Un estudio definitivo realizado por investigadores de la Universidad de Oxford indica que la obesidad moderada acorta unos tres años la vida y que las personas con una obesidad severa morirán 10 años antes de lo que debieran.
El estudio, publicado en línea en la revista médica Lancet, es un análisis de los datos de cerca de un millón de personas de todo el mundo. Se trata de la mayor investigación realizada hasta la fecha sobre cómo afecta la obesidad a la mortalidad.
El análisis examinó el IMC (índice de masa corporal) de cerca de un millón de personas pesadas y medidas en 57 estudios independientes, en su mayoría de Europa y Norteamérica. En la escala del IMC, que se calcula dividiendo el peso de un individuo en kilogramos por el cuadrado de su altura en metros, más de 25 se considera sobrepeso y más de 30, obeso.
En el estudio, financiado por el Medical Research Council, la British Heart Foundation y Cancer Research UK, se realizó un seguimiento de los participantes durante 20 años, tiempo durante el cual 100.000 de ellos murieron.
Los investigadores observaron que el mejor IMC es de alrededor de 24 (el que tenía el grupo con el índice de mortalidad más bajo). Para alguien con una altura de de 1,70m, equivaldría a un peso de unos 70kg.
Las personas con una obesidad moderada (IMC de 30 a 35), algo actualmente común, murieron tres años antes de lo que lo habrían hecho en caso de tener un peso normal. Y la obesidad severa (IMC entre 40 y 50), redujo el tiempo de vida en 10 años –una reducción similar a la que produce el consumo de tabaco–, pero la obesidad severa todavía no es muy frecuente y apenas afecta al 2% de la población.
Sir Richard Peto, de la unidad de servicio de ensayos clínicos de Oxford, quien dirigió el estudio, señaló que se deberían poner en práctica iniciativas para desanimar a a gente a engordar, algo que en Gran Bretaña sucede con mayor frecuencia entre los 25 y los 50 años de edad. «Es muy difícil perder peso y mantenerlo», señaló. «Pero dejar de engordar es factible».
Las personas que rondan los 20 años con un IMC óptimo de 24 tendrían que ganar cerca de un tercio de su peso corporal para ser clasificados como obesos y duplicar su tamaño para tener una obesidad severa.
La obesidad mata, pero solo en los casos extremos lo hace tan rápido como el tabaco.
Fuente: The Guardian