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Café, posible anticancerígeno

25 de junio de 2010

El café podría proteger del cáncer de cabeza y de cuello

Los resultados de un estudio reciente se suman al cuerpo de pruebas que indican que tomar café protege del cáncer, en este caso del cáncer de cabeza y de cuello.

Los resultados completos del estudio se publicaron en línea en Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, una revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer.

Utilizando la información de un análisis combinado de nueve estudios recogidos por el consorcio INHANCE (International Head and Neck Cancer Epidemiology), los participantes clasificados como bebedores habituales de café, es decir, aquellos que bebían unas cuatro tazas de café al día o más, mostraron un 39% menos de riesgo de desarrollar un cáncer combinado de faringe y cavidad bucal, en comparación con los no bebedores.

Los datos sobre el café descafeinado eran demasiado escasos como para poder realizar un análisis detallado, pero no indicaron un aumento del riesgo. El consumo de té no se asoció con el riesgo de cáncer de cabeza y cuello.

La asociación es más sólida entre los bebedores habituales de café (los que consumen más de cuatro tazas de café al día).

Recientemente, los resultados de otro estudio publicado en la edición de enero de Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention mostraron una disminución en el riesgo de gliomas o tumores cerebrales, asociada con el café. Según los investigadores del Imperial College de Londres, esta asociación se observó entre los que bebían cinco o más tazas de café o té al día.

Fuente: Science Daily

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Relación entre Obesidad y Asma

21 de junio de 2010

Un nuevo estudio confirma una relación entre la obesidad y el asma

Varios estudios han mostrado una asociación entre la obesidad y el asma, las cuales, según señaló la Dra. Jun Ma del Instituto de Investigación Médica de Palo Alto, California, en la revista médica Allergy, se han vuelto mucho más comunes en los últimos treinta años.

Ma y su equipo analizaron cerca de 4.500 hombres y mujeres de la encuesta «National Health and Nutrition Examination Survey» para el periodo 2005-2006. Alrededor de un tercio tenían sobrepeso y otro tercio eran obesos.

Un 41% padecía algún tipo de alergia, mientras que el 8% tenía asma. Los investigadores querían aclarar estas cifras, porque la alergia y el asma están relacionadas en algunas personas.

El 12% de los individuos obesos padecían asma, en comparación con el 6% de los participantes del estudio con peso normal. Y la probabilidad de asma se incrementaba a medida que aumentaba el índice de masa corporal (IMC) –relación de peso y altura utilizada para medir la obesidad– y se ampliaban las circunferencias de la cintura.
El riesgo de asma era más del triple en los individuos más obesos en comparación con los de peso normal.

Pero la razón por la que ambas cosas podrían estar relacionadas todavía no está clara. Algunos investigadores han sugerido que la inflamación que se produce con la obesidad podría ser un factor, mientras que otros han argumentado que el motivo de la relación podría ser la resistencia a la hormona insulina reguladora fundamental del azúcar en sangre, que aumenta con el exceso de peso. Esa resistencia, a menudo, predice la aparición de la diabetes.

En declaraciones a Reuter, Ma afirmó que los resultados no descartan la posibilidad de que la insulina pueda ser un vínculo entre la obesidad y el asma.

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Alimentos que ayudan a prevenir la diabetes

18 de junio de 2010

Esta semana se ha publicado en diversos medios la noticia que el arroz integral ayuda a prevenir la diabetes de tipo 2. Pero hay otros alimentos que también ayudan a controlar o incluso prevenir esta enfermedad.

1. Verduras de hoja verde
El estudio Diabetes Care realizado en el 2008 descubrió que las mujeres que comían más vegetales de hoja verde, además de fruta, tenían un riesgo menor de desarrollar diabetes de tipo 2.

2. Frutos secos
Los frutos secos ayudan a calmar el hambre y proporcionan grasas saludables, magnesio y fibra. Se cree que los cacahuetes y otras variedades ayudan a reducir el riesgo de enfermedades coronarias y a mejorar los niveles de colesterol. Algunas investigaciones sugieren que comer frutos secos puede reducir el riesgo de diabetes. Las personas con diabetes deberían consumir frutos secos para reducir su riesgo cardiovascular, según un estudio publicado en el 2008 en la revista Journal of Nutrition. Pero no hay que pasarse – lo mejor es consumir frutos secos en pequeñas raciones y que sean naturales o tostados – no fritos.

