7 de mayo de 2009

La dieta del bikini


Llega la época de operación bikini y esta dieta del Bikini, un modo sencillo y divertido de controlar las porciones, deshacerse de unos kilos y sentirse en forma y con energía. En esta dieta no hay que pesar los alimentos, ni llevar continuamente encima cucharas y recipientes de medir, ni comprar o preparar alimentos especiales; y se puede practicar en casa con la familia, en la barbacoa comunitaria o cenando fuera con los amigos. Se trata de una dieta que toma como inspiración el bikini y otras cosas relacionadas con el verano para controlar las medidas y repartir los alimentos con el fin de perder estos kilitos necesarios de cara al verano.

Consejo 1: empezar con un plato de 22cm.
Es habitual que a medida que aumenta nuestro talle también lo haga el tamaño de los platos que utilizamos. Medir el diámetro de nuestro plato con una regla y si tiene más de 22cm volver a colocarlo en la estantería y elegir otro más pequeño.

Consejo 2: visualizar un bikini en nuestro plato de 22cm.
• La parte de arriba del bikini tiene dos copas de sostén que abarcan cada una de ellas un cuarto del plato:

  • Una ración de carne, legumbres o tofu debería caber en una de las copas. Un bistec de 284gr no cabe, pero uno de 85gr si cabrá.
  • Poner el acompañamiento elegido: pan, arroz, pasta o vegetales con fécula (como el maíz, la patata, los guisantes o las habas); en la otra copa del bikini visualizado sobre el plato.

• La parte de abajo del bikini cubre la mitad inferior del plato y contendré los vegetales y la ensalada. Se puede elegir una ración grande de vegetales o ensalada, o raciones más pequeñas de una variedad.

Consejo 3: no olvidar el bronceador.
Una botella de 227gr de bronceador es la imagen perfecta para representar la cantidad de leche desnatada que se puede tomar con la comida.

Consejo 4: endulzar con fruta.
Imaginar una bola de tenis, balanceándose en una gran concha. La selección de fruta debería ser del tamaño de esa pelota de tenis. Se puede tomar la fruta con la comida o guardarla para tomarla como aperitivo a lo largo del día.

  • Al elegir bayas o melón, se pueden elegir dos tipos de frutas, ya que estas son bajas en calorías y con un alto contenido de agua
  • De vez en cuando, se puede tomar un postre en lugar de la fruta. La porción de este postre debería caber también en la concha.

Consejo 5: imaginar una barra de protector labial para el sol.
Añadir esta cantidad d grasa a la comida. Puede ser el aderezo de las ensaladas, el aceite de oliva utilizado para saltear los vegetales, mantequilla o margarina, nata agria o mayonesa para un sándwich.

Consejo 6: para el desayuno pensar solo en la parte de arriba del bikini.
Disfrutar las porciones de carne y cereales en la parte de arriba del bikini. Añadir un poco de leche desnatada del tamaño del bote de bronceador y fruta que quepa en la concha.

Consejo 7: el cuerpo del bikini debe ser activo.
La dieta del Bikini anima a practicar 30 minutos de actividad 5-6 días por semana.

Fuente: The bikini diet

30 de abril de 2009

Controlar la mente en una dieta


Las dietas pueden parecer estar condenadas al fracaso; el principal motivo es que no solemos seguir las reglas que se nos indican. Todos tenemos algo a lo que nos cuesta decir que no, pero al final, resistir la tentación es la clave para lograr adelgazar con éxito.

Ahora, como parte de una nueva investigación, un grupo de psicólogos ha identificado las partes del cerebro implicadas en resistir a estas tentaciones y ha estudiado el modo de utilizarlas para frenarnos. Al cargo del grupo está el Profesor Walter Mischel, el psicólogo que en los años 60 desarrolló el “marshmallow test” (o prueba del malvavisco), que demostró que si los niños eran capaces de esperar ante una demora en las recompensas, alcanzarían más éxito en su vida posterior. La investigación de Mischel ha demostrado que para resistir la tentación, tenemos que trasladar la actividad desde las partes “calientes” (o apasionadas) de nuestro cerebro a las “frías”. “La mente tiene dos sistemas: uno es frío, lento y deliberado, y permite el autocontrol, el establecimiento de objetivos y la fuerza de voluntad; podríamos llamarlo el sistema del ‘no’. El otro es apasionado, emocional e instintivo, y está presente desde el nacimiento; es el sistema ‘¡adelante!!’”, señala Janet Metcalfe, profesora de psicología de la Universidad de Columbia y coautora, junto con Mischel, de un trabajo sobr ela fuerza de voluntad.

