y que disminuya la cantidad de leche producida. En cuanto a las grasas, es importante consumirlas de buena calidad, para asegurar todos los ácidos grasos esenciales así como el ácido docosahexaenoico (DHA), importante en el desarrollo cerebral y de la retina. Pero la cantidad de grasa consumida no aumenta, como ocurre también con los hidratos de carbono. 

En cuanto a las vitaminas, es importante cuidar el aporte de las vitaminas A y C, pues sus requerimientos aumentan mucho durante la lactancia. La vitamina A está presente en los lácteos, el pescado azul, algunas frutas y verduras. La vitamina C también está presente en la fruta. 

Debido a que la leche materna contiene mucho calcio, las necesidades de este mineral también aumentan. También es importante el correcto consumo de zinc

Mientras se da el pecho es muy importante que la mujer beba mucha agua y líquido, ya que supone aproximadamente el 85% de la leche materna. La madre no debería beber menos de dos litros de agua, además de comer frutas, verduras y hortalizas que también aportan mucha agua. 

Consejos para seguir una dieta adecuada durante la lactancia

  1. Realiza como mínimo cinco comidas al día, lo que permitirá consumir las calorías diarias necesarias. Es importante comer bien para asegurar la correcta producción de leche, tanto en cantidad como en calidad. 
  2. Consume mucha agua y también bebidas como la leche, bebida de soja, de almendra o de avena, que aportan calcio y proteínas así como agua. También es interesante para asegurar el aporte hídrico necesario el consumo de caldos y zumos. 
  3. Consume pescado azul, que además de aportar proteínas contiene ácido docosahexaenoico (DHA), necesario para el desarrollo cerebral y de la retina del bebé. 
  4. Toma grasas insaturadas, presentes en el pescado azul, el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos. 

Alimentos que debes evitar durante la lactancia materna
Algunos alimentos pueden variar las características organolépticas de la leche, como el sabor o el olor, y esto puede ser perjudicial si al niño no le gusta el cambio. Otras sustancias pueden incluso pasar a la leche, y tener un efecto nocivo sobre la salud del bebé. 

Para que el sabor de la leche no cambie es recomendable evitar los alimentos picantes, así como alimentos con sabor fuerte (que pueden cambiar el sabor de la leche) como las coles, el ajo, la cebolla, la carne de caza, el embutido o los espárragos. 

Para evitar el paso de sustancias tóxicas a la leche y por tanto, al bebé, se debe evitar el consumo de alcohol y tabaco. El alcohol pasa por igual al cuerpo de la madre que a la leche materna, por lo que se debe evitar su consumo. Además, el alcohol y el tabaco parecen reducir el volumen de leche producido por la madre, lo que puede afectar al correcto crecimiento del bebé. También es recomendable moderar el consumo de bebidas estimulantes como el café, el té o los refrescos con cafeína, ya que también pasan a la leche materna y suelen causar irritabilidad en el bebé. 
¿Puedo perder peso durante la lactancia materna?
Si, puedes. Es más, en general la lactancia materna ayuda a perder peso, ya que dando el pecho se gastan los depósitos de grasa acumulados durante el embarazo para asegurar la lactancia. Gran parte de estos depósitos de grasa acumulados se gastan en la producción de la leche materna. Pero si quieres adelgazar aún más deprisa, quizás no sea el momento. Lo más aconsejable es esperarse a terminar de dar la lactancia materna para empezar una dieta de adelgazamiento. De todas formas, con una dieta sana y equilibrada y dando la lactancia materna, poco a poco irás recuperando tu peso. Si al final decides hacer una dieta de adelgazamiento durante la lactancia, lo mejor es que pidas ayuda a un dietista-nutricionista, para que no afecte ni a tu salud ni a la calidad de la leche y por tanto, a la alimentación de tu bebé. Por supuesto, nada de dieta de la manzana, dieta de la piña, dieta del agua de avena, del café verde… 

¿Necesitas ayuda? ¿Estás dando lactancia y no consigues recuperar tu peso tras el embarazo? Resuelve aquí tus dudas o pide ayuda para llevar una dieta más adecuada.


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Qué comer durante el embarazo

3 de enero de 2014

Importancia de la nutrición y la dieta durante el embarazo

Qué comer durante el embarazo

Durante el embarazo y la lactancia las necesidades de la mujer aumentan, pero no se debe «comer por dos» ni comer el doble como muchas personas creen. Es más, durante la gestación se producen ajustes digestivos y metabólicos que permiten un mayor aprovechamiento de los nutrientes, aún así, las necesidades aumentan (aunque no se duplican) para el correcto crecimiento del feto, para cubrir las necesidades de la mujer embarazada y prepararla para el parto, así como para promover la futura lactancia materna. 

Antes de quedarse embarazada
Lo ideal es que la mujer planifique el embarazo, y acuda a su médico para que valore su salud. Es importante que cuando la mujer se quede embarazada tenga un peso corporal adecuado, ya que facilitará mucho el correcto avance del embarazo. Además, debe tomar ácido fólico para evitar problemas en el feto. Sin embargo, esto no suele hacerse, y la mujer se queda embarazada sin planificarlo o sin consultar antes a su médico. Esto da todavía más importancia a la nutrición de la mujer durante el embarazo. 

Ingesta energética durante el embarazo
Una mujer embarazada debe comer más debido a que aumenta su gasto energético para asegurar el correcto desarrollo del feto, además de las necesidades de la mujer. Eso sí, se debe tener en cuenta que durante el embarazo se suelen reducir las actividades cotidianas, por lo que esta disminución de la actividad diaria ayuda a compensar el aumento de las necesidades. Parte de la energía extra consumida servirá para proteger al feto, ya que se almacenará en forma de depósitos de grasa para prevenir un posible déficit durante los últimos meses de gestación o incluso durante la lactancia materna. Este aumento de energía debe valorarse teniendo en cuenta el peso de la mujer, sus características (edad, otro embarazo reciente, alguna enfermedad, etc.) y su nivel de actividad durante el embarazo. Si la mujer practica ejercicio físico durante el embarazo es muy importante que se ayude de un profesional, para evitar a toda costa un balance de energía negativo.

