Comer sin sal adelgaza
Una de las cuestiones más frecuentes cuándo queremos perder peso es: ¿me quito la sal y adelgazo? Los aliños y condimentos siempre son fuente de discusión cuándo empezamos una dieta. Pues bien, hoy trataremos distintos aspectos sobre la sal en la dieta, el consumo diario de sal y sus ventajas y desventajas para la salud y efectos en el peso.
Si partimos de la premisa de la Organización Mundial de la Salud dónde se recomienda no superar los 5 gramos de sal al día y, contrastamos los datos de consumo españoles de la sal, dónde superamos con creces las recomendaciones alcanzando los 9,7 gramos al día de sal… nos planteamos ¿Comer con mucha sal es malo? Y, ¿comer con sal engorda? Pues bien, en cuanto a la primera cuestión, la respuesta es clara: El exceso de sal no es beneficioso para la salud, basicamente por la importancia de la presión arterial, la hipertensión y, en consecuencia los problemas cardiovasculares. Y, en cuanto a la segunda… ¿Comer con sal engorda? los argumentos son los siguientes:
- La sal es un nutriente esencial
- La sal no engorda, no tiene índices calóricos
- La sal lo que hace es retener líquidos
- Al retener agua podemos sentirnos hinchados y cómo más pesados
Cuándo hablamos de las dietas bajas en sal nos referimos a dietas dónde se complementen los nutrientes esenciales que necesita el organismo. La sal es fundamental para hacer la digestión y, su contenido de sodio es el encargado de regular los ácidos de nuestro cuerpo, por ello, no debemos prescindir de la sal en las comidas.
Al desayunar sin sal o comer con poca sal lo que estamos haciendo es cubrir las necesidades de sodio de nuestro organismo y reducir la acumulación y retención de líquidos. Cocinar con poca sal es salud, tanto a nivel de hipertensión y cardiovascular como a la hora de controlar nuestro peso. Para evitar los problemas de retención de líquidos, insuficiencia renal o niveles altos de la presión arterial, debemos eliminar una serie de alimentos de nuestra dieta por su alto contenido en sal. Estos alimentos son:
- Ahumados y conservas
- Bebidas con gas.
- Bollería industrial
- Sopas de sobre, pastillas de concentrado de caldo, purés instantáneos…
- Alimentos con contenidos elevados de sal y buscar aquellos bajos en sal
Alimentos aconsejados en una dieta baja de sal:
- Bollería, pan y postres caseros
- Legumbres y hortalizas
- Carnes y pescados cocinados al gusto y usando otros condimentos para suprimir la sal en exceso
- Huevos
- Frutos secos sin sal: pipas no. Nueces, castañas, almendras… regulan y son ideales para la tensión y el colesterol.
¿Por qué podemos sustituir la sal? Podemos sustituir la sal, no en todo, sino aquella que servimos en exceso en cada elaboración por especias que dan mucho sabor como el laurel, el perejil, el orégano, la pimienta, la cayena…. ideales a la hora de hacer dieta porque nos ayudan a olvidarnos de la sal y por tanto olvidarnos de la retención de líquidos.
Consumo de sal recomendado. A la hora de hacer dieta debemos controlar qué cantidades de sodio están presentes en nuestro cuerpo de manera natural y, que desgaste hacemos día a día. Teniendo en cuenta que en una persona adulta lo habitual es estar entre los 4 y 6 gramos y en un niño entre los 3 y los 4 y, que a lo largo del día a través de la orina y el sudor perdemos sodio y, para reponerlo se recomiendan 5 gramos al día, no más.
Como conclusión: La sal es necesaria, la sal no engorda, la sal retiene líquidos y, el consumo abusivo de sal es perjudicial para la salud.
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