3. El pescado azul
Elegir pescados ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón y prepararlo de cualquier forma excepto frito o rebozado. Un estudio publicado este mes en Diabetes Educator descubrió que las personas con diabetes que consumen más pescado pueden tener un riesgo menor de padecer de enfermedades cardiovasculares, además de presentar mejores niveles de colesterol y un riesgo menor de muerte cardíaca.

4. Leche y productos lácteos desnatados
Un estudio publicado en Archives of Internal Medicine en el 2005 descubrió que los hombres que consumían más productos lácteos, especialmente si eran desnatados, tenían un riesgo menor de desarrollar una diabetes de tipo 2. Otra investigación sugiere que los productos lácteos puede ayudar a prevenir la resistencia a la insulina, que conduce a la diabetes de tipo 2.

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Reducir riesgo de cataratas con la dieta

17 de junio de 2010

Una dieta saludable podría reducir el riesgo de cataratas en la mujer

Comer sano no es sólo bueno para el corazón, los huesos o para mantener un peso bajo. Las nuevas investigaciones demuestran que una buena nutrición también es buena para los ojos.

Un estudio de más de 1.800 mujeres ha descubierto que las que se encontraban en el grupo con la puntuación más alta en cuanto al seguimiento de las pautas dietéticas recomendadas a nivel nacional tenían un riesgo un 37% inferior de padecer cataratas nucleares. Esta asociación se mantuvo incluso después de ajustar otros factores no relacionados con la dieta.

La dieta saludable asociada con este riesgo reducido incluía grandes cantidades de frutas, verduras, cereales integrales y proteína magra, como frijoles, pescado, huevos y bajas cantidades de sal y grasa.

En general, se asoció una mayor prevalencia de cataratas con una mala alimentación y otros factores de estilo de vida, incluyendo el tabaquismo y la obesidad. Tener los ojos castaños, siendo miope y con una presión de pulso elevada se asoció también con una mayor prevalencia de cataratas. Curiosamente, tomar suplementos multivitamínicos no parece afectar al riesgo de cataratas. Los resultados se publicaron en la edición de junio de la revista Archives of Ophthalmology.

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15

Alimentos que ayudan la fertilidad

15 de junio de 2010

10 alimentos que potencian la fertilidad

Cereales integrales: los granos integrales como la avena, el arroz integral, el trigo integral y la quinoa son hidratos de carbono complejos, por lo que no sólo proporcionan mucha energía para la concepción de un bebé mediante la liberación de azúcar en sangre lenta y regularmente, sino que también contienen abundantes vitaminas B y E que son esenciales para la reproducción celular, el equilibrio hormonal y la producción de óvulos y espermatozoides sanos.

Pescado azul: los pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas son la mejor fuente de ácidos grasos esenciales (AGE) omega-3 y omega-6 que desempeñan un papel importante en la regulación de la función reproductora y mejoran el flujo sanguíneo y la calidad y movilidad del esperma. El aceite de linaza es una buena fuente alternativa de AGE para los que no comen pescado.

Productos lácteos enteros: las investigaciones indican que las mujeres que toman al menos una ración de lácteos enteros al día son significativamente menos propensas a padecer de problemas de fertilidad que las que siempre optan por productos lácteos semidesnatados o productos no lácteos. Los productos lácteos también son una buena fuente de calcio, importante en el desarrollo y el mantenimiento del sistema nervioso, los huesos y la sangre.

Ajo: aunque no es muy conocido como alimento para el romance, el ajo contiene una abundancia de nutrientes que potencian la fertilidad y se puede neutralizar fácilmente con perejil. Es una gran fuente de selenio que se cree mejora la fertilidad masculina y ayuda a prevenir la rotura del cromosoma que podría desempeñar un papel en los abortos involuntarios durante las primeras etapas. El ajo también contiene vitamina B6, que ayuda a regular las hormonas y fortalece el sistema inmunológico.

Carne roja magra: la carne roja magra es una buena fuente de hierro, lo que ayuda a prevenir la anemia, disminuye el riesgo de infertilidad ovulatoria y desempeña un papel en la producción y la función de los glóbulos rojos. La carne roja también es una buena fuente de vitamina B12, esencial en el mantenimiento y desarrollo del sistema nervioso.

Miel: la miel se ha utilizado para potenciar la fertilidad a lo largo de la historia por ser increíblemente rica en los minerales y aminoácidos que nutren el sistema reproductor y estimular la función ovárica.

