El cerdo nos deja magníficos productos facilmente combinables, como es el caso del jamón. El jamón ibérico se puede presentar de muchas maneras, podemos encontrarlo en lonchas, a tacos, en rollo, recién cortado de la pierna y, así mismo podemos combinarlo con muchísimo productos.
La combinaciones podríamos agruparlas por productos y, a su vez por temperaturas. Pues, el jamón está presente tanto en aperitivos y tapas como en primero platos, caldos o guisados y, para algunos hasta en el postre con un exquisito jamón con melón.
En frío podríamos presentar el jamón tanto con vegetales como: la rúcula, la alcachofa, en una ensalada de jamón ibérico y aguacate perfecta como entrante navideño, y con hongos y setas. También podemos combinarlo con otros productos embutidos o lácteos de procedencia animal como: con el queso brie, en un puding de jamón ibérico y tomate o también en una ensalada de queso de cabra, aguacate y jamón.
Para los primeros platos o los guisos, el jamón también es el protagonista en muchas ocasiones, como: en los míticos huevos al plato con jamón ibérico españoles, en el potaje de garbanzos con jamón ibérico, en una tortilla de acelgas y jamón ibérico o en unas almejas con jamón ibérico al oporto.
Estas son solo algunas de las muchas combinaciones que ofrece el jamón en los distintos momentos culinarios, pero son muchas más la opciones que nos ofrece este delicioso producto ibérico del cerdo.
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