Durante el primer trimestre la alimentación debe ser normal, cuidando, eso sí, el aporte de ácido fólico. A partir del segundo trimestre se deben ir aumentando progresivamente las calorías de la dieta, de unas 100 a 300 calorías extra, dependiendo del caso. Por tanto, ni mucho menos se debe comer el doble. Si una mujer antes del embarazo llevaba una dieta de 2000 calorías, al final del embarazo debe llevar una dieta de aproximadamente 2300 calorías.  

Engordar durante el embarazo
Durante la gestación se forma dentro del cuerpo de la mamá un nuevo ser, por lo que es normal que la mujer gane peso. Lo ideal es que no se ganen más de 12 kilos durante los 9 meses de embarazo, pero por supuesto, se debe consultar con el médico cada caso en particular. El aumento de peso debe ser controlado y adecuado, ya que puede ser peligroso para el bebé que la madre engorde más de lo necesario. La mitad del peso ganado se debe al peso del feto, la placenta y el líquido amniótico. El resto se debe al aumento del volumen sanguíneo, de los órganos de reproducción y a la acumulación de grasa para la futura lactancia materna. Por ello, cuando las madres dan lactancia a sus hijos pierden peso más fácil, porque gastan esos depósitos almacenados para asegurar la lactancia. 

Nutrición durante el embarazo
  • Nutrición durante los primeros meses de embarazo: El primer trimestre
Durante el primer trimestre la dieta de la mujer embarazada no debe variar mucho de una dieta sana y equilibrada. Todavía no requiere más energía durante los primeros meses, ni requiere necesidades concretas de esta situación fisiológica exceptuando los niveles de ácido fólico. Por tanto, una dieta con aporte normal de proteínas, que por lo general la mayoría cumplimos con la alimentación habitual. Las proteínas en la dieta se obtienen a partir de la carne, pescado, huevos, legumbres, queso, etc. El contenido de hidratos de carbono también debe ser normal, como el de una dieta equilibrada, por lo que habrá que incluirlos a diario en la alimentación, eligiendo preferiblemente hidratos de carbono complejos como pan, arroz, pasta o patatas. Por otra parte, y como también es habitual, es recomendable vigilar el consumo de grasas, eligiendo la procedente del aceite de oliva virgen extra, los frutos secos o el pescado azul. La fibra también debe tomarse en cantidades normales, sin superar los 30 gramos para evitar que interfiera en la correcta absorción de los alimentos. La fibra está presente en las frutas, verduras, cereales integrales y legumbres. En cuanto a las vitaminas, se debe aumentar el consumo de vitaminas A, C, D, E y vitaminas del grupo B, consumo que se puede cubrir comiendo frutas y hortalizas crudas, aceite de oliva virgen extra crudo, productos lácteos y cereales integrales. En cuanto a los minerales, se debe asegurar el consumo adecuado de hierro, calcio y yodo aunque sus necesidades son las normales, no varían de las de cualquier persona sana.  
    • Fuentes de vitamina A: espinacas, zanahorias, atún, bonito, huevos y quesos. 

    • Fuentes de vitamina C: cítricos, fresas, sandía, kiwis, coliflor, coles de bruselas, brócoli. 
    • Fuentes de vitamina D: la fuente principal es la luz solar. 
    • Fuentes de vitamina E: espárragos, espinacas, tomate, aceite de girasol, lechuga. 
    • Fuentes de vitaminas del grupo B: huevos, carnes, frutos secos, quesos y algunas legumbres como las lentejas o los garbanzos. 
    • Fuentes de ácido fólico: espárragos, guisantes, verduras de hoja verde oscura como las espinacas,  levadura de cerveza, cereales integrales, leche entera. 
    • Fuentes de hierro: Carnes rojas, sardinas, huevos, verduras de hoja verde. 
    • Fuentes de calcio: lácteos, el salmón, las sardinas, la soja, las almendras. 
    • Fuentes de yodo: pescados, mariscos, acelgas, rábanos, judías verdes, cebolla, champiñón, piña. 
  • Nutrición durante el segundo y el tercer trimestre
    Qué comer durante el embarazo

A partir del cuarto mes empiezan a aumentar los requerimientos tanto de muchos nutrientes como de calorías. Por un lado, aumentan las necesidades de proteínas, siendo un poco más elevadas que las de una dieta normal. Bastará con añadir una ración más de carne o algún equivalente al día para conseguir estos requerimientos. Las grasas, igual que en la etapa anterior, deben cuidarse eligiendo las más saludables: aceite de oliva, pescado azul y frutos secos. Aumentan las necesidades de calcio, que se pueden conseguir fácilmente consumiendo más leche. Es muy importante aumentar la ingesta de hierro, para evitar sufrir anemia, muy común durante el embarazo. Para evitarla, se deben consumir alimentos ricos en hierro y resulta conveniente tomarlos junto a alimentos ricos en vitamina C, que aumentan la absorción de hierro. Por último, aumentar el consumo de yodo, consumiendo alimentos procedentes del mar. 

