Consejos sobre los alimentos que no deberían congelarse nunca
Quizá estemos acostumbrados a comprar, congelar y descongelar todo tipo de alimentos y hacerlo de forma distinta para intentar preservar sabores, texturas pero… ¿y las propiedades de los alimentos? Hoy hablamos de 10 alimentos que alteran sus propiedades al ser congelados.
1. La leche
La leche, principalmente cuando se trata de leche entera o semidesnatada al congelarse y descongelarse queda con unos grumos desagradables al tacto e incluso si se descongela de forma brusca puede alterar el sabor dejando la leche algo agria.
2. Crema agria o nata
Otro lácteo que no soporta bien el cambio de estado y altera sus propiedades, sabor y textura al ser congelado. La crema agria se corta cuando se congela y, ¡no se puede comer! no es sano ni agradable e incluso puede suponer una indigestión fuerte.
3. Queso
Este es otro lácteo que puede ver alterada su textura y sabor. Pero siempre depende del tipo de queso que queramos congelar, que no todo actúan del mismo modo y reaccionan igual. En esta sección de trucos podéis ver cómo congelar productos lácteos.
4. Patatas en crudo
Las patatas son ricas en agua por lo que al congelarlas y descongelarlas se van a poner excesivamente blandas y el sabor como la textura van a ser muy diferentes al de una patata natural.
5. La fruta y la verdura fresca
Por lo general las hortalizas, frutas y verduras se componen principalmente de agua por lo que al congelarlas y descongelarlas el agua se congelada y pierde gran parte de su frescura y textura. Además, al descongelarla el agua hace que la verdura o la fruta se reblandezca quitándole ese tacto que caracteriza a cada uno de estos ingredientes. Además, en algunos casos varía hasta el sabor, principalmente en frutas como las fresas, sandía…
6. Los fritos
Las patatas fritas, pescado frito, tortitas… todos los fritos en general deben estar exentos de la congelación. Una de las cosas que caracteriza a las recetas de fritos es la textura crujiente que acompaña cada bocado y eso se pierde siempre que se congelan.
7. Los huevos frescos
El huevo con cáscara, el huevo fresco natural, no debe congelarse porque al solidificarse ocupa un espacio diferente y romperá la cáscara impidiendo que lo descongelemos bien y podamos usarlo con tranquilidad.
8. Claras montadas
Cuando montamos claras de huevo y conseguimos esa cremosidad y esponjosidad con ese color blanco que dan una textura especial a cada plato… Al congelarlo lo perdemos. Las claras bajan hasta convertirse en un líquido amarillento y de textura, cuanto más, extraña.
9. Las ensaladas y hojas verdes
Congelar canónigos, lechuga, espinacas… es horrible porque las hojas verdes se quedan pochas, blandas y cambian hasta de color. Se marchitan al congelarse y descongelarse. Es el efecto parecido a cuándo tenemos una lechuga muchos días en la nevera.
Con los lácteos y huevos hay que llevar especial cuidado. Y con los zumos naturales saber que se perderán las propiedades, como es el caso del zumo de naranja, que perderá prácticamente toda su vitamina C al ser congelado.
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