La curcumina, principal polifenol de la cúrcuma, parece reducir el aumento de peso en ratones e inhibir el desarrollo del tejido adiposo en ratones y modelos celulares. Investigadores del Jean Mayer USDA Human Nutrition Research Center on Aging (USDA HNRCA), de la Universidad de Tufts, estudiaron ratones alimentados con dietas ricas en grasa reforzadas con curcumina; y cultivos celulares incubados con curcumina.
«El aumento de peso es el resultado del crecimiento y expansión del tejido adiposo, lo cual no puede suceder a menos que se formen nuevos vasos sanguíneos, un proceso conocido como angiogénesis», señaló el autor Mohsen Meydani, director del Laboratorio de Biología Vascular del USDA HNRCA. «Según nuestros datos, la curcumina parece inhibir la actividad angiogénica en el tejido adiposo de los ratones alimentados con dietas ricas en grasa».
«Es importante señalar que no sabemos si estos resultados se pueden replicar en humanos porque, por lo que sabemos, no se han realizado estudios al respecto», añadió Meydani.
La cúrcuma es conocida por dar al curry su sabor. Uno de sus componentes es la curcumina, un tipo de fitoquímico conocido como polifenol. Los resultados de la investigación sugieren que los fitoquímicos, sustancias químicas que se encuentran en las plantas, parecen ayudar prevenir enfermedades. Como componente bioactivo de la cúrcuma, la curcumina es absorbida fácilmente por el cuerpo.
Meydani y sus colegas estudiaron dos grupos de ratones alimentados con dietas ricas en grasa durante 12 semanas. La dieta rica en grasa de un grupo estaba reforzada con 500mg de curcumina/ kg de alimento; el otro grupo no tomó curcumina. Ambos grupos comieron la misma cantidad de alimentos, lo que indica que la curcumina no afectó a su apetito, pero los ratones que siguieron la dieta reforzada con curcumina no engordaron tanto como los que no tomaron curcumina.
«La curcumina pareció ser la responsable de que la grasa corporal total fuese inferior en el grupo que siguió la dieta reforzada», señaló Meydani, quien también es profesor en la Escuela Friedman de ciencias y políticas nutricionales (Friedman School of Nutrition Science and Policy) de Tufts. «En estos ratones, observamos una represión de la densidad de los microvasos en el tejido adiposo, un signo de menor desarrollo de los vasos sanguíneos y, por tanto, una menor expansión de la grasa. También observamos unos niveles más bajos de colesterol en sangre y de grasa en el hígado de estos ratones. En general, la angiogénesis y una acumulación de lípidos en las células adiposas contribuyen al desarrollo del tejido adiposo».
En el ejemplar de mayo de 2009 de la revista Journal of Nutrition, los autores indican haber observado resultados similares en cultivos celulares. Además, la curcumina pareció interferir con la expresión de dos genes, lo que contribuyó a una progresión de la angiogénesis tanto en los modelos de ratones como en los celulares.
«Una vez más, en función de estos datos no podemos saber si la curcumina podría evitar eldesarrollo de tejido adiposo en humanos», señaló Meydani. «El mecanismo o mecanismos por los cuales la curcumina parece afectar al tejido adiposo se deberá investigar en un ensayo clínico aleatorizado realizado con humanos».
Fuente: Eurekalert
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