Complicaciones típicas del embarazo
Hay algunas complicaciones típicas del embarazo que pueden solucionarse o mejorarse cuidando la alimentación:
  • Náuseas y vómitos. Son el síntoma más habitual durante los primeros meses de gestación. Si se tienen vómitos repetidos e intensos pueden causar hipopotasemia, deshidratación o pérdida de peso  entre otros trastornos, por lo que se deben evitar o intentar controlar al máximo. Para evitar las náuseas y vómitos es recomendable consumir una dieta con baja ingesta de grasa, y sobre todo, muy fraccionada, comiendo cada dos horas pequeñas cantidades de alimentos. Se deberán elegir formas de cocción sencillas, que faciliten la digestión, como por ejemplo hervido, al horno, en papillote, etc. También puede ayudar evitar alimentos con olores fuertes o desagradables, que pueden causar náuseas. Por supuesto, deberá evitarse la deshidratación asegurando la correcta reposición hidroelectrolítica, aumentando la ingesta de líquidos, preferiblemente fuera de las comidas. Algunas veces las mujeres embarazadas sufren mareos al despertarse. En este caso lo recomendable es tener en la mesilla de noche unas galletas o unos cereales, para comerlos antes de levantarse de la cama.
  • Estreñimiento o hemorroides. Es común que surjan o se agraven durante el embarazo. Para prevenirlos o curarlos se debe aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra (frutas, verduras, elegir cereales integrales, etc.) y beber mucho líquido, tanto frío como caliente (caldos, sopas, etc.). Puede ayudar aliñar los alimentos con aceite de oliva virgen extra en crudo, siempre controlando la cantidad ya que es muy calórico. También ayuda mucho realizar algún tipo de actividad física, como caminar, ya que activa los movimientos intestinales. Corrigiendo el estreñimiento mejorarán también las hemorroides, pero además se deberá evitar el alcohol, el picante, las grasas y las especias
  • Acidez, ardor o pirosis. Es muy común, sobre todo al final del embarazo. La sensación de ardor suele empeorar en posición decúbito supino. Para reducir la acidez se recomienda fraccionar las comidas en pequeñas tomas y restringir los alimentos que enlentezcan el vaciado gástrico. Por tanto, evitar las grasas, bebidas gaseosas, alimentos ácidos o picantes (vinagre, pimentón, limón, etc.), el chocolate, el café y el alcohol. Es útil evitar comer tres horas antes de acostarse a dormir. 
  • Diabetes gestacional. La diabetes es más difícil de controlar durante el embarazo en mujeres previamente diabéticas. Además, algunas mujeres previamente no diabéticas durante el embarazo desarrollan diabetes debido a una alteración del metabolismo de los hidratos de carbono. Para evitarla o tratarla se debe mantener un peso adecuado y cuidar la alimentación. 
  • Calambres musculares. Son comunes sobre todo en el segundo trimestre de gestación. Para combatirlo, se debe aumentar el consumo de vitaminas del grupo B (legumbres, cereales, carne, pescado, huevos o lácteos y derivados) y alimentos ricos en magnesio, como los frutos secos, legumbres, plátanos y verduras de hoja verde como las espinacas. 
  • Preeclampsia. Es un problema grave que suele aparecer en los últimos meses de embarazo. Se produce un aumento de la tensión arterial y una alteración de la función renal, que se caracteriza por un aumento de la retención de productos nitrogenados (urea), líquido y sodio, además de proteinuria (pérdida de albúmina).Si evoluciona a eclampsia se puede producir incluso muerte fetal y/o materna, por lo que es muy importante evitarla y controlarla bien. El tratamiento nutricional se basa en seguir una dieta con normal contenido de sodio, hiperproteica y abundante en líquidos
¿Qué no se debe comer durante el embarazo?

  • Carne, pescado y mariscos crudos. Son ejemplos el carpacio, algunos mariscos o el sushi. Estos alimentos deben cocinarse bien, no debe verse sangre en ellos. 
  • Embutidos crudos o poco curados. 
  • Pescado o marisco ahumado. 
  • Lácteos no pasteurizados, como por ejemplo algunos quesos blandos como el brie o el camambert. 
  • Alcohol. 
  • Café con cafeína. 
  • Huevos crudos o alimentos que los contengan como las mayonesas.
  • Frutas y verduras mal lavadas. 

Nutrición en mujeres embarazas vegetarianas
Por supuesto, se puede ser vegetariana y tener un embarazo sin riesgos debido a la mala alimentación. Eso sí, se deberán cuidar algunos aspectos:

  • Es muy importante ingerir las proteínas necesarias. Esto se puede conseguir mediante las proteínas de origen vegetal (legumbres y frutos secos) o si no se lleva una dieta vegetariana estricta, también con ayuda de los lácteos y huevos. El veganismo (vegetarianismo estricto) debe controlarse todavía más, para evitar deficiencia de vitamina B12, aminoácidos esenciales, calcio y hierro. Normalmente, en madres veganas es suficiente con aumentar el consumo de frutos secos, levadura de cerveza, germen de trigo, soja y lácteos (de soja, de almendras, etc, y preferiblemente enriquecidos en calcio). Es muy recomendable complementar los platos de legumbres con cereales integrales, ya que es una combinación que da lugar a proteínas de alta calidad. Por ejemplo, se pueden consumir legumbres con arroz o pasta. Es muy importante en estos casos la variedad, no consumir siempre las mismas legumbres o cereales. Así se combinan proteínas de más de una fuente vegetal en la misma comida, asegurando el aporte necesario. 
  • Para asegurar la máxima absorción del hierro consumido es muy beneficiosa la vitamina C. Por tanto, tras el plato de legumbres o frutos secos, un zumo de naranja natural o un kiwi o naranja entera pueden ser muy beneficiosos. 
  • Para asegurar el consumo de hierro de pueden comer algunos frutos secos como las almendras, pero con cuidado debido a su alto aporte calórico. 
  • Consumir amplia variedad de frutas y verduras frescas, para asegurar todas las vitaminas y minerales necesarios. 

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Ansiedad por comer: Los mejores trucos para eliminarla

10 de diciembre de 2013
Ansiedad por comer: Los mejores trucos para eliminarla. En la foto sale una chica comiendo, aparentemente con algo de ansiedad.

¿Tienes ansiedad por comer y de vez en cuando te pegas un atracón? ¿No puedes controlarlo y tras dos semanas de dieta devoras una tableta de chocolate? ¿No puedes parar de comer?

Comer por ansiedad 
La ansiedad por comer se trata de un problema muy común y es una de las causas típicas del fracaso de muchas dietas de adelgazamiento. Es de los problemas más difíciles con los que se encuentra una persona que está siguiendo un plan dietético para adelgazar. 

¿Por qué devoramos por ansiedad? Pues porque la dieta que seguimos está estrechamente relacionada con nuestro estado de ánimo. Es por eso que muchas veces las personas que se sienten tristes o estresadas acaban por devorar todo lo que pillan o por lo menos, comen más de la cuenta. 