Espinacas: las espinacas y otras verduras de hoja verde son una excelente fuente de ácido fólico que es importante para optimizar la producción de esperma, lo que facilita la producción regular de óvulos sanos y ayuda a prevenir defectos del tubo neural durante los primeros meses de embarazo. También es una buena fuente de hierro y vitamina C, ayudando a mejorar la calidad del esperma protegiendo el ADN almacenado en su interior de posibles daños.

Ostras: es la abundancia de zinc presente en este manjar de marisco lo que le imprime sus cualidades potenciadoras de la fertilidad. El zinc se considera, a menudo, el nutriente más importante para la fertilidad, ya que ha mostrado ayudar tanto en la producción de óvulos como en la salud del esperma. Si las ostras no son lo nuestro, podemos encontrar también el zinc en frijoles, huevos, nueces, granos integrales y semillas de calabaza.

Chiles: este alimento «picante» está relacionado con la fertilidad porque incrementa el flujo sanguíneo que circula por del cuerpo, asegurando que el sistema reproductor recibe un suministro adecuado. Los chiles estimulan la producción de endorfinas, lo que implica un mayor potenciamiento de la fertilidad, liberación del estrés, circulación alegre de hormonas por el cuerpo; y también son una excelente fuente de vitamina C, ayudando en la absorción de hierro.

Aguacate: el aguacate proporciona una rica fuente de vitamina E, un poderoso antioxidante y un nutriente esencial para la fertilidad tanto en hombres como mujeres, dado que mejora la viabilidad de los espermatozoides y ayuda a regular tanto la ovulación como la producción de moco cervical. También es una excelente fuente de grasas insaturadas que son esenciales para un funcionamiento hormonal saludable; el aceite de oliva es otra buena fuente de origen vegetal.

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Dieta mediterránea para gente con enfermedad coronia

8 de junio de 2010

La dieta mediterránea ayuda también a las personas que ya padecen una enfermedad coronaria

Es ya muy conocido que la llamada dieta mediterranea, rica en fruta y verduras, frutos secos, aceites vegetales, productos lácteos desnatados, legumbres, cereales integrales y pescado, ayuda a proteger de enfermedades coronarias y que podría prevenir también ciertos tipos de cáncer.
Sin embargo, hay menos información disponible sobre si la dieta mediterránea podría ser de ayuda también para las personas que ya tienen una enfermedad cardíaca.

Para investigarlo, un equipo de científicos griegos estudiaron a 1.000 pacientes que habían sufrido ataques cardíacos o dolor severo en el pecho. Calificaron a cada paciente en una escala de 0 a 55 basándose en el parecido de su alimentación con la dieta mediterránea ideal.

Casi la mitad de los pacientes experimentaron un segundo problema relacionado con el corazón en un plazo de dos años después de su anterior alta hospitalaria.

Pero los pacientes con las dietas más parecidas al estilo de la dieta mediterránea mostraron un riesgo un 31% inferior de sufrir otro ataque al corazón o dolor en el pecho durante el primer mes después del alta hospitalaria.

También mostraron ser la mitad de propensos que los que tenían los hábitos alimentarios menos parecidos a los de la dieta mediterránea a tener otro evento relacionado con el corazón en un año y casi un 40% menos propensos a volver a experimentar problemas de corazón en dos años.
Según las observaciones de los investigadores, por cada punto adicional en la clasificación de los 55 puntos, el riesgo de una persona de sufrir otro problema relacionado con el corazón en los dos años siguientes se reducía un 12%. Los pacientes con las dietas más parecidas a la mediterránea eran también los menos propensos a experimentar una reducción en la capacidad de la cámara principal de bombeo del corazón para trabajar a pleno rendimiento, así como a sufrir cambios estructurales perjudiciales en el corazón, conocidos como remodelación cardíaca.

Cuando los investigadores analizaron los diferentes componentes de la dieta mediterránea por separado, observaron que las verduras, la ensalada y los frutos secos eran los únicos alimentos que reducían el riesgo; las personas que comían verduras y ensalada o frutos secos a diario o semanalmente mostraron un 20% menos de riesgo de volver a sufrir problemas cardíacos en el plazo de dos años tras su hospitalización inicial, en comparación con las personas que tomaban estos alimentos alguna vez al mes o incluso con menos frecuencia.