Cuando vemos un trozo de tarta de chocolate, la parte “caliente” de nuestro cerebro reacciona con pensamientos sobre su delicioso sabor y el placer que nos proporcionará un pedazo. En lugar de dejarnos ir, lo que tenemos que hacer es activar la parte “fría” de nuestro cerebro pensando en nuestros objetivos y poniendo en práctica la previsión. Podemos imaginarnos por ejemplo lo bien que nos sentiremos al poder ponernos nuestro vestido favorito en un par de semanas o al perder esa antiestética barriga antes del verano. Es una estrategia sencilla, pero los experimentos han demostrado su gran eficacia.

La percepción también es importante. Regalarnos la vista con alimentos deseables activa el sistema caliente de nuestro cerebro, lo cual explica algo que ya sabemos de forma instintiva: esconder las galletas en un armario, donde no las vemos, hace que comamos menos. “El problema de las dietas es que están llenas de fotos de comidas de dieta deliciosas y todo eso favorece la activación del sistema caliente”, señala Metcalfe.

El estrés es otro elemento fundamental, ya que se ha demostrado que activa la parte caliente del cerebro, haciendo que comamos en exceso. Daryl O’Connor, psicólogo de la Universidad de Leeds, ha realizado experimentos que indican que las personas bajo estrés tienden a elegir alimentos más ricos en grasa y de mayor densidad energética. “Lo primero es ser consciente de cómo el estrés modifica nuestro comportamiento y, después, desarrollar un plan de acción para hacerle frente. Este plan podría consistir en tomar unos aperitivos saludables para encontrar modos de arreglárnoslas mejor con nuestro tiempo y nuestras emociones”.

Los escáneres cerebrales han indicado también que la memoria desempeña un papel importante en comer demasiado. Por ejemplo, si comemos chocolate habitualmente, luego, cada vez que lo veamos recordaremos el placer que produce. Sin embargo, el Dr. Leigh Gibson, de la Universidad de Roehampton ha descubierto que cuando se deja algo, las ganas, en lugar de aumentar, van disminuyendo, lo que demuestra que los antojos son el resultado de ceder habitualmente a la tentación.

Las investigaciones son claras: para estar delgado, en forma y sano, hay que controlar la mente.

Fuente: The Times

29 de abril de 2009

Adelgazar y mantener su nuevo peso


Consejos para perder peso y lograr que la pérdida sea duradera

Beber mucha agua u otras bebidas sin calorías: la gente a menudo confunde la sed con el hambre y acaba tomando calorías extra cuando en realidad lo que necesitan es un buen vaso de agua fría. También se puede añadir al agua un cítrico o un poco de zumo, o beber infusiones de frutas (hay gran variedad de sabores y no tienen calorías).

Pensar en lo que se puede añadir a su dieta y no en lo que se debería quitar: empezar por tomar las cantidades diarias recomendadas de fruta y vegetales (5-9 raciones), de ese modo las probabilidades de comer en exceso se reducen, dado que la fruta y los vegetales desplazan a la grasa en la dieta; además, poseen más de 200 estudios avalan sus enormes beneficios para la salud.

Pensar si realmente se tiene hambre antes de tomar algo: cuando nos apetezca comer, debemos buscar síntomas físicos de hambre. El hambre nos indica que nuestro cuerpo necesita combustible, por lo que si las ganas de comer no se deben realmente a que tengamos hambre, comer no nos satisfará.

Tener cuidado con los aperitivos nocturnos: la acción de comer inconscientemente se suele producir después de cenar, cuando nos sentamos y nos relajamos. O bien nos proponemos no entrar en la cocina después de cierta hora o nos permitimos tomar u aperitivo bajo en calorías o una infusión.

