El consumo de café parece estar relacionado con la reducción de las tasas de suicidio.
Beneficios del café: Café reduce el riesgo de suicidio
Alergias e intolerancias alimentarias
- Alimentos que a menudo causan alergias alimentarias son: los huevos, el pescados, los cacahuetes, la leche, las nueces, el mariscos y el trigo. Los alimentos más comunes que causan intolerancias alimentarias son los lácteos (lactosa), los cereales con gluten y los alimentos que suelen causar la acumulación de gases intestinales como los frijoles o la col. Además, pueden causar intolerancias sustancias químicas como las aminas presentes en algunos quesos o la cafeína del café, té y chocolates.
- Los síntomas de una alergia alimentaria suelen aparecer poco después de comer el alimento, sin embargo, los síntomas de la intolerancia tardan un poco más.
- Las alergias alimentarias se desencadenan incluso con pequeñísimas cantidades del alimento, mientras que las personas con una intolerancia alimentaria pueden tolerar pequeñas cantidades del alimento hasta que éste les cause problemas.
- Los síntomas de las alergias alimentarias son urticarias, picazón, inflamación de la piel, síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea o síntomas respiratorios. Los síntomas de las intolerancias alimentarias suelen ser gases intestinales, dolor abdominal o diarrea.
- Las alergias alimentarias pueden ser mortales, mientras que las intolerancias alimentarias pueden ser muy graves y desagradables, pero rara vez son potencialmente mortales.
Las intolerancias alimentarias y su diagnóstico
El mejor tratamiento para las intolerancias alimentarias es evitar comer el alimento que la causa o hacerlo en pequeñas cantidades, aunque también se pueden tomar suplementos que ayuden a la digestión.
Para diferenciar los signos y síntomas de una intolerancia de los de una alergia se suele realizar una prueba cutánea para analizar de reacciones alérgicas a las sustancias o un análisis de sangre, ya que excepto para la intolerancia a la lactosa y la enfermedad celíaca, no existe una prueba precisa, fiable y validada para identificar una intolerancia alimentaria. Una vez se sabe que no es una alergia alimentaria, puede ser muy útil seguir una dieta de exclusión, y observar todos los signos y síntomas que sienta la persona, los tiempos que tardan en aparecer, etc. Gracias a esta dieta, se conseguirá descubrir el alimento que causa intolerancia. En una dieta de exclusión el alimento sospechoso es eliminado de la dieta por un período determinado, normalmente, entre dos semanas y dos meses. Si durante este tiempo desaparecen los síntomas y signos y las reacciones adversas se resuelven, ya sabremos que el alimento excluido es el causante de la intolerancia alimentaria. Además, se puede confirmar observando si al volver a consumirlo los síntomas y signos reaparecen.
Algunas personas cuando eliminan el alimento que les causa intolerancia de su dieta, cuando vuelven a consumirlo descubren que no les causa reacciones adversas. Esto se conoce como tolerancia, y no se puede saber de otra manera más que por ensayo y error.
Si se descubre que se tiene alguna intolerancia alimentaria, como por ejemplo a la lactosa, es interesante acudir a algún dietista-nutricionista para poder descubrir la tolerancia individual al alimento y sustituirlo en la dieta sin dar lugar a carencias por la exclusión de dicho alimento.
Como siempre, les agradecemos que nos cuenten sus experiencias sobre el tema.
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Nutrición y cáncer: Dieta para prevenir el cáncer
Relación entre nutrición y cáncer
Alimentos anticarcerígenos o protectores frente al cáncer
En general, los alimentos vegetales son anticáncerígenos, reduciendo el riesgo de cáncer de forma notable. Los alimentos que podemos incluir en la dieta que más destacan por sus efectos anticancerígenos o protectores frente al cáncer son:
- Alimentos ricos en fibra: la fibra tiene papel protector frente al cáncer. Esto es debido a que la fibra acelera el tránsito intestinal, por lo que los posibles elementos tóxicos que ingerimos en la dieta permanecen menor tiempo en el tubo digestivo, por lo que se absorben menos y llegan en menor cantidad a los órganos y sistemas, causando daños menores. Además, la fibra puede atrapar otras sustancias, evitando también por este método que nos perjudiquen al llegar a otros órganos. El efecto anticancerígeno de la fibra puede disminuir el riesgo de sufrir cáncer de mama y de próstata, gracias a que la fibra absorbe estimulantes de estos tipos de cáncer, que acabarán eliminándose con las heces.
