Pasamos el embarazo, el parto y… se alarga el recuperar nuestro peso en la lactancia
Por qué pensamos en la alimentación del bebé, en una alimentación que nos de energía para llevar los bien los primeros meses después del parto… Por qué no vemos el momento de adelgazar cuándo acabamos de ser madres pero, no nos vemos bien y no nos gusta la talla que tenemos, hoy proponemos una dieta, consejos e ideas para perder peso durante la lactancia sin privarnos de nutrientes, minerales…
Durante el amamantamiento no tenemos que obsesionarnos con perder peso y tampoco es aconsejable tomar medicamentos para adelgazar. Lo ideal es llevar una dieta equilibrada (combinando carbohidratos, proteínas y grasas) y rica en vitaminas y minerales. Lo cierto es que cada mujer perderá peso en función del estado nutricional de cada embarazo, de la actividad física llevada a cabo durante el embarazo y tras el parto y… el tiempo de lactancia del bebé. Pero si es bien sabido que, durante la lactancia las mujeres gastan entre 500 y 600 calorías diaria para la producción de la leche. Estas calorías son tomadas principalmente de los depositos de grasa de nuestro organismo. En un lenguaje más coloquial, esto supondría alrededor de dos horas de actividad física; y, todo esto es proporcional, es decir… cuánto más tiempo se alargue el amamantamiento más peso perderá la madre.
¿Perder peso bruscamente durante la lactancia? No se recomienda iniciar un proceso de pérdida de peso justo después del parto. Pues una pérdida muy significativa en las primeras semana de vida del bebé supondrá una bajada de fuerza muy importante y, mucha debilidad. Por lo que se aconseja iniciar una dieta equilibrada, poco a poco y de manera escalonada ir bajando de talla. Además, NO se recomienda en ningún caso hacer una dieta desequilibrada, ya que esta pondrá en riesgo la calidad de la leche producida y, también, de la cantidad diaria generada por las madres.
Además, durante la lactancia el organismo elimina la grasa localizada en zonas que, habitualmente son muy complicadas de eliminar como es la grasa acumulada en las caderas y la grasa acumulada en la cintura.
¿Cómo debe ser la dieta de una madre que amamanta?
Para conseguir una buena cantidad y calidad de leche y, además perder peso durante la lactancia sin perjudicar al bebé ni a nuestra energía y fuerza física, la alimentación de una mamá durante el amamantamiento debe componerse de:
- Frutas frescas, sin cocinar y con piel para conseguir la mayor cantidad de vitaminas y minerales.
- Verduras sin cocinar y, si puede ser también si pelas. Las pieles de las frutas y verduras son fuentes muy importantes de vitaminas.
- Mucho líquido. Evitar las bebidas con excesos de azúcar porque no favorece la producción de leche. En cambio, los líquidos sin azúcar ayudarán al organismo a producirla.
- Lácteos bajos en grasa, desnatados para reforzar los niveles de calcio. También yogures 0% grasa, quesitos desnatados, ricotta y… en general quesos frescos, desnatados y con niveles muy bajos o nulos de grasa.
- Consumo de carne magras principalmente dejando a un lado aquellas carnes rojas. Lo ideal es preparar recetas de pollo y pavo principalmente. El pollo debe consumirse sin piel.
- Consumo de pescados grasos y pescados de aguas frías para brindar a nuestro cuerpo con los aceites poliinsaturados que ayudarán al buen desarrollo neurológico del bebé. Estos pescados son: las sardinas, el salmón o la trucha, entre otros. Son pescados ricos en Omega – 3 que se transmiten directamente a través de la leche materna y que es muy beneficio para el sistema nervioso el bebé y el desarrollo de los ojos. Y, evitar pescados con altos niveles de mercurio como el tiburón, pez espada o caballa, entre otros.
- Cereales evitando aquellos refinados. Lo ideal es tomar cereales integrados, granos enteros.
Todo esto teniendo en cuenta que lo ideal es comer cada 4 horas, evitando pasar hambre y ayunos superiores a este periodo. Por la noche debemos dormir normal, descansar bien y no comer a durante la noche, éste será el único ayuno al día superior a las 4 horas. Andar todos los días y de manera regular favorece la pérdida de peso después del embarazo. Poco a poco iremos subiendo la duración de esos paseos para ir perdiendo de manera natural más peso y, además recuperar la masa muscular.
¿Mamás con mucha hambre mientras dan el pecho? Es normal notas hambre durante la lactancia poque el cuerpo está trabajando más de lo habitual para generar y producir la leche. Para calmar esos ataques de hambre podemos aprovechar para picar tapas saludables y picadas que no engorden. El truco es tener siempre en la nevera o despensa productos de los que arriba comentábamos: desnatados, bajos en grasa y azúcares y cereales. Tenemos que fomentar el consumo de granos y cereales para sentirnos saciadas y además complementarlo con frutas y verduras crudas y frescas… así conseguiremos reforzar los niveles de calcio, proteínas y hierro.
Y, entre los alimentos no recomendados durante la lactancia, porque perjudican la pérdida de peso, la calidad de la leche y, en consecuencia la alimentación del bebé, son: las lechugas y verduras cuníferas que favorecen las flatulencias; las bebidas gaseosas y las bebidas con alcohol; cafeína y teína; y, las salsas, aderezos y aliños.
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