Disfrutar de nuestros alimentos favoritos
: en lugar de recortar los alimentos que más nos gustan, algo que podría llevarnos a comer más de rebote, lo mejor es disfrutar de nuestros alimentos favoritos, pero con moderación.

Disfrutar de los caprichos fuera de casa
: para evitar tener tentaciones en casa, cuando tengamos un antojo, en lugar de comprar el alimento y comerlo en casa es mejor organizar una salida a un restaurante, café o heladería con familiares o amigos.

Hacer varias mini-comidas al día: si se comen menos calorías de las que se queman se pierde peso, pero se pasa hambre todo el rato. Las personas que hacen 4-5 comidas o aperitivos al día controlan mejor su apetito y, por tanto, su peso. Dividir las calorías diarias en comidas o aperitivos más pequeños y disfrutar de todos los que se pueda; la cena debería ser lo último que se come en el día y algunos expertos sugieren no tomar hidratos de carbono después de la 18:00h.

Tomar proteínas en todas las comidas: las proteínas sacian más que los hidratos de carbono o las grasas. Tomar suficientes proteínas ayuda a conservar la masa muscular, potencia la quema de grasas y mantiene la sensación de saciedad. Hay que asegurarse de incluir fuentes de proteínas saludables, como el yogur, el queso, los frutos secos o las judías.

Usar más especias al cocinar: añadir especias o chiles a la comida para potenciar su sabor; los alimentos llenos de sabor estimulan las papilas gustativas y sacian más, haciendo que comamos menos.

Llenar la cocina de alimentos saludables: tener a mano aperitivos listos para tomar y comidas de preparación rápida es fundamental para el éxito; si podemos preparar una comida saludable en unos 5-10 minutos, no nos veremos tentados a pedir una pizza. Por ejemplo: vegetales congelados, bolsas de ensalada prelavada, fruta o tomates troceados en lata, muslos de pollo precocinados a la parrilla (se pueden comprar, cocinarlos y congelarlos en pequeñas raciones), semillas, frutos secos y pasas…

Porciones más pequeñas: nuestro estómago apenas tiene el tamaño de un puño, por lo que basta con un puñado de alimentos para llenarlo. Cuando comamos en un restaurante podemos pedir raciones para niños. Y en casa, utilizar platos más pequeños. Esto hace que las porciones parezcan más grandes, y si nuestra mente está satisfecha, es probable que nuestro estómago también lo esté.

Tomar alimentos de temporada: la fruta y los vegetales de temporada son más sabrosos y baratos.

Sustituir una taza de pasta por una taza de vegetales: simplemente comiendo menos pasta o pan y más vegetales se puede bajar una talla en un año. Sustituyendo la fécula por vegetales, podemos ahorrar unas 100-200 calorías por comida.

No comer para calmar el estrés: en lugar de recurrir a la comida en busca de consuelo, tener preparadas otras tácticas, por ejemplo, salir a dar u paseo, leer, escuchar música, escribir en un periódico, practicar la meditación o respiración profunda o mirar una fotografía de nuestros seres queridos.

Mantenerse físicamente activo: aunque pueda parecer contradictorio, no conviene usar el ejercicio físico para autocastigarnos por comer ni para poder comer más. En vez de eso, debemos centrarnos en lo bien que nos sentimos, lo bien que dormimos y en la cantidad de energía que tenemos cuando hacemos ejercicio. La actividad física es buena independientemente de que intentemos adelgazar o no, por lo que hay que verlo como algo positivo y convertirlo en un hábito de nuestro estilo de vida.

27 de abril de 2009

La dieta de moda entre los famosos


La dieta Abs: secretos de adelgazamiento de Hollywood

Este nuevo plan de alimentación revolucionario desarrollado por David Zinczenko, de Men’s Health, combina una alimentación saludable con ejercicios que fortalecen la musculatura para lograr el cuerpo soñado.

El plan incluye seis comidas al día llenas de ingredientes saludables que Zinczenko denomina “superalimentos” y mucho ejercicio: dos sesiones de ejercicio cardiovascular a la semana, dos de ejercicios abdominales, tres de ejercicios de fuerza y una de gimnasia intercalada; por supuesto, también contempla un día de descanso.