- Vitamina A y carotenos: se le atribuye un efecto anticancerígeno frente al cáncer de boca, estómago, colon, bronco-pulmonar y de cuello uterino. La vitamina A está presente en muchos vegetales, generalmente en forma de betacarotenos (provitamina A o precursor de la vitamina A), por lo que su consumo no es complicado de obtener con la dieta. Los betacarotenos actúan atrapando radicales libres y sustancias cancerígenas. Los encontramos en zanahorias, albaricoques, boniatos, espinacas, melón, etc.
- Vitamina C o ácido ascórbico: con propiedades antioxidantes y con la capacidad de inhibir la formación de nitrosaminas, que son cancerígenas. Están presentes sobre todo en las frutas como los cítricos o los kiwis y en hortalizas crudas y frescas como los pimientos, el perejil, la cebolla, el brócoli o la coliflor. Tienen un fuerte efecto antioxidante, por lo que están indicados para la prevención contra el cáncer, sobre todo del aparato digestivo. Es importante tener en cuenta que el calor destruye este tipo de vitaminas, por lo que es importante incluir en la dieta el consumo de estos alimentos crudos y de forma diaria, ya que tampoco se acumulan en grandes cantidades en nuestro organismo.
- Vitamina E: es el principal antioxidante de las membranas celulares y previene frente al cáncer de pulmón, páncreas y cuello de la matriz. También protege frente a las nitrosaminas. La vitamina E se encuentra en aceites vegetales, los huevos y en cereales integrales, especialmente el germen. Las vitaminas C y E se consideran agentes bloqueantes o supresores con respecto al cáncer, ya que combaten con bastante eficacia los cánceres en estado incipiente.
- Selenio: protege frente a la oxidación de los tejidos. Está presente en alimentos de origen animal: carnes, pescados, huevos y lácteos.
- Vitamina D: su acción se debe a su implicación en el metabolismo del calcio. Existe una relación inversa entre el cáncer de colon y la ingesta de calcio. La vitamina D se encuentra en pescados, la yema del huevo y en productos lácteos, aunque los rayos del sol también nos ayudan en su obtención.
- Zinc: también con actividad antioxidante. Está presente en carnes, pescados, huevos, cereales, legumbres, verduras y hortalizas.
Vídeo Alimentos anticancerígenos
Otros aspectos nutricionales para prevenir el cáncer
Como se puede concluir tras toda la información anterior, seguir una dieta saludable, variada y equilibrada ayuda a prevenir el cáncer, entre otras cosas. El consumo de vegetales es importante, especialmente en crudo y cuando están frescos, así como el consumo moderado de cereales integrales y legumbres. Se debe reducir la ingesta de grasas animales, ahumados y salazones. En este punto, quiero destacar que el consumo de suplementos de vitaminas y minerales no es beneficioso a no ser que exista una deficiencia real, ni para la salud ni para prevenir el cáncer. También es muy importante lavar bien toda la fruta y la verdura, para así eliminar cualquier resto de pesticidas y herbicidas, que son cancerígenos.
En vegetales como el ajo, tomate, piña… también hay sustancias que nos protegen frente a los oncógenes, responsables del cáncer, y por tanto, con fuerte poder anticancerígeno.
En otros vegetales como el brócoli y la coliflor existen enzimas que combaten a los agentes promotores y a los cancerígenos iniciadores.
Como también se ha comentado, algunos vegetales como los pimientos verdes, tomates, piñas y fresas contienen ácidos que evitan la formación de nitrosaminas, agentes cancerígenos.
Los ajos y las cebollas tienen compuestos activadores de enzimas que neutralizan agentes cancerígenos.
