Esta es una de esas recetas improvisadas que salen rebuenas y al final se acaban convirtiendo en un clásico.
En casa siempre suelo tener algun tipo de masa preparada bien masa de hojaldre o masa brisa, suelo tener refrigerada y congelada porque siempre te saca de un apuro. El otro día hice unos filetes de pechuga a la plancha de segundo y sobró casi toda, se zamparon los espaguetti y luego ya no querian nada más, estos niños mios comen como pajaritos… y como en esta casa se aprovecha todo lo aprovechable, del pollo sobrante y de la masa de hojaldre salió esta deliciosa receta.
Ingredientes:
- Restos de pechuga de pollo (unos 6 filetes).
- 1 lámina de masa de hojaldre.
- huevos duros (opcional, yo no le puse).
- Bechamel: 50 gm. harina, 50gm. mantequilla, 1 vaso grande de leche, pizca de sal, pimienta negra, nuez moscada (si no quereis hacer la bechamel también sirve la que viene preparada).
Elaboración:
- Picamos el pollo y el huevo duro (picadora) o lo cortamos en trozos pequeños, esto al gusto de cada uno.
- Hacemos la bechamel (receta salsa bechamel).
- Cuando la bechamel esté lista (tiene que quedar espesa) la mezclamos con el pollo y dejamos enfriar la mezcla.
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Extendemos la masa de hojaldre y la pinchamos con un tenedor para que no suba mucho.
- Ponemos la mezcla en la mitad de la masa y cubrimos con la otra mitad, cerramos bien y lo metemos al horno hasta que esté dorado. Si quereis podeis pintar la masa con huevo batido por encima para que quede de un color más tostado.
Esta receta es ideal también para llevar a la playa porque la podemos hacer con antelación , acompañada de un gazpachito, o una ensalada de pasta y listos que nos vamos.