¿Es ansiedad o hambre?
Muchas veces la ansiedad se confunde con hambre. Suele ocurrir cuando se siguen dietas de adelgazamiento muy estrictas o hipocalóricas, como las dietas milagro en general. También es común que ocurra cuando no se realizan las cinco comidas diarias. Comer poco o espaciar mucho en el tiempo las comidas suele dar lugar a pasar hambre. Si antes de tener la comida preparada se pasa hambre, seguramente la elección de los alimentos no sea la más adecuada. Cuando se elige el menú con hambre se suele preferir alimentos rápidos y poco saludables, más grasos y calóricos. Por tanto, se deben realizar cinco comidas al día, bien distribuidas en el tiempo y equilibradas unas con otras, nada de comer en todas las comidas lo mismo, pues eso también acaba generando ansiedad por comer otro alimento. Este truco también sirve para evitar el picoteo. Si realizas un buen desayuno, completo, sano y equilibrado, almuerzas algo ligero a media mañana, comes a mediodía bien, meriendas ligero y cenas, difícilmente pasarás hambre o te entrarán ganas de picar. 

Qué hacer para superar la ansiedad por comer: ocho trucos para conseguirlo

  • Pasar a realizar cinco comidas diarias bien espaciadas en el tiempo que contengan todos los nutrientes necesarios es una de las estrategias que primero se debe probar, ya que es sencilla, totalmente recomendable y además, muy eficaz. Así que recuerda, ¡no te saltes comidas!
  • Planificar y realizar las comidas antes de tener hambre. Así elegirás menús más saludables y comerás la cantidad que necesitas, no más. 
  • Hacer la compra sin hambre y con una lista en la que lleves apuntado todo lo que necesitas. Evitarás comprar picoteos y alimentos que sólo serán una tentación en tu despensa. 
  • Evitar comer delante de la televisión o leyendo, ya que perdemos la consciencia de lo que comemos, sobre todo de la cantidad. 
  • En una dieta de adelgazamiento se suelen eliminar los hábitos poco saludables, y esto causa ansiedad. Para eliminarla poco a poco, sustituye estos hábitos poco adecuados por otros más saludables. Por ejemplo, sustituye el chocolate de después de las comidas por una fruta que te guste mucho, que también te aporta azúcar, y poco a poco vencerás la adicción al chocolate. 
  • Si algún día te saltas la dieta y comes algún alimento porque no has conseguido superar la ansiedad por consumirlo, ¡no abandones la dieta! Poco a poco verás como lo consigues, lo importante es la constancia. 
  • Evita buscar el alivio emocional con la comida. Es un error común. La comida no alivia las penas, y cuando caemos en la tentación suele terminar en atracón.
  • Si finalmente caes en la tentación, espera unos minutos antes de empezar a comer eso que tanto deseas. En muchos casos ayuda a darse cuenta de que se trata solamente de un antojo, y no de una necesidad. También puede funcionar obligarte a comer algo saludable antes de ese alimento que tanto deseas. Quizás al comer antes una fruta se te pase el antojo. 


¿Estás dejando de fumar y esto te causa ansiedad por la comida?
Muchas veces, dejar de fumar va unido a un aumento de peso, debido a que dejar de fumar aumenta la ansiedad y la intentamos compensar comiendo. Es más, es tan común que se ha convertido en una de las excusas más típicas para no dejar de fumar. Son varias las veces que he oído decir que no se quiere dejar de fumar para evitar engordar.

¿Por qué se gana peso cuando se deja de fumar?

  • El tabaco es un excitante, y cuando se abandona, disminuye el gasto energético de la persona. 
  • La ansiedad por dejar de fumar se intenta compensar con la comida. Además, no se suelen elegir alimentos saludables. 
  • Muchas personas se premian a sí mismos comiendo más o permitiéndose alimentos poco saludables a cambio de haber dejado de fumar. 
Pero aunque muchos no lo crean, se puede dejar de fumar sin ganar peso, pero como todo, requiere de un gran esfuerzo. Para ello, de debe realizar una dieta que disminuya la ansiedad, por ejemplo, excluyendo de ella alimentos como el café, así como aumentar el nivel de actividad física



¿Tienes ansiedad por comer dulce? ¿No puedes evitar devorar las tabletas de chocolate? ¿Sufres ansiedad por comer pan? Son sólo algunas de las más típicas, cuéntanos tu caso. 
¿Has conseguido superar tu ansiedad? Cuéntanoslo. 
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Dieta para solucionar el estreñimiento y que ir al baño no sea una pesadilla

25 de noviembre de 2013

Consejos de alimentación para tratar el estreñimiento

Dieta para solucionar el estreñimiento y que ir al baño no sea una pesadilla
Sufrir estreñimiento significa que se tienen dificultades para evacuar y se trata de un problema muy común. Afecta sobre todo a mujeres y ancianos. Si haces deposiciones menos de tres veces a la semana y de consistencia seca o te cuesta mucho esfuerzo evacuar no dudes en seguir leyendo. El estreñimiento es un problema muy molesto que en la mayor parte de los casos se puede solucionar con una dieta adecuada


Causas del estreñimiento

El estreñimiento es un problema cada vez más común, y es que está ligado a estilos de vida cada vez más comunes. Las principales causas de estreñimiento son la falta de ejercicio físico y una alimentación inadecuada. En una sociedad en la que cada vez se come peor, se sustituye la dieta mediterránea por otras menos saludables y se lleva un estilo de vida sedentario, es normal que cada vez sea más común sufrir estreñimiento. Además de estos factores, que son los más comunes, el estreñimiento también puede aparecer como consecuencia de patologías del aparato digestivo o por el uso de algunos fármacos que pueden causar estreñimiento. 


Consecuencias del estreñimiento

Además de ser muy molesto para la persona que lo sufre, el estreñimiento puede dar lugar a otras patologías como la diverticulitis, las hemorroides o el cáncer de colon, por lo que es muy importante tratarla. 


Tratamiento para prevenir o curar el estreñimiento

Es común que las personas con estreñimiento hagan uso de los laxantes, sin embargo, no es del todo recomendable, y mucho menos, su uso habitual, ya que irritan la mucosa del intestino y en consecuencia, destruyen la flora intestinal. Además, el uso continuado puede dar lugar a dependencia, ya que el intestino se hace vago y se hará casi imposible evacuar sin tomarlos. 