Zinczenko señala también que para diferentes tipos de cuerpos funcionan bien distintos tipos de ejercicios. Por ejemplo, una persona delgada y estrecha querrá fortalecer su cuerpo y marcar las curvas, para lo que deberá realizar un entrenamiento de pesas lento, realizando cada repetición muy lentamente (tres segundos hacia arriba y otros tres hacia abajo); en cambio, una persona con curvas, deberá ejercitarse con movimientos rápidos para quemar también calorías; y una persona de constitución atlética se puede mantener delgado y en forma con yoga, danza y posturas de Pilates para tonificar su complexión.

¿Qué se puede comer? Zinczenko enumera 12 armas secretas llenas de nutrientes que se deben intentar incorporar a la dieta…

● Almendras y otros frutos secos.
● Judías y legumbres.
● Espinacas y otros vegetales verdes.
● Productos lácteos (desnatados o semi).
● Avena instantánea (sin edulcorantes ni saborizantes).
● Huevos.
● Pavo y otras carnes magras.
● Crema de cacahuete.
● Aceite de oliva.
● Pan y cereales integrales.
● Proteína de suero en polvo.
● Frambuesas y otras bayas.

En caso de querer salir una noche, está permitido saltarse la dieta en una comida a la semana.

Ejemplo de menús para personas siguiendo la dieta ABS:

Desayuno: una loncha de bacon a la parrilla, un huevo cocido y una loncha de queso bajo en grasa en un bollo de pan integral; O BIEN dos huevos revueltos con maíz tierno, tomate y judías negras.

Comida: sopa de tomate, habas y pollo (añadir zanahorias y maíz para un aporte adicional de fibra); O BIEN sándwich de feta, chucrut, pavo bajo en sal y queso bajo en grasa en pan de centeno.

Cena: solomillo a la plancha con zanahorias y brécol, servido con arroz integral; O BIEN es spaghetti boloñesa bajos en grasa (utilizar carne picada de ternera magra y spaghetti integral y añadir montones de vegetales).

Aperitivos: una manzana, laminada con crema de cacahuete O BIEN un puñado de pasas en un yogur desnatado.

Batidos: cereales integrales, miel y arándanos O BIEN fresas, yogur de vainilla y crema de cacahuete, mezclado con leche desnatada, proteína de suero en polvo y cubitos de hielo.

Fuente: All About You

18 de marzo de 2009

La dieta de análisis facial


La dieta de análisis facial es la nueva dieta de moda. Su autora, Elizabeth Gibuad, dice que antes de empezar la dieta es necesario determinar el tipo de cara que tengamos. En su libro, “The Facial Analysis Diet”, Gibaud habla de seis arquetipos de cara en los que encaja la mayoría de la gente. Según ella, para cada tipo de cara hay una lista de alimentos que hay que evitar y otra con los que hay que comer frecuentemente. Es decir, la clave de la dieta de análisis de facial consiste en modificar la dieta en función del tipo de cara; los efectos se deberían ver enseguida.

A continuación se indican los seis tipos de cara y los alimentos que se deben tomar y evitar en cada uno de ellos según la dieta de análisis facial:

1) TIPO A: regido por la glándula tiroidea. Piel seca, nariz brillante, piel pálida, pelo suave y sedoso, ojos saltones y manos y pies fríos.
Alimentos que personas con este tipo de cara deben evitar: los productos con levadura, el chocolate, el vino tinto, la harina blanca y el mango.
Alimentos que personas con este tipo de cara deben tomar: manzanas, espárragos, avena, patatas y pepinos.

2) TIPO B: regido por el hígado. Tono amarillento de la piel, especialmente alrededor de la boca, nariz azulada o rojiza, lengua gruesa y peluda y orejas coloradas. Los de este tipo experimentan falta de motivación y de concentración, y náuseas.
Evitar: el alcohol, el café, los plátanos, el curry y las naranjas.
Comer: albaricoques, ajo, patatas, lima y cerezas.

3) TIPO C: padecen retención de líquidos. Cara hinchada, hinchazón bajo los ojos, línea vertical o surco bajo la punta de la nariz, tobillos o dedos hinchados, y falta de concentración.
Evitar: la fruta en lata, el queso, los cacahuetes, la carne roja y la salsa de soja.
Comer: brécol, pescado fresco, cebollas, piña y espinacas.