Fuente: Reuters

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Consumir café no ayuda a estar alerta

7 de junio de 2010

Según los investigadores, los millones de personas que dependen de una dosis de café para empezar el día con energía no están más alerta que los que no son bebedores habituales de café.

El nuevo estudio sugiere que el café de la mañana sólo contrarresta los efectos de la abstinencia de cafeína que se han acumulado durante la noche.

A los que beben café con poca frecuencia tampoco les va mejor, experimentando sentimientos de ansiedad y exacerbación y síntomas de abstinencia al día siguiente.

También se estudió en qué medida las diferencias genéticas pueden influir en la respuesta de cada persona. Se tomaron muestras de sangre de 379 voluntarios, a quienes se les pidió que evitaran la cafeína durante 16 horas.

Después de ese período, se les dio una píldora de cafeína o un placebo. Más tarde, tomaron una dosis ligeramente superior u otro placebo. Y, posteriormente, los investigadores utilizaron un cuestionario estándar denominado MAPSS (Mood, Alertness and Physical Sensations Scales) para medir el estado emocional y de alerta de los sujetos.

La respuesta de los participantes a la cafeína depende de su consumo normal. Aproximadamente la mitad consumían regularmente unos niveles medio-altos de cafeína –el equivalente a una cuantas tazas de café al día– mientras que el resto tomaban, en general, poca o ninguna cafeína en absoluto.

En ningún momento la cafeína incrementó el nivel de atención de ninguno de los grupos por encima de los niveles de los no consumidores de café que recibieron el placebo. Pero los amigos de la cafeína a los que se les administró un placebo después de estar sin tomar café durante 16 horas se sentían menos alerta y experimentaron peores dolores de cabeza que los que recibieron su dosis habitual. Cuatro personas tuvieron que abandonar el estudio debido a la severidad de sus dolores de cabeza.

Los que consumían café con muy poca frecuencia tuvieron más dolores de cabeza después de tomar las píldoras de cafeína, pero no se sintieron más alerta de lo normal.
Entre las personas que normalmente consumían poco o nada de cafeína, una dosis aumentó sus niveles de ansiedad. Los participantes que tenían una variante de un gen llamado ADORA2A, que se ha vinculado a los ataques de pánico, se volvieron particularmente ansiosos después de una dosis de cafeína.

Los habituados a unos niveles medio-altos de cafeína, sin embargo, no sintieron más ansiedad después de tomar la cafeína, lo que implica que el consumo regular ayuda a desarrollar una resistencia a su efecto inductor de ansiedad.

Fuente: The Guardian Science

jue
27

Refrescos y tensión arterial

27 de mayo de 2010

Menos bebidas azucaradas, menor tensión arterial

Según unos investigadores, incluso una pequeña reducción en el consumo diario de refrescos azucarados podría mejorar nuestra tensión arterial..

Según el informe publicado el 24 de mayo en la revista Circulation, en el estudio de 18 meses de duración, los investigadores descubrieron una reducción apreciable en la tensión arterial –de 1,8 puntos en la tensión sistólica (el valor más elevado) y 1,1 puntos en la tensión diastólica– al reducir el consumo aproximadamente una lata de bebida azucarada al día.

«Observamos una relación directa dosis-respuesta», señaló el líder del estudio, el Dr. Liwei Chen, profesor ayudante de epidemiología en la Facultad de Salud Pública de la Universidad Estatal de Louisiana. «Individualmente, no fue una gran reducción. Pero a nivel de población, una reducción en el consumo total podría tener un enorme impacto».

La mejora se registró en un grupo de personas mayores cuyo consumo de partida ya estaba muy por debajo del consumo estadounidense promedio de 2,3 raciones de bebidas azucaradas al día, indicó Chen.

El informe AHA se centró en los azúcares añadidos a los alimentos procesados, no en los azúcares que se encuentran en alimentos naturales, como la fruta. En él, se recomienda a los hombres limitar su consumo de azúcares añadidos a 150 calorías al día (unas nueve cucharadas) y a las mujeres a 100 calorías o seis cucharaditas.

En el estudio, las bebidas endulzadas con azúcar incluyen los refrescos normales, las bebidas de frutas, el ponche de fruta y la limonada.