Consejos dietéticos generales para superar el estreñimiento: 
  • Consume cinco raciones de fruta y verdura al día. Consumir 5 raciones de frutas y verduras al día aumentará tu consumo de fibra. Es interesante consumir frutas y verduras crudas a diario, y si es posible las frutas con piel, ya que en ella se encuentra gran parte de la fibra. Algunas frutas como los kiwis y las ciruelas son especialmente beneficiosas para el estreñimiento. Recuerda que no es lo mismo consumir la fruta entera que en zumo. Aporta mucha más fibra el consumo de fruta entera que el consumo de zumo de fruta. [Puede interesarte también: Frutas y verduras: «5 al día» para vivir más]
  • Consume cereales integrales. Intenta consumir el pan, la pasta o el arroz en su forma integral. Este cambio en la alimentación también te permitirá aumentar el consumo de fibra. Si te gusta puedes consumir salvado de trigo, también rico en fibra, siempre que lo hagas con moderación y lo consumas acompañado de agua. 
  • Bebe por lo menos litro y medio de agua al día. El consumo de agua es necesario para que la fibra haga su efecto beneficioso y no el contrario. Si no se consume suficiente líquido no se aprovechará el mayor consumo de fibra.  
  • Consume de vez en cuando alimentos probióticos. Pueden ayudar a mantener un correcto tránsito intestinal, al aumentar la motilidad del colon. Los probióticos son, por ejemplo, los yogures. [Quizás también te interese: ¿Qué son los prebióticos y los probióticos?]

Con estos cambios en tu dieta aumentarás notablemente el consumo de fibra, por lo que es aconsejable que vayas cambiando la alimentación poco a poco, para evitar problemas de malabsorción de alimentos. Es decir, si no consumes normalmente ningún cereal integral, no cambies de golpe todos los que consumes a integrales, porque podrían sentarte mal. También es recomendable que elimines de la dieta, o que al menos no consumas de forma habitual, aquellos alimentos que te produzcan gases o que se te hinche la barriga.

Por supuesto, aunque no se trate de pautas dietéticas, es importante recomendar el aumento de ejercicio físico y no aguantar las ganas de hacer de vientre siempre que sea posible. 


Otros remedios nutricionales para curar el estreñimiento

Aquí tienes otros consejos que te pueden ayudar a curar el estreñimiento e ir al baño sin dificultad:
  • Tomar en ayunas un vaso de agua, un zumo de naranja natural o una ciruela en algunos casos ayuda a estimular el reflejo gastrocólico, ayudando a combatir el estreñimiento. 
  • Evitar alimentos astringentes como el arroz blanco o el té. No consumirlos de manera habitual. 
  • Aumentar el número de comidas al día. Hacer las cinco comidas diarias recomendadas. Así se evitan comidas copiosas, más difíciles de digerir. 

Si con estos cambios dietéticos el estreñimiento no cesa debería consultarse con su médico de cabecera, ya que podría tratarse de estreñimiento como consecuencia de algún otro problema. 

¿Sufres estreñimiento? ¿Que remedios te funcionan?


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Osteoporosis y nutrición: Suplementos de vitamina D no son útiles

23 de octubre de 2013
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Para asimilar mejor el calcio es necesaria la vitamina D, que se obtiene sobre todo mediante la exposición al sol. Con media hora de paseo diario al aire libre puede ser suficiente. 

Cuando la exposición solar es insuficiente se debe asegurar la ingesta de vitamina D, que estimula el transporte activo del calcio en el intestino delgado y el colon. La vitamina D la encontramos en el pescado azul, aceite de hígado de pescado, margarina, huevos, leche y productos lácteos. Sin embargo, a menudo se recurre a los suplementos de vitamina D. Es común el uso de estos suplementos de vitamina D sobre todo en mujeres en edad de la menopausia, o próxima a ella. [Leer más sobre Nutrición y menopausia]

Un reciente estudio publicado en The Lancet ha concluido que tomar suplementos de vitamina D no mejora la densidad ósea, y que por tanto, no son útiles para prevenir la osteoporosis en adultos sanos.

El estudio analizó los datos de más de 4000 adultos sanos con un promedio de edad de 59 años. En el estudio no se encontraron efectos positivos clínicamente significativos en las personas que consumieron suplementos de vitamina D durante un promedio de 2 años. 

En conclusión, el uso de los suplementos de vitamina D para la prevención de la osteoporosis en adultos sanos no parece adecuado. Sólo está justificado su uso en personas con factores de riesgo específicos para la deficiencia de vitamina D

Reid IR, Bolland MJ y Grey A. The Lancet (2013). Más información


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Consejos de nutrición para la mujer en la menopausia

18 de octubre de 2013
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La nutrición durante la menopausia es importante, ya que se trata de una etapa de cambios en el cuerpo de la mujer. La nutrición puede ayudar a disminuir algunos de los principales problemas reduciendo los desequilibrios producidos durante la menopausia, y por tanto, mejorando la calidad de vida de la mujer en esta etapa de su vida. 

¿Cómo evitar que aumente la barriga durante la menopausia?

Durante la menopausia se producen múltiples cambios físicos en el cuerpo de la mujer. Entre ellos, una disminución del gasto energético en reposo, un aumento del tejido graso y una disminución del tejido magro. Esta es la razón por la que muchas mujeres en esta etapa de su vida engordan

Es típico que durante la menopausia la mujer acumule grasa en la zona de la barriga. La acumulación de grasa en la barriga se debe a un desajuste hormonal, que disminuye la capacidad del cuerpo de quemar las grasas de la dieta, por lo que se acumulan. Este aumento del abdomen se produce en muchas ocasiones de forma rápida, y por ello es importante cuidarse antes de que ocurra. 

