Aprender a comer fruta
En muchas ocasiones no sabemos cómo debemos consumir la fruta para obtener todos los nutrientes, vitaminas y minerales que éstas aportan a nuestro cuerpo. La educación sobre la fruta, su consumo y sus temporadas, desde que somos niños, nos ayudará a sentirnos bien, a reforzar la salud y, a llevar a dieta sana y equilibrada.
Entre los beneficios de la fruta que todos conocemos: riqueza de minerales, vitaminas y nutrientes fundamentales para el organismo y su mejor salud y rendimiento, conocemos que su composición es mayoritariamente de agua, entre un 90 y un 95% de la fruta es agua. Pero ¿qué más aporta la fruta? Un gran desconocido por muchos es la glucosa, esencial para que el cerebro trabaje mejor, rinda más y sea más eficiente. La fructosa de la fruta se convierte en glucosa y ésta se convierte a su vez en un fuente de alimentación esencial.
El principal componente energético de la fruta son los hidratos de carbono. Además, la fruta contiene pecticina, un tipo de fibra no absorvente por nuestro organismo que reside en las paredes de cada pieza de fruta, que se encarga de reducir y regular el colesterol. Asimismo, las frutas y su contenido de fructosa ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. Por ello es muy conveniente aprovechar todos las propiedades de las frutas para evitar enfermedades.
¿Cómo debemos tomar la fruta? En muchas dietas y métodos de regulación alimentaria y pérdida de peso nos dicen que la fruta debe comerse con el estómago vacío. ¿Por qué? La fruta se digiere mayoritariamente en el intestino delgado, dónde se liberan los azúcares. Esto supone que si tomamos la fruta con el estómago vacío éstas no tendrán que digerirse tras otros alimentos, sino que directamente se desplazarán al intestino pasando por el estómago y brindarán al organismo con todas sus propiedades.
En cambio, si tomamos la fruta como postre o tras un lácteo en la merienda, por ejemplo, los azúcares se liberarán en el estómago, ya que hay otros alimentos procesándose en este espacio. ¿Qué ocurre? Qué al liberar la fructosa en el estómago podemos sufrir malestar, acidez o reflujos por que estos azúcares se han fermentado en el estómago y no en el intestino delgado.
Y, ¿cómo preparar la fruta? Lo ideal en el consumo de frutas es que éstas sean frutas de temporada, qué consumamos fruta fresca y, en el momento en qué comencemos con la pieza la terminemos para que ésta no pierda propiedades. Y… ¿Los zumos de frutas? Estos son muy apropiados, sobretodo en los niños, con los que supone algo más de esfuerzo el consumo de frutas. Los zumos deben prepararse al momento de consumirlos. Cuándo exprimirmos una naranja, por ejemplo, para hacer zumo, éste se va oxidando y va perdiendo vitaminas a medida que pasa el tiempo. Los zumos envasados, aunque en el envase nos ofrezcan zumo natural, no tendrá las mismas propiedades nutritivas que el zumo recién exprimido con fruta fresca. Los conservantes, procesos de envasado, transporte, refrigeración… afectan a las propiedades de los alimentos. Su consumo no es malo, simplemente contiene menos vitaminas, minerales y nutrientes que el mismo zumo si lo preparásemos de manera natural en casa antes de su consumo.
Además, existen métodos, como el Método Bouquet que enseña métodos para aprender a comer fruta. Se trata de una herramienta para que los niños aprendan sobre las frutas, verduras y su consumo ideal. Disfrutar de los productos de temporada y, saber como tratarlos y consumirlos es uno de los mayores regalos que podemos hacerle a nuestro cuerpo y nuestra salud cada día.
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