Por último, recordar que las formas culinarias también tienen importancia en la prevención frente al cáncer. Los alimentos cocinados a muy alta temperatura, como ocurre en las barbacoas, generan sustancias perjudiciales. Cuando los alimentos se cocinan directamente sobre el fuego procedente de carbón o leña también se producen sustancias tóxicas.
11 recomendaciones dietéticas para prevenir el cáncer
- Elegir dietas con elevado contenido en alimentos vegetales, ricas en diversidad de verduras y frutas, así como legumbres.
- Mantener un peso corporal óptimo, adecuado y saludable para cada persona.
- Mantenerse activo, caminando a ritmo rápido durante una hora diaria o realizando algún tipo de ejercicio similar, y destinar una hora semanal a algún ejercicio más vigoroso.
- Cumplir con las recomendaciones de consumir 5 raciones de frutas y verduras diarias.
- Comer diariamente cereales, legumbres, raíces y tubérculos. Eso sí, limitando el consumo de azúcar refinado.
- Limitar el consumo de bebidas alcohólicas. Cuanto menos, mejor.
- Limitar el consumo de carne roja, es decir, la carne proveniente de mamíferos.
- Limitar el consumo de alimentos grasos, especialmente los de origen animal.
- Limitar el consumo de alimentos salados y el uso de sal en la cocina y en la mesa.
- También incluyen otras recomendaciones, refiriéndose al almacenamiento y conservación de la comida, la limitación de los aditivo alimentarios, residuos de pesticidas y otros contaminantes químicos usados en alimentación, evitar consumir alimentos carbonizados, así como el uso de suplementos alimentarios innecesarios.
- Por supuesto, se recomienda no fumar ni mascar tabaco. Mientras que la correcta alimentación podría reducir entre un 30 y un 40% la incidencia de cáncer, si además se abandona el tabaco supondría una reducción de entre el 60 y el 70%.
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Lactancia materna: Importancia de la leche materna para el bebé
Importancia de la lactancia materna en el bebé
Composición de la leche materna
Todo lo que aporta la leche materna:
- Nutrientes: adaptados a las necesidades del bebé.
- Enzimas de carácter digestivo: ayudan al bebé a utilizar determinados macronutrientes.
- Componentes bacteriostáticos: impiden la reproducción bacteriana.
- Factores bifidógenos: favorecen la microbiota bífida específica del lactante, que puede desarrollar acciones como la de impedir el desarrollo de una microbiota patógena o por ejemplo, sintetizar vitaminas que el lactante necesita.
- Microbiota comensal: la leche materna humana no es estéril, sino que es una fuente de bacterias comensales y probióticas para el intestino infantil. La leche materna humana colabora en la iniciación y el desarrollo de la microbiota del lactante, con papel protector frente a alergias y enfermedades infecciosas.
- Factores de crecimiento y desarrollo: favorecen el crecimiento y desarrollo de algunos tejidos del lactante.
Aspectos nutricionales de la leche materna frente a la leche de vaca
Comparando la leche materna con la leche de vaca, la más utilizada y además, la leche de partida para la fabricación de las leches de fórmula, se encuentran muchas diferencias significativas.
- Valor calórico y porcentaje de macronutrientes: el aporte calórico es similar en los dos casos.
- Proteínas: en la leche de vaca se observa alto contenido proteico, bastante superior al contenido proteico de la leche materna, debido al rápido crecimiento del ternero frente al bebé humano. Además, el tipo de proteínas que contiene la leche humana frente a la leche de vaca es muy distinto, pues la leche de vaca es rica en caseína, mientras que la leche materna humana es rica en proteínas solubles. Estas proteínas solubles son importantes, pues tienen su función. Por ejemplo, la lactoferrina es una proteína soluble, y su misión es captar el hierro para impedir que lo utilice la microbiota enterobacteriana, lo que evita el crecimiento bacteriano. Otra proteína soluble es la lisozima, con acción inmunológica, que defiende al bebé recién nacido. La lactoferrina y otros componentes que refuerzan el sistema inmunitario del bebé no se incluyen en las leches de fórmula, lo que sin duda, supone una limitación de su uso frente a la leche materna.