Alimentos recomendados durante la menopausia

Es importante cuidarse antes de la menopausia, para así mantener la salud y evitar los riesgos asociados a la menopausia como el riesgo cardiovascular y la osteoporosis, en las que la nutrición juega un papel muy importante. La dieta durante la menopausia debe ser equilibrada, y es recomendable seguir estos consejos nutricionales para sentirse bien durante esta etapa:
  1. Consumir cereales integrales, que aportan las cantidades necesarias de fibra por el organismo, ayudando a prevenir muchas enfermedades, a reducir el colesterol y a mantener un buen tránsito intestinal. 
  2. Consumir alimentos proteicos, tanto de origen animal como vegetal. La proteína vegetal está presente en legumbres como la soja o los frutos secos. La proteína de origen de animal debe consumirse con la menor cantidad de grasa posible, procurando eliminar toda la grasa visible. Preferiblemente, tomar más pescado que carne, y no olvidarse de consumir dos veces a la semana pescado azul. 
  3. Consumir 5 raciones al día de frutas y verduras, que aportan fibra y grandes cantidades de vitaminas y minerales. 
  4. Consumir productos lácteos desnatados, para evitar subir el colesterol. Se deberá elegir la leche, el queso y los yogures desnatados. Además, los lácteos ayudan a prevenir la osteoporosis, enfermedad de alto riesgo durante la menopausia
  5. Reducir el consumo de alimentos grasos. 

Todos estos simples consejos ayudan a que la mujer se sienta bien consigo misma y con su cuerpo durante la menopausia. La menopausia es una etapa natural más de la vida, y por tanto, se debe disfrutar de ella como de cualquier otra. Cuiden su salud para evitar problemas típicos de la menopausia y sólo tendrán que preocuparse de disfrutar. 

18 de Octubre. Día mundial de la menopausia



Ante cualquier sugerencia o duda no duden en comentar. 

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Frutas y verduras contra el cáncer de vejiga

23 de septiembre de 2013
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Las frutas y verduras reducen el riesgo de cáncer de vejiga en las mujeres. 


Las frutas y verduras contienen muchos nutrientes, sustancias fitoquímicas y antioxidantes con fuerte acción anticancerígena. Por ello, se han estudiado ampliamente y se conoce que las frutas y las verduras tienen acción anticancerígena, incluyendo el cáncer de vejiga en mujeres. 

La vejiga es el órgano que almacena la orina. El cáncer de vejiga se forma normalmente en los tejidos de la vejiga, comenzando en la mayoría de los casos en las células de revestimiento del interior de la vejiga. Si se detecta a tiempo, este tipo de cáncer es altamente tratable, aunque requiere someterse a controles periódicos de seguimiento tras su eliminación. 

Los autores de un estudio, publicado en The Journal of Nutrition, observaron que el elevado consumo de frutas y verduras reduce el riesgo de cáncer de vejiga en mujeres, aunque no ocurre así en hombres. Los resultados se basan en los datos de 185885 adultos mayores que fueron seguidos durante 12,5 años. Durante este período, 152 mueres y 429 hombres desarrollaron cáncer de vejiga. 
Las mujeres con mayor consumo de de verduras de color amarillo-naranja tenían un riesgo 52% menor de desarrollar cáncer de vejiga, en comparación con mujeres con bajo consumo de estas verduras. 

Las mujeres con mayor consumo a través de la dieta de vitaminas A, C y E fueron las menos propensas a desarrollar cáncer de vejiga.

Park SY, Ollberding NJ, Woolcott CG, Wilkens LR, Henderson BE y Kolonel LN. The Journal of Nutrition (2013). Más información

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Menopausia: Importancia de la nutrición durante la menopausia

9 de septiembre de 2013
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  • Durante la menopausia es importante cuidar la alimentación.
  • Se debe asegurar el aporte de calcio en la dieta para evitar problemas óseos.
  • Es conveniente evitar engordar para no acumular grasa en la barriga. 

La menopausia suele aparecer en las mujeres entre los 40 y los 50 años de edad. El descenso de los niveles hormonales provocan irregularidades en el ciclo menstrual, que al final acaba desapareciendo. La menopausia supone una serie de cambios fisiológicos en la mujer como sofocos, ansiedad, irritabilidad, etc. 


En ausencia de enfermedades añadidas, la mujer menopáusica es una mujer sana que entra en una nueva etapa de su vida. Desde el punto de vista nutricional, durante la menopausia, al igual que durante el resto de etapas de la vida, la alimentación es importante para el mantenimiento de una salud óptima. El cambio de los niveles hormonales que se producen durante la menopausia conlleva un incremento del riesgo cardiovascular y de sufrir patologías osteomusculares. Llevando una dieta correcta, la mujer menopáusica puede prevenir problemas comunes en esta etapa como la osteoporosis, engordar, etc. 

Problemas nutricionales comunes durante la menopausia

Durante la menopausia es común, sobre todo al principio, una tendencia a engordar entre 2 y 3 kilogramos de peso como mínimo. Por ello, habrá que llevar un mayor control del consumo total energético, es decir, un control de las kilocalorías consumidas para evitar engordar. 

Otro problema nutricional durante la menopausia es el comienzo de la fuga de calcio óseo, como resultado de la reducción de los niveles de estrógenos. Este proceso de desmineralización ósea es dos veces más rápido en las mujeres que en los hombres. Por tanto, en esta etapa habrá que insistir también en el correcto aporte de calcio a través de la dieta

Cómo evitar engordar durante la menopausia

El aumento de peso durante la menopausia se debe sobre todo a que no adaptamos la dieta a esta etapa de la vida. Aproximadamente, las necesidades energéticas disminuyen un 5% por decenio entre los 40 y los 60 años, por lo que lo ideal es disminuir el consumo calórico y aumentar la actividad física durante esta etapa, para así evitar engordar y mantener el peso ideal. 

Por tanto, a partir de los 40 años conviene ir disminuyendo el consumo energético, siempre de una forma razonable y mantener una dieta equilibrada, con un consumo suficiente de alimentos que asegure cubrir las necesidades de minerales y vitaminas. Normalmente, con controlar el consumo de los alimentos más calóricos suele ser suficiente para mantener el peso corporal ideal y no engordar durante la menopausia. Sin embargo, las preferencias dietéticas suelen cambiar durante la menopausia, aumentando el consumo de grasas y disminuyendo el consumo de proteínas y fibra. Lo importante es no adquirir estos hábitos incorrectos, o si existen, cambiarlos. Se debe cambiar los hábitos dietéticos incorrectos por otros más saludables, en lugar de dejar de comer, ya que lo que se conseguirá al final en la mayoría de los casos es aumentar el picoteo. Tampoco están aconsejadas las dietas rápidas para bajar de peso, sino disminuir alrededor de un kilogramo de peso a la semana, como máximo, para tras finalizarla, haber adquirido hábitos saludables y mantener el peso conseguido con la dieta de adelgazamiento. 