4) TIPO D: propenso a la inflamación. Frente, nariz y mentón grasos; poros grandes y abiertos o muy tirantes, mejillas marchitas, líneas horizontales en la frente y olor de pies.
Evitar: el alcohol, la mayonesa, la bollería, el marisco y el arroz.
Comer: espárragos, nabos, bayas, zanahorias y mijo.

5) TIPO E: Propenso a problemas de piel.
Evitar: la cerveza, los huevos, las uvas pasas, las fresas y el melón.
Comer: mantequilla, repollo, perejil, manzanas y avena.

6) TIPO F: este tipo solo se aplica los hombres y está regido por la próstata. Frente y parte superior de las orejas coloradas, ojeras, pliegue horizontal sobre el labio superior y lengua peluda.
Evitar: la berenjena, el queso azul, el vino tinto, el vinagre y la patata dulce.
Comer: calabacín, lentejas, melocotones, berros y uvas.

Otros consejos y advertencias de la dieta de análisis facial:

  • Elegir siempre pasta integral en lugar de la normal
  • Ceñirse a los alimentos básicos, como la avena y la patata si se es propenso a los gases
  • Elegir mantequilla sin sal en lugar de margarina
  • Beber mucha agua a lo largo del día
  • Evitar la cafeína y el alcohol dentro de lo posible.

Fuente: ehow

20 de febrero de 2009

Cómo perder peso


Esta es una traducción de algunas preguntas frecuentes relacionadas sobre las mejores dietas y cóm perder peso publicadas en la revista O Magazine de Oprah Winfrey y contestadas por expertos.

¿Son todas las calorías iguales? ¿Engordan lo mismo 50 calorías de chocolate que 50 calorías de zumo de uva?
Respuesta: Sí, aunque las calorías procedentes de la fruta pueden saciar más.

¿Se puede desarrollar una adicción a los hidratos de carbono?
No hay pruebas científicas que lo demuestren.

¿Es mejor hacer cuatro, cinco o seis comidas pequeñas que tres copiosas?

Picar entre horas puede tener cierta ventaja adelgazante para algunas personas. Calmar el hambre también ayuda evitar atracones imprevistos.

¿Importa a qué hora se come?
No. Si se toman 2000 calorías en 24 horas no importa la hora que marque el reloj cuando se ingieran, pero hay que tener en cuenta que al atardecer muchas personas se ven tentadas a comer en exceso.

¿Ayuda realmente a la dieta el hecho de desayunar?
Sí, según un estudio realizado por el National Weight Control Registry de casi 3.000 personas que lograron adelgazar con éxito; pero no porque ayude a comer menos durante el día, sino porque tiende a hacer que la persona sea más activa.

¿Cuánto ejercicio hay que hacer para adelgazar y no recuperar los kilos?
Media hora al día de actividad moderada, como correr cuatro o cinco millas.

¿Es verdad que el ejercicio aeróbico más suave y prolongado quema más grasa que un ejercicio más corto e intenso?
Es una cuestión matemática. El ejercicio que queme más calorías será también en el que queme más grasas. Si se pasea a un ritmo pausado y sin prisas hay que pasear mucho más para aproximarse a las calorías quemadas con un sprint rápido; no obstante, es más fácil seguir caminando.

¿Qué dieta proporciona mejores resultados: una rica en grasas y baja en carbohidratos o una rica en carbohidratos y baja en grasas?
Los últimos análisis de más de 100 estudios sobre dietas bajas en hidratos de carbono no mostraron ninguna diferencia al compararlos con los de las dietas ricas en carbohidratos. Algunas personas no sienten tanta hambre con un tipo u otro, pero al final todo se reduce a las calorías: menos es más, es decir, menos calorías igual a mayor pérdida de peso.

Pregunta: ¿Por qué es tan difícil perder los últimos kilos?

Respuesta: A medida que se adelgaza, el metabolismo se ralentiza. Y quizá haya un buen motivo para que esos último kilos se queden donde están: a lo mejor no necesitamos deshacernos de ellos.

27 de enero de 2009

Como seguir una dieta


Las dietas pueden fallar por el motivo más simple. A continuación se indica algunos obstáculos comunes para perder peso y se aconseja sobre cómo eludurlos.