- Nitrógeno no proteico: es muy elevado en la leche materna humana, mientras que su contenido en muy pobre en la leche de vaca. Este nitrógeno no proteico también tiene su función, y está presente en la leche materna humana por una razón. Por ejemplo, la taurina abunda mucho más en la leche materna que en la leche de vaca. Su déficit en los bebés se relaciona con retraso en el crecimiento y anomalías en la retina y vía auditiva, entre otros. También es importante la carnitina, cuyo déficit puede suponer problemas para el bebé en la obtención de energía. Las leches de fórmula deben contener taurina y carnitina, por sus papeles esenciales.
- Lípidos: debido a las necesidades energéticas del bebé recién nacido, la leche materna tiene alto contenido en grasa. Tanto en la leche humana como en la leche de vaca, la mayor parte de los lípidos son triacilgliceroles. Sin embargo, existen algunas diferencias importantes:
- La leche materna tiene menor contenido de grasa saturada que la leche de vaca.
- El contenido de ácidos grasos es muy distinto entre la leche materna y la leche de vaca, ya que en parte, depende de la alimentación de la madre. Por ejemplo, el ácido linoleico está en mayor proporción en la leche materna humana que en la leche de vaca. Los ácidos grasos omega 6 y omega 3 también están en cantidades muy superiores en la leche materna humana frente a la leche de vaca.
- La leche materna humana tienen más colesterol que la leche de vaca y fórmulas lácteas. Sin embargo, como no se sabe con seguridad su función, no se añade a las fórmulas lácteas para evitar riesgos.
- Hidratos de carbono: su concentración es mayor en la leche materna humana que en la leche de vaca. Además, la leche materna humana es rica en oligosacáridos, en comparación con la leche de vaca. Estos oligosacáridos tienen efecto bacteriostático y bifidógeno.
- Vitaminas: aunque las vitaminas de la leche materna humana dependen en gran parte de la dieta de la madre, existen algunas diferencias importantes respecto a la leche de vaca. La leche materna humana es rica en vitamina C, vitamina E y niacina, no tan abundantes en la leche de vaca.
- Minerales: por lo general, la leche de vaca presenta mayor contenido mineral que la leche materna humana. El bajo contenido proteico y de minerales de la leche materna supone una carga renal muy pequeña para el lactante, es decir, es una ventaja de la lactancia materna. Además, algunos minerales como el calcio y el hierro se absorben en mayor proporción a partir de la leche humana que de la leche de vaca. Por tanto, a pesar del menor contenido mineral, la leche materna humana supone un buen aporte mineral, mientras que la leche de vaca y fórmulas lácteas necesitarán mayor contenido mineral para absorber la misma cantidad.
Cómo conseguir leche materna «buena»
Para que la leche materna sea nutricionalmente adecuada, se debe adaptar la dieta de la madre a la situación de lactancia, para conseguir compensar el gasto que supone la producción de la leche y evitar deficiencias.
Por otra parte, también es importante la dieta de la madre para el sabor de la leche. Por ejemplo, se deberán evitar los alimentos picantes y los que puedan dar un sabor fuerte a la leche, como ajos, cebollas, espárragos, coles, rábanos, embutidos, carnes de caza, etc.
El alcohol consumido por la madre pasa a la leche materna, por lo que es recomendable evitar su consumo, así como el de bebidas estimulantes o excitantes como el café, té o refrescos con cafeína, que pueden irritar al recién nacido.
En cuanto al tabaco, se ha visto que las madres fumadores producen menor cantidad de leche que las madres no fumadoras, pudiendo causar un menor crecimiento del bebé, por lo que también se debe evitar.
Duración de la lactancia materna
La lactancia materna debe empezarse en las primeras horas de vida del bebé, y es conveniente la alimentación exclusiva con lactancia materna durante los primeros seis meses de vida y continuarla junto con las comidas complementarias adecuadas hasta más o menos los dos años de edad, si es posible.