Además, durante la menopausia es común acumular grasa sobre todo, en la barriga. Este aumento de la grasa en el abdomen se debe a la disminución de los estrógenos, que dificulta el metabolismo de las grasas y que favorece que se acumule en la barriga y no en las piernas. 

Unos consejos sencillos para no engordar durante la menopausia:

  • Dieta equilibrada con elevado consumo de fruta y verdura. 
  • Comer menos cantidad y evitar los alimentos muy calóricos.
  • Realizar cinco comidas al día. Esto permite realizar comidas menos copiosas y más repartidas a lo largo del día, lo que evita también el picoteo. 
  • Evitar el azúcar refinado y los dulces.
  • Beber agua y evitar los refrescos azucarados. 
  • Limitar el consumo de café, tabaco y alcohol. 
  • Realizar ejercicio aeróbico, caminar, bailar, etc. En resumen, moverse para aumentar el gasto calórico. 

Consumo de calcio para la salud ósea

Durante la edad adulta, la mujer debe consumir aproximadamente 1000 mg de calcio al día. Una vez comienzan a disminuir los estrógenos, es decir, durante la menopausia, la mujer pasa a necesitar unos 1500 mg de calcio diarios, ya que en esta etapa se produce un aumento de la pérdida de masa ósea. Además, se debe asegurar el aporte de vitamina D y mantener un equilibrio entre el calcio y el fósforo adecuado. En cuanto a la vitamina D, en zonas soleadas no supone un problema obtenerla. Si no se vive en una zona soleada o no se sale a la calle, será necesario vigilar su consumo mediante la dieta

El calcio que mejor se tolera y absorbe es el aportado en la dieta. Siempre que sea posible, lo mejor es asegurar el aporte de calcio a partir de la alimentación y evitar los suplementos. Sólo se deberán tomar estos suplementos de calcio cuando no se consigue el aporte necesario a través de la dieta. 

Los alimentos ricos en calcio son los lácteos y sus derivados (queso, yogures, etc.), algunas verduras como el brócoli o las espinacas, y también algunos secos, aunque se deberán evitar en la mayoría de los casos para no engordar en esta etapa. 
Como durante la menopausia además de controlar el consumo de calcio se debe evitar engordar, está recomendado el consumo de productos lácteos bajos en grasa, es decir, desnatados o semidesnatados, dependiendo de cada persona. 
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Comer mal en el embarazo se asocia a problemas mentales en el bebé

4 de septiembre de 2013
Una alimentación poco saludable y el consumo de comida basura durante el embarazo pueden afectar a la salud mental de los niños, aumentando el riesgo de depresión, ansiedad y demencia. 

Durante el embarazo es típica la aparición de antojos de alimentos poco saludables. Un estudio demuestra la importancia de no ceder a estos antojos poco saludables, para garantizar la salud mental del bebé y evitar aumentar el riesgo de problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad o la demencia. 

El estudio publicado en Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry se basa en los datos de 23000 madres, a las que se les preguntó sobre su dieta durante el embarazo y la de sus hijos a los 18 meses, 3 años y 5 años. Se estudiaron en los niños síntomas de depresión, ansiedad, trastornos de la conducta y TDAH o trastorno de hiperactividad con déficit de atención. 

Los resultados del estudio revelan que las madres que comen alimentos poco saludables durante el embarazo, como bebidas azucaradas o alimentos salados, tienen hijos más propensos a tener problemas de conducta como la agresión o las rabietas. 

Además, los niños que llevan una dieta poco saludable durante sus primeros años de vida o cuya dieta carece de alimentos como las verduras muestran mayor agresividad y problemas de comportamiento, así como síntomas de ansiedad y depresión

Durante el embarazo, el muy importante llevar una dieta sana y equilibrada, pues lo que se come durante el embarazo debe alimentar a dos seres humanos, y al contrario de lo que se cree, es más importante la calidad de la dieta que la cantidad. 

No duden en escribirnos su opinión o dudas sobre el tema. 


Jacka FN, Ystrom E, Brantsaeter AL, Karevold E, Roth C, Haugen M, Meltzer HM, Schjolberg S y Berk M. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (2013). Más información. 
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Nutrición para prevenir y tratar la anemia ferropénica

3 de julio de 2013
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¿Qué es la anemia ferropénica?
La anemia ferropénica es la deficiencia nutricional más común y, afortunadamente, puede ser prevenida en gran medida. Su importancia radica en la gran cantidad de población de todos los países, estados sociales y edades que padece anemia ferropénica. Los más afectados son las mujeres en edad fértil, especialmente las embarazadas, y los niños. En países poco desarrollados la prevalencia de la anemia ferropénica es aún mayor.

La anemia ferropénica es un descenso de la cantidad de hemoglobina producida por la falta de hierro o por disminución de su biodisponibilidad. Por tanto, se produce cuando las pérdidas de hierro o los requerimientos del mismo superan el aporte que proporciona la dieta

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se acepta, de forma general, que existe anemia cuando un hombre adulto posee menos de 130 g/L de hemoglobina, menos de 120 g/L en mujeres y valores inferiores a 110 g/L en niños y mujeres gestantes, aunque habría que considerar la cifra habitual de hemoglobina de cada persona.

Causas de la anemia ferropénica
La cantidad de hierro en el organismo depende del balance entre las demandas fisiológicas y la cantidad ingerida de hierro. Hay determinados períodos de la vida en los que este balance es negativo y el organismo debe recurrir al hierro de depósito. Por lo tanto, durante dichas etapas una dieta con insuficiente cantidad o baja biodisponibilidad de hierro agrava el riesgo de desarrollar una anemia ferropénica.
La anemia ferropénica puede deberse a:
  • Disminución del hierro disponible, no pudiendo satisfacer los requerimientos normales. En los países pobres, la menor ingesta de hierro se debe a una dieta insuficiente. En los países socioeconómicamente desarrollados, el aporte insuficiente se produce por dietas inadecuadas, bien por ser desequilibradas o por ser insuficientes, como son algunas dietas de adelgazamiento o de vegetarianos estrictos. 
  • Elevados requerimientos de hierro, como ocurre durante los primeros años de vida, adolescencia, embarazo y lactancia. 
  • Pérdidas sanguíneas, bien por pérdidas menstruales excesivas o por hemorragias diversas, o como ocurre en el caso de tumores intestinales o uterinos, entre otros. 