Pesarse demasiado amenudo: Las fluctuaciones de peso de un día a otro resultan desmoralizantes, cuando en realidad pueden reflejar simplemente que estamos con el período o incluso si hemos ido o no al váter. Hay que pesarse solo una vez a la semana (siempre a la misma hora) y realizar un seguimiento de los cambios que se van produciendo en nuestro cuerpo con una cinta métrica.

Solo reducir calorías, sin hacer ejercicio: Para perder 9,5kg en una semana sin hacer ejercicio es necesario reducir las calorías a 1.000 diarias, con lo que nos sentiremos hambrientos. Casi todas las personas que tienen éxito en sus dietas, es decir, consiguen perder peso y mantenerlo, se ejercitan cerca de una hora diaria, pudiendo comer más y sentirse satisfechos.

Basarse en alimentos “light” o bajos en grasa: Solemos pensar que los alimentos bajos en grasa son la respuesta a nuestras plegarias, pero a menudo éstos son solo ligeramente más bajos en calorías debido a que tienen unos niveles más elevados de azúcar o contienen sustitutos de las grasas como la polidextrosa. Es mejor tomar alimentos bajos en grasa por naturaleza, con porciones más pequeñas de alimentos enteros.

“Olvidarse” de contar las calorías del alcohol:
Es sorprendente cómo muchos de nosotros agonizamos por cada caloría de una comida y, sin embargo, luego, nos tomamos alegremente varias copas en una noche. El alcohol tiene más calorías que los hidratos de carbono y las proteínas y solo un poco menos que la grasa, por lo que no se deben tomar más de dos copas por noche y siempre asegurándose de que están dentro de nuestro límite de ingesta calórica diaria.

No disfrutar lo suficiente de la comida: Una de las formas más comunes de consumir calorías innecesarias es engullir alimentos tan rápido y con tanto sentimiento de culpa que ni los saboreamos. Para recuperar el placer de comer, hay que observar qué alimentos nos gustan y satisfacen realmente y cuales nos producen malestar. El resultado es que finalmente aprenderemos a parar de comer cuando deje de sabernos bien o no nos siente bien al estómago (como cuando estemos llenos).

No comer una amplia variedad de alimentos:
El aburrimiento es uno de los principales obstáculos a la hora de perder peso y si caemos en la rutina al elegir los alimentos pronto acabaremos perdiendo interés en la dieta. Para evitarlo podemos intentar añadir un alimento nuevo a nuestra cesta de la compra cada semana (algunas ideas saludables son las lentejas, la calabaza, la papaya, frutas del bosque, nueces, la piña, brécol…..)

2 de enero de 2009

Dietas sensatas


El nuevo libro de Esther Blum, dietista de Nueva York, promete un camino a la belleza que ha revolucionado los EEUU debido a que promueve la ingesta de grasas (incluso las saturadas) y la diversión.

Según Blum nada está fuera de los límites si se toma con moderación. Las dietas sin grasas han alterado las hormonas de las mujeres y son esas grasas saturadas las que nos hacen sentirnos llenos durante más tiempo, añade. El mejor modo de empezar el día al estilo Blum es con una tortilla de vegetales (utilizando la yema) con fresas de acompañamiento.

Su libro “Secrets of Gorgeous: Hundreds of Ways to Live Well While Living It Up” se publicó en Nochebuena en los EEUU y llegará a Europa en enero para sumarse a los otros 35.000 libros de dietas que hay en Amazon, lo que refleja nuestras ansias por perder peso. Solo del libro del Dr. Atkins, “New Diet Revolution” se han vendido más de 10 millones de copias en todo el mundo.

Las encuestas muestran que dos de cada cinco mujeres hacen dieta la mayor parte de sus vidas (la cifra en elc aso de los hombres es ligeramente inferior: un 18%) lo que se puede deber a que la mayoría de los estudios indican que la mitad del peso perdido se recupera en un año.

Nuestra fé en los regimenes dietéticos no es algo nuevo. Se cree que en 1087 Guillermo el Conquistador siguió una dieta líquida para perder peso y Lord Byron perdió más de 18kg con la dieta del vinagre. La mayoría de las dietas, incluidas las más excéntricas, funcionan a corto plazo (es decir, se pierde peso los primeros meses) si se siguen de forma extricta.

