Expertos de la salud han afirmado que no es malo comer huevos con frecuencia, en un intento por desbaratar el “mito”, enormemente arraigado entre los consumidores y algunos profesionales de la salud, de que los huevos están relacionados con el colesterol en sangre y, por tanto, las personas no deberían comer más de tres huevos a la semana.
Los expertos señalaron que al público le ha costado aceptar el cambio en la recomendación sanitaria sobre este tema, según el cual ya no es necesario limitar el consumo de huevos como parte de una dieta equilibrada, salvo en el caso de las personas que tengan una propensión genética a tener el colesterol alto (una de cada 500 personas).
Juliet Gray y Bruce Griffin, de la Universidad de Surrey, reavivaron el eslogan publicitario de las décadas de los 50 y los 60, que decían que años de investigación habían revocado las sugerencias anteriores de que el colesterol de los alimentos influenciaba considerablemente los niveles de colesterol en sangre y, por tanto, suponía un factor de riesgo de enfermedad coronaria.
Según ellos, las grasas saturadas son mucho más peligrosas (un mensaje respaldado por la agencia gubernamental FSA (Food Standards Agency).
El examen teórico de las pruebas se ha publicado en el boletín de nutrición de la British Nutrition Foundation, cuyo consejo editorial realizó el encargo del artículo. Los autores son también consejeros del Consejo británico de la industria del huevo (British Egg Industry Council), que el pasado mes de noviembre encargó una encuesta que sugirió que el 45% del público todavía pensaba que no debía comer más de tres huevos a la semana.
Griffin, profesor de metabolismo nutricional, señaló que no es necesario que la gente limite su consumo de huevos. «Es más, se les puede animar a incluirlos en una dieta saludable, puesto que son uno de los alimentos con mayor densidad nutricional de la naturaleza».
Según Hilary Jones, médica que ha trabajado en programas de televisión, muchos médicos de cabecera todavía creen en ese mito. Y Cath MacDonald, nutricionista del Servicio británico de información sobre el huevo (British Egg Information Service), señaló: «Los huevos deberían pasar de ser un alimento restringido a ser recomendados proactivamente como parte de una dieta saludable».
Desde su puesta en marcha en el 2000, la FSA nunca ha recomendado un límite para los huevos, y la BHF (British Heart Foundation) cambió su recomendación en el 2007.
A mediados de la década de los 60, los británicos comían una media de unos cinco huevos por semana, pero ñlas recomendaciones dietéticas ayudaron a que la cifra cayese a menos de dos por semana a mediados de los 90. La recomendación se basó, en un principio, en la postura de EEUU y en artículos de investigación que no diferenciaron entre las grasas saturadas y el colesterol presente en los alimentos; y, posteriormente, por el miedo a la salmonela.
El consumo ha aumentado ligeramente desde entonces, pero es poco probable que la industria del huevo recupere su antiguo eslogan, en parte debido a la falta de dinero. Su último intento, en el 2007, de recuperar estos anuncios, fue sancionado por el órgano que regula la publicidad en el Reino Unido, el BACC (actualmente, denominado Clearcast), debido a que, según el organismo, la sugerencia de que las personas deberían comer huevos a diario no era nutricionalmente equilibrada.
Fuente: The Guardian