Hay muchas formas de tomar chocolate, la más sencilla tomar una de esas clásicas pastillas y ponerse a tomar una onza. Pero coincidirán conmigo que una de las formas sublimes de disfrutarlo son los bombones de chocolate, claro.
Bombones de chocolate puro
A mi me gustan los que llevan un alto porcentaje de cacao (entre un 60 y 70%) . No tengo nada contra los que incorporan leche, pero los «Bombones puros» transportan hacia la divinidad, mientras que los otros se me perdieron en el camino de la adolescencia.
También es importante la procedencia o el origen del cacao con el que se hace el bombón. Como en los vinos, esta cada vez más de moda identificar la procedencia del chocolate. El aroma, el sabor, incluso el amargor varia muy sustancialmente dependiendo del país o del continente. Los chocolates Lindt, aparte de esa lujuria que supone su Excellence Orange Intense, tuvieron el acierto de colocar en el mercado tabletas con «denominaciones de origen» de las grandes zonas productoras de cacao del mundo. Ahora ya nos las veo. Estaría bien encontrar bombones con chocolates de diferentes zonas del mundo.
Cada vez se afina más sobre el origen del chocolate. Por ejemplo Carmen Velez (Restaurante La Sirena), aprovechando ese centro de gravedad y sabiduría que supone Elda -Petrer con la influencia cercana del maestro de maestros Paco Torreblanca, nos introduce en su carta una tarta de chocolate «guayaquil».
Clases de bombones
Hoy se hacen bombones de casi todo. Un clásico sería el maridaje del chocolate con el café, un producto que comparte clima y tierra. A los ingleses les encanta con menta. A mi también.
Aunque sea un pecado gastronómico, me encantan los bombones de licor -hay una tienda de Alicante de la calle Mayor que los hace deliciosos-. Si me faltan, suelo coger los domingos por la tarde algo de chocolate puro (70%) y una copa de coñac. Corto trocitos pequeños de ese chocolate y con sorbitos pequeños de coñac voy derritiendo el chocolate en mi paladar. He de confesar que esta costumbre supera los requisitos y exigencias del paladar para adentrarse en otros placeres. No se les ocurra experimentarlo, es muy personal. Les estoy contando una debilidad.
Chocolates Valor, aparte de hacer un chocolate ideal como ingrediente de muchas recetas (ver por ejemplo nuestra Mousse de chocolate), son maestros con los frutos secos, almendras, avellanas… Y esto lo trasladan a los bombones… Y no sé porqué cuando hablo de ellos siempre me acuerdo del chocolate con churros que hacen en sus franquicias.
Pero la cocina creativa también llega a los bombones. Corteza de mandarina, plátano, azafrán, té… Aquí hay que referirse otra vez a Paco Torreblanca. Acabo de venir de su pastelería Totel y no quiero perder más tiempo, otro día les cuento.
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