La dieta del repollo, por ejemplo, funciona porque nadie quiere comer repollo. Un estudio publicado en la revista British Medical Journal (aleatorizado y con un grupo de control que no hacía dieta) observó que las cuatro dietas estudiadas (Atkins, Slim-Fast, Weight Watchers y Rosemary Conley) funcionaban en las personas que las seguían estrictamente, con una media de adelgazamiento de 5,9kg en seis meses.
Hacer dieta no es un misterio; basta con comer menos de lo que se gasta en energía. Una dieta debería estar bien equilibrada y tener entre 500 y 600 calorías menos de la ingesta recomendada, lo que debería hacer que la persona adelgazase 0,5kg a la semana. El ejercicio también ayuda.

Sin embargo, mantener el nuevo peso es más difícil. Un trabajo publicado en American Psychologist, en el que se examinaron 31 estudios, concluyó que las dietas no funcionaban, ya que dos tercios de las personas recuperaban más peso del que habían perdido en dos años.

Adelgazar requiere cambios en el estilo de vida y eso se logra mejor a través de cambios pequeños y alcanzables, como dar paseos rápidos y enérgicos, mantener un horario de comidas regular, practicar la moderación (no abusar del alcohol, ni el azúcar o la grasa) y comer sano, recordando tomar cinco porciones de fruta y vegetales al día. La British Dietetic Association también recomienda planificar las compras para tener a mano alimentos sanos, y no comer mientras vemos la televisión o leemos. Ver también: Adelgazar

Fuente: The Guardian Health

25 de noviembre de 2008

Dietas que no funcionan


Mucha gente ha pensado en seguir una dieta de adelgazamiento más de una vez a lo largo de su vida, pero han dudado por considerarlo algo demasiado duro o complicado. Y es que hay mucha información disponible al respecto, pero también muchos mitos. A continuación, se indican algunos de los mitos sobre cómo perder peso que hay que evitar.

1. El mejor modo de adelgazar es reducir tantos alimentos y calorías como puedas. Este es un modo extremadamente insano de hacer dieta. Además, el cuerpo pensará que está hambriento y se aferrará tenazmente a sus reservas de grasa.

2. Comer solo un tipo específico de alimentos.
Dietas de moda como la de agua y pimienta, la del pomelo o la del perrito caliente han conducido a numerosos atracones a lo largo de los años. Una dieta desequilibrada dará lugar a una carencia de nutrientes esenciales para una buena salud y un sistema inmunológico fuerte.

3. Un desliz durante una dieta es un fallo irreversible y que hay que pagar el precio de duplicar los esfuerzos para compensarlo. Esto es totalmente mentira. No hay nada malo en tomarse un helado de forma ocasional. Basta con reajustar la ingesta calórica diaria.

4. No comer nada antes de acostarse porque el cuerpo almacenará todas las calorías en forma de grasa. Una dieta solo significa que estás comiendo de forma saludable y controlando la ingesta diaria de calorías, por lo que un aperitivo frugal antes de acostarse no tendrá ningún efecto; sí evita tomar un menú completo o una tarrina grande de helado de galletas.

5. No comer nada entre comidas. Los aperitivos forman parte de una dieta saludable. Se trata de tomar comidas más pequeñas y con más frecuencia a los largo del día para satisfacer la sensación de hambre. Al eliminar los aperitivos entre las comidas lo único que se consigue es llegar más hambriento a la siguiente comida y acabar comiendo mucha más cantidad de lo que el cuerpo en realidad necesita.

6. No consumir productos lácteos, porque son ricos en grasas.
Estos productos contienen muchos nutrientes esenciales, por lo que desaconsejable eliminarlos totalmente de la dieta. De hecho, hay investigaciones que indican que el consumo regular de productos lácteos puede conducir incluso a perder unos kilos. No obstante, hay que controlar la cantidad que se consume y optar por productos bajos en grasa.

Es importante no dejarse engañar por los numerosos mitos relacionados con las dietas que abundan en Internet. Una alimentación organizada y nutritiva, junto con una práctica regular de ejercicio, es la combinación ideal para un adelgazamiento saludable.