Beneficios de la lactancia materna
La lactancia materna siempre debería ser la primera opción, pues es más saludable para el bebé recién nacido, más seguro desde el punto de vista de la higiene y más económico. Además tiene importantes beneficios para el lactante:
- Fácil adaptación de los nutrientes que contiene la leche materna a la fisiología del tracto intestinal del lactante.
- Prevención de infecciones gracias a los componentes inmunológicos de la leche materna.
- Ventajas en el desarrollo psicomotor.
- Prevención de enfermedades alérgicas.
- Menor riesgo de sobrealimentación.
- Potencia la relación maternofilial, así como el desarrollo adecuado de mandíbula y dientes del lactante.
- La lactancia materna inhibe la ovulación y protege de un nuevo embarazo.
- Con la lactancia materna la mujer recuperará su peso anterior al embarazo más fácilmente, ya que la producción de leche exige el uso de las reservas de grasas almacenadas.
Las leches de fórmula de inicio
Aunque intentan imitar la leche materna humana, las leches de fórmula no han conseguido reproducir exactamente las características de la leche materna humana. Por ello, son leches adaptadas, aunque no son leche materna industrial. Sin embargo, poco a poco se consigue un parecido mayor en cuanto al aporte de macro y micronutrientes, aunque la leche materna humana, como hemos visto, es mucho más que eso, y por ello es tan beneficiosa para el lactante.
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Los suplementos de omega 3 aumentan riesgo de cáncer de próstata
Brasky TM, Darke AK, Song X, Tangen CM, Goodman PJ, Thompson IM, Meyskens FL, Goodman GE, Minasian LM, Parnes HL, Klein EA and Krist AR. Journal of the National Cancer Institute (2013). Más información.
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Asfixia por alimentos en niños
El desayuno, ¿la comida más importante del día?
- Efecto protector contra la obesidad: desayunar ayuda a realizar las cinco comidas diarias recomendadas sin picar entre horas. Si se salta el desayuno, se tienden a compensar a la alta las calorías en el resto de comida, porque se tendrá más hambre. Es mejor no saltarse ninguna comida y hacerlas menos copiosas, y así evitar picar entre horas y no llegar a pasar hambre entre comidas.
- Disminución del riesgo de enfermedad coronaria: recientemente, se ha publicado un artículo que demuestra la asociación entre saltarse el desayuno y el aumento del riesgo de padecer enfermedad cardíaca coronaria, como consecuencia de la obesidad, la presión arterial alta, el colesterol alto o la diabetes, sobre los que también afecta el desayuno.
- Aumento del rendimiento académico o laboral: es por esto que todas las madres se enfadan cuando sus hijos no han querido desayunar. Un desayuno saludable nos aporta energía tras el largo ayuno nocturno, y por tanto, permite estar más atento y activo durante la mañana.
- El desayuno como indicador de la calidad de la dieta: Las personas que en general siguen un estilo de vida saludable suelen desayunar. No les importa madrugar un poco más o salir un poco más tarde de casa a cambio de prestar atención al desayuno. Sin embargo, las personas con un estilo de vida menos saludable suelen saltarse a menudo el desayuno, porque eligen dormir más o llegar antes al trabajo, y si no se lo saltan, por lo general será menos saludable en cuanto a composición, eligiendo zumos con azúcar, un café, dulces, o cualquier cosa rápida que puedan ingerir por el camino. Recordar siempre que los alimentos que consumimos son el combustible de nuestro cuerpo.
- El desayuno ayudar a completar la dieta diaria: En el desayuno se pueden incluir alimentos saludables, como lácteos, cereales, huevos, etc. Los huevos, por ejemplo, son una dosis concentrada de proteínas que producen saciedad. La avena también genera sensación de saciedad y nos aporta fibra, mientras que si nos declinamos por los cereales integrales podremos incluir todavía más fibra en la dieta. Es más, normalmente si no se toma fibra en el desayuno no se consigue compensar este déficit durante el resto del día.
Un desayuno saludable debe podría basarse en:
- Una ración de lácteos: bien un vaso de leche o un café con leche si se desea. Si hay problemas de tolerancia o no gusta la leche, se puede optar por el yogur, al que también se le pueden añadir cereales o trocitos de fruta y queda muy apetecible.