Consecuencias de la anemia ferropénica
De entre todas las consecuencias que conlleva la anemia, destacan:
  • Falta de energía: sensación de cansancio, apatía, debilidad, mareos, irritabilidad, anorexia, mialgias e incluso parestesias de pies y manos, que en conjunto son manifestaciones neuromusculares.
  • Puede llegar a producirse lengua lisa y brillante, uñas quebradizas y deformes, pelo quebradizo, etc.
  • Palidez de mucosas y piel. 
  • Manifestaciones circulatorias: taquicardia, palpitaciones, etc.
  • Disnea: dificultad respiratoria, falta de aire.
  • Afectación cerebral, pudiendo llegar a afectarse la atención, la memoria y el aprendizaje. 
  • Disminución de la respuesta inmunitaria.
  • Alteraciones metabólicas hepáticas, por disminución de la síntesis en el hígado de diversas enzimas dependientes de hierro. 
  • Alteraciones hemáticas, utilizadas tanto para el diagnóstico como para evaluar la respuesta al tratamiento. Son alteraciones en los hematíes, hemoglobina, hierro sérico, etc.
Tratamiento dietético en la anemia ferropénica
El mejor tratamiento de la anemia es la prevención. Para ello, es necesaria una dieta equilibrada que aporte los requerimientos adecuados de hierro. Esto en muchas ocasiones no es posible ya sea por limitaciones económicas o por hábitos dietéticos erróneos muy frecuentes hoy día, especialmente entre adolescentes y niños, grupos de población con un alto riesgo de anemia ferropénica nutricional. Por ello, en muchos casos es necesaria no sólo la modificación de dichos hábitos dietéticos, sino también recurrir a alimentos fortificados e incluso a suplementación con hierro medicinal. 

El objetivo del tratamiento dietético para tratar la anemia ferropénica es normalizar el nivel de hemoglobina y rellenar los depósitos de hierro. 

El hierro aparece en dos formas en la dieta: hierro hemo y hierro no hemo. El hierro hemo está presente sólo en alimentos de origen animal (carne, pescado y marisco, entre los que destacan las almejas, chirlas, berberechos y similares), mientras que el hierro no hemo se encuentra en alimentos de origen animal (junto al hierro hemo) y en los de origen vegetal (legumbres, frutos secos, verduras y hortalizas, destacando las habas secas y los pistachos), en donde es la única forma existente. El hierro hemo es más fácilmente absorbible. Se estima que el hierro hemo se absorbe en un 25% aproximadamente, y entre el 1 al 5% la forma no hemo. 

Las modificaciones de la dieta incluyen:
  • Aumentar el consumo de hierro hemo. La absorción de hierro hemo no está afectada por otros componentes de la dieta, con la posible excepción del calcio. 
  • Aumentar el consumo de sustancias que favorecen la absorción del hierro no hemo: ácido ascórbico, proteínas de origen animal y ácidos orgánicos, como el succínico, cítrico, málico, láctico y tartárico. El ácido ascórbico o vitamina C lo encontramos en las naranjas, limones, pimientos, kiwis, fresones…
  • Disminuir el consumo de inhibidores de la absorción del hierro no hemo: polifenoles (té, café, chocolate, vino tinto), fitatos (presentes en los cereales integrales), oxalatos, proteínas vegetales (proteínas de la soja) y diversos minerales como el cinc, manganeso, magnesio, cobre y calcio. 
Resulta muy interesante la combinación de alimentos que faciliten la absorción de hierro con alimentos ricos en hierro. Por ejemplo, es ideal después de comer legumbres tomar como postre un zumo de naranja, o combinar las legumbres y el arroz con proteínas (carne, huevo o pescado). 

Es la composición general de una comida y las necesidades de una persona las que determinan en gran medida el grado de absorción y la cantidad de hierro liberada finalmente en el organismo. Las necesidades de la persona influyen en la absorción del hierro de forma que si estas no están cubiertas y hay carencia de hierro, la absorción aumenta con respecto a la absorción de una persona sana. El grado de absorción de hierro depende, por tanto, de la cantidad de las reservas de hierro en el organismo, de forma que individuos con anemia ferropénica son capaces de absorber entre un 20 y un 30% del hierro presente en la dieta, mientras que un individuo sin anemia sólo absorbe un 5-10% del total de hierro ingerido. Este control de la absorción es importante porque el cuerpo no elimina con facilidad el exceso de hierro una vez absorbido, por lo que absorbe sólo a medida que se necesite. 

La fortificación de los alimentos con hierro es la forma más práctica de prevenir o paliar la carencia de hierro. Su principal ventaja es que el consumo de estos productos no requiere de una conducta activa del sujeto. La harina, la sal y el azúcar son algunos alimentos que pueden estar fortificados con hierro.

También existe la posibilidad de tomar suplementos orales de hierro (sulfato ferroso). El hierro se absorbe mejor con el estómago vacío, pero muchas personas no lo toleran así y pueden necesitar tomarlo con alimentos. La leche y los antiácidos pueden interferir en la absorción del hierro y no deben tomarse simultáneamente con los suplementos del mismo. La vitamina C, en cambio, puede aumentar la absorción y es esencial en la producción de hemoglobina. El hierro intravenoso o intramuscular está disponible para pacientes que no pueden tolerar las formas orales. El hierro suplementario es necesario durante el embarazo y la lactancia, ya que el consumo normal en la dieta rara vez es suficiente para suministrar la cantidad requerida. 

Los suplementos de hierro suelen ser necesarios en el tratamiento de la anemia ferropénica. Después de 2 meses de terapia con suplementos de hierro el hematocrito debe normalizarse, pero debe continuarse la terapia por otros 6 a 12 meses para reponer las reservas corporales, almacenadas en su mayoría en la médula ósea. 

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