Fuente: Top Ten Diets

5 de noviembre de 2008

Consejos para empezar a perder peso


Perder peso siempre es un reto, pero pegar estos consejos básicos en la puerta de la nevera u otro sitio en la cocina nos pueden ayudar a tener algunas reglas básicas para seguir una dieta con éxito y perder los kilos que nos pesan.

  • Acordarse de la regla 25-25-50: llenar el 25% de tu plato con hidratos de carbono complejos (cereales integrales, alubias o tubérculos, como las patatas), otro 25% con proteína magra y el 50% restante, con vegetales y/o fruta
  • No saltar las comidas. Eso ralentiza el metabolismo de un 20% a un 30% y podría llevarte a comer en exceso posteriormente. Es mucho mejor comer raciones reducidas de alimentos sanos unas 5 o incluso 6 veces al día, que no tomar nada durante todo el día excepto una gran comida o cena
  • Desayunar en cantidad y calidad. Las investigaciones indican que las personas que desayunan bien tienden a consumir menos calorías totales a lo largo del día. La combinación de hidratos de carbono y proteínas ricas en fibra es la mejor opción para sentirte lleno durante más tiempo Por ejemplo un bol de muesli con fruta y un huevo pasado por agua sería un desayuno ejemplar
  • Dormirlo suficiente. Los estudios indican que dormir menos de 8 horas al día está relacionado con un mayor índice de masa corporal (IMC); el motivo es que la falta de sueño influye en las hormonas que regulan el apetito
  • Reducir o, mejor todavía, eliminar de su dieta los hidratos de carbono de absorción rápida como el pan blanco y los dulces, que pueden causar picos de azúcar en sangre y conducir a la retención de líquidos y la hinchazón (por no mencionar un bajón en los niveles de energía)
  • Tener cuidado cuando come ternera: elige solomillo y carne picada que sea al menos un 93% magra. Evita las que tienen más grasa o “elige” las tajadas (por ejemplo, una ración de 85g de entrecot tiene unos 15g de grasa, mientras que 85g solomillo magro tan solo tiene 5g)
  • Visualizar el tamaño de las porciones para no pasarse. Una porción de unos 110g de carne, ave o pescado es más o menos del tamaño de la palma de tu mano. Un porción de unos 30g de queso tiene el tamaño de 4 dados. Para más información sobre porciones, consulta: mealsmatter.org
  • Servir toda su almerzo, comida, merienda o cena en un plato a la vez para que puedas ver exactamente qué cantidad estás tomando. Evitar tomar pan con las comidas y cenas y buscar otras fuentes más sanas de hidratos (arroz o pasta integral por ejemplo)
  • Variar los alimentos y incluso el orden. Si comemos lo mismo a la misma hora todos los días. el cuerpo se acostumbra a los mismos alimentos y se ralentiza. Si logramos diversificar los alimentos y la hora en la que los tomamos, lograremos avivar nuestro metabolismo
  • Puntualizar la sensación de hambre en una escala de 1 (no tengo hambre pero podría picar algo) a 5 (hambriento); procura comer solo cuando estás entre el 3 y el 4 y no llegar nunca a 5
  • Antes de empezar su dieta, fija un objetivo realista porque no hay nada peor que pasarlo mal siguiendo un régimen de adelgazimiento solo para comprobar que no logre su gol. No se debe pesar todos los días – como mucho una vez a la semana. Y hay que fijarse retos alcanzables
  • Empezar a hacer una lista de compra: será mucho más fácil seguir una dieta si haces un plan de comidas saludables para una semana, anotas los ingredientes y llevas la lista al supermercado el día de la compra. Existen muchos sitios web tipo Mis Recetas con muchas recetas que pueden formar parte de una dieta para adelgazar y que permitan hacer un planning de menus diarios atractivo
  • Llenar la puerta del frigorífico con listas de alimentos sustitutos más ligeros, por ejemplo, patatas asadas al horno con salsa de yogur en lugar de nachos con queso, o una tostada con aceite y jamón en lugar de tostada con mermelada y mantequilla. También listas de alimentos de los que puedes comer grandes cantitades sin sentirte culpable