Según un artículo publicado el 12 de febrero de 2007 en Msnbc.msn.com, un nuevo estudio ha descubierto que las mujeres con un historial de depresión posparto suelen tener unos niveles inusualmente elevados de cobre en la sangre, lo que sugiere que este mineral podría desempeñar un papel en el trastorno.
Alrededor de un 15% de mujeres desarrollan una fuerte depresión posparto tras dar a luz. Ante la duda de por qué algunas mujeres son más vulnerables que otras, los resultados de un nueva investigación, publicada en la revista Journal of Trace Elements in Medicine and Biology, sugieren que la regulación de los niveles de cobre en el cuerpo podría tener algo que ver.
Los investigadores observaron que los niveles de cobre en sangre eran significativamente más elevados en 78 mujeres con un historial de depresión posparto, en comparación con otras mujeres sin depresión o que sufrían otros tipos de depresión no relacionadas con el parto.
La teoría de los investigadores es que algunas mujeres podrían tener problemas para eliminar el exceso de cobre del cuerpo. Durante el embarazo los niveles de cobre de las mujeres suelen aumentar hasta más del doble de lo normal, normalizándose posteriormente, tras el nacimiento del niño. Pero, por algún motivo, en las mujeres con depresión posparto los niveles de cobre no se normalizan. Según los autores del trabajo esto se debe probablemente a un trastorno genético en la proteína que regula los niveles de cobre.
Los niveles elevados de cobre podrían contribuir a la depresión posparto debido al papel del metal en la química cerebral. El exceso de cobre en el cerebro puede alterar el equilibrio de la dopamina y la norepinefrina, dos sustancias químicas que regulan el estado de ánimo.
En su estudio, Walsh y su colega, el Dr. John W. Crayton, examinaron los datos de un grupo de pacientes tratados en el centro Pfeiffer entre 1990 y el 2002. Se centraron en los niveles de cobre en sangre de 78 mujeres con un historial de depresión posparto, 148 con un historial de depresión por otros motivos y 28 sin ningún historial de depresión.
El nivel medio de cobre en el grupo de las mujeres con depresión posparto era de 131 microgramos por decilitro de sangre, frente a los 111 mcg/dL del grupo de mujeres con otros tipos de depresión y los 106 mcg/dL de las mujeres sin depresión.
Estas diferencias no prueban que los niveles elevados de cobre causen depresión posparto, pero sí indican que pueda ser un factor que contribuye a la propensidad de sufrirla. Además, las mujeres con depresión posparto respondieron a tratamientos con suplementos que “normalizaron” sus niveles de cobre en sangre.
Fuente: MSNBC