- Una ración de cereales, y mejor aún si son integrales: Pueden tomarse tostadas, ideales si se acompañan con un poco de aceite de oliva, o cereales de desayuno.
- Fruta: nos aportan múltiples vitaminas y minerales, e incluyendo fruta en el desayuno, es mucho más fácil cumplir las recomendaciones actuales de «5 al día». Se puede consumir en forma de zumo si así nos resulta más apetitoso, aunque es mejor si consumimos la fruta entera. Si por falta de tiempo se consume zumo embotellado, mejor hacerlo sin azúcar añadido, pues la fruta ya tiene suficiente azúcar de manera natural.
Por tanto, cuiden su desayuno, los alimentos que los componen y sus cantidades. Si no tienen hambre nada más levantarse, ¡no es problema! Desayunen al rato de despertar, y luego tomen un almuerzo más ligero si es necesario.
Como siempre, les agradecemos sus comentarios y preguntas en la sección Comentarios.
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Nutrición y caries: Alimentos que la provocan y alimentos protectores
¿Qué es la caries? Causas de la caries dental
La caries es una enfermedad infecciosa de los dientes que se caracteriza por la destrucción gradual del esmalte, la dentina, y en algunos casos, de la pulpa, pudiendo dar lugar a la pérdida del diente. Esta destrucción de los tejidos del diente aparece como consecuencia de la desmineralización provocada por los ácidos generados por la placa bacteriana. La presencia de azúcares en la boca permite a las bacterias producir estos ácidos, que causan daños en el esmalte que cubre el diente y crean orificios (caries). Sin embargo, debe destacarse que la cantidad de azúcares de los alimentos no es proporcional a la cantidad de ácido que se forma por la placa bacteriana.
Alimentos implicados en la formación de la caries dental
Otro tipo de alimento es el denominado cariostático. Estos alimentos no contribuyen en la formación de caries, ya que no son metabolizados por las bacterias de la placa bacteriana. Estos alimentos son la carne, pescado, huevo, dulces sin azúcar, etc.
Alimentos contra la caries
Por último, hay alimentos que impiden la formación de caries, debido a que impiden que la placa bacteriana reconozca a un alimento acidógeno consumido en la misma comida.
Estos alimentos se denominan anticariogénicos, y son, por ejemplo, algunos quesos como el cheddar. También tiene acción anticariogénica los alimentos que estimulan la secreción de saliva. Por ejemplo, mascar chicle sin azúcar después de las comidas durante un tiempo estimula el flujo de saliva, de esta forma se consigue neutralizar ácidos y así, proteger frente a la caries.
Otros alimentos que estimulan el flujo de saliva son la sal, las frutas y los vegetales, así como alimentos con alto contenido en fósforo y calcio, o con pH mayor de 6. Por tanto, acabar la comida consumiendo un poco de queso o alguno de estos alimentos o mascando chicle reduce el riesgo de padecer caries.
En cuanto a los azúcares, más que la cantidad tomada, influye la frecuencia de consumo y el tiempo de contacto entre los azúcares y el diente. Así, los niños que se duermen tomando el biberón o algún zumo dulce, tienen mayor riesgo de padecer caries. Además, durante el sueño el flujo salival está reducido.
Es recomendable sustituir azúcares como la sacarosa, la fructosa o la miel por edulcorantes como xilitol, sorbitol, aspartamo o sacarina, que no son fermentables y por ello reducen el riesgo de caries, pudiendo incluso ser beneficiosos para personas con caries activa.
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Ácidos grasos omega 3 protegen contra el cáncer de mama
- Zheng JS,
- Hu XJ,
- Zhao YM,
- Yang J,
- Li D. British Medical Journal (2013).
Vídeo 10 consejos para prevenir el cáncer
Dormir poco aumenta el riesgo de engordar
- Acostarse tarde y no dormir las horas necesarias aumenta significativamente el riesgo de aumentar de peso en personas sanas.
- Cenar tarde aumenta el riego de ganar peso.