Aun después de tener en cuenta la pérdida de peso, el impacto del consumo reducido de azúcares en la mejora de la tensión arterial continuó siendo significativo. Fuente: My Optimum Health

Relacionado con Refrescos y tensión arterial:

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25

Alimentos que favorecen el sueño

25 de mayo de 2010

Comer para dormir mejor: La clave está en seguir una dieta equilibrada

Centrándonos en qué, cuándo y cuánto comemos durante el día y antes de acostarnos, podremos tener, en general, un sueño más reparador. A continuación se indican algunos consejos:

  • Incluir proteína magra y una pequeña cantidad de hidratos de carbono y grasas saludables en todas las comidas y meriendas. Algunas fuentes de proteína magra son el pescado, el pollo, el requesón, el yogur, los huevos, el tofu y las habas. Las grasas saludables incluyen los aguacates, el aceite de oliva, los pescados grasos, los frutos secos y las semillas. Los alimentos vegetales como los cereales integrales, las habas, las verduras y frutas aportan hidratos de carbono complejos y fibra.
  • Ser constante. Comer o picar algo cada tres o cuatro horas. Desayunar en menos de una hora (dos como máximo) tras despertarse. Probar los huevos, la mantequilla de cacahuete o el aguacate en pan tostado de trigo entero, los copos de avena con nueces y leche o requesón con fruta. Para el almuerzo, ensalada con pollo a la parrilla o camarones, un sándwich de pavo en pan de trigo integral o una sopa de habas. Incluir una merienda por la tarde hay una distancia de más de cuatro horas con la cena. Probar con fruta y un puñado de frutos secos, un pastel de arroz con mantequilla de cacahuete o galletas integrales con queso bajo en grasa.
  • Evitar las comidas pesadas por la noche. Hacer una comida copiosa poco antes de irse a dormir puede interferir en el sueño. No conviene que el cuerpo esté ocupado dirigiendo la cena mientras intentamos descansar por la noche. Además, acostarse con el estómago lleno hace que los ácidos y los jugos gástricos fluyan hacia el esófago, pudiendo causar ardor de estómago en algunas personas.
  • Evitar sustancias como la cafeína. Es obvio que cualquier alimento o bebida con cafeína puede perturbar el sueño, aunque ésta no actúa igual en todas las personas. Si somos sensibles a la cafeína, evitarla por la tarde y por la noche. Hay que recordar que la cafeína está presente en el chocolate, el té y algunos refrescos y medicamentos. Incluso quedan pequeños restos de cafeína en el café descafeinado.
  • Evitar el alcohol por la noche. Tener en cuenta que, aunque pequeñas cantidades de alcohol pueden ayudarnos a conciliar el sueño (y pueden ser relajantes), en realidad, el alcohol interfiere a la hora de mantenerse dormido.
  • No beber demasiados líquidos antes de acostarnos. Por lo general, el cuerpo tarda unos 90 minutos en procesar los líquidos. Si las ganas de orinar nos despiertan en medio de la noche debemos limitar los líquidos de cualquier tipo al menos 90 minutos antes de acostarnos.

Fuente: My optimum health

jue
20

Alimentación y asma: Evitar las grasas

20 de mayo de 2010

Según un estudio reciente, una dieta rica en grasa puede empeorar el asma

Un nuevo estudio ha descubierto que una comida rica en grasas puede aumentar la inflamación de las vías aéreas y puede inhibir la respuesta a un medicamento común para el asma.

Investigadores de la Universidad de Newcastle, en Australia, reunieron a 40 sujetos asmáticos que fueron distribuidos aleatoriamente para recibir una comida con un alto contenido en grasa, una comida con un elevado contenido calórico o una baja en grasa y baja en calorías. Se tomaron muestras de «esputo» del aparato respiratorio de los sujetos antes de tomar las comidas y cuatro horas después y se analizaron en busca de marcadores inflamatorios.

Los investigadores observaron que, en los sujetos que tomaron la comida rica en grasas,aumentaba la inflamación en las vías respiratorias y disminuía la respuesta al fármaco broncodilatador albuterol.

Según los investigadores la observación de que una comida rica en grasas modifica la respuesta asmática frente al albuterol fue inesperada dado que no se había considerado la posibilidad de que esto ocurriese. En este sentido es un hallazgo importante.

La prevalencia del asma ha aumentado considerablemente en los países occidentales en las últimas décadas, lo que sugiere que factores ambientales como la dieta pueden desempeñar un papel en la aparición y el desarrollo de la enfermedad. Se sabe que las dietas occidentalizadas son relativamente más ricas en grasa que otras dietas más tradicionales.

Fuente: Drcultler