La alimentación de la mujer durante la lactancia puede variar las características nutricionales de la leche materna, lo que afectará a la nutrición del bebé. Mientras das el pecho a tu bebe, ¿qué debes comer?
La lactancia materna es el único alimento ideal para nuestro bebé, pero la alimentación de la madre puede influir en la calidad de la leche, tanto en su perfil lipídico como en las vitaminas que contiene. Por tanto, es importante saber los requerimientos nutricionales de la mujer mientras da de mamar a su bebé.
La alimentación de la mujer durante la lactancia materna
Un dato que demuestra la importancia de la alimentación de la mujer durante la lactancia es la afirmación de que las mujeres durante este período tienen necesidades energéticas incluso mayores que durante el embarazo, ya que la producción de leche supone un elevado gasto energético. Así, aunque durante los primeros meses de lactancia el cuerpo gasta los depósitos acumulados durante el embarazo, la madre necesitará consumir unas 500 kcal más de lo habitual, siempre dependiendo de las características específicas de la madre.
En cuanto al consumo de nutrientes, las necesidades también aumentan mucho durante la lactancia materna, siendo aproximadamente un 10-20% superiores a las recomendaciones durante la gestación.
Durante la lactancia materna se pierden proteínas en la producción de la leche, por lo que las necesidades de proteínas de la madre están aumentadas, siendo de 10 a 14 gramos al día durante los primeros seis meses, de 15 a 19 gramos al día durante los segundos seis meses y de 12 gramos al día a partir de entonces. La mujer deberá comer más alimentos proteicos para no tener un déficit y que disminuya la cantidad de leche producida. En cuanto a las grasas, es importante consumirlas de buena calidad, para asegurar todos los ácidos grasos esenciales así como el ácido docosahexaenoico (DHA), importante en el desarrollo cerebral y de la retina. Pero la cantidad de grasa consumida no aumenta, como ocurre también con los hidratos de carbono.
En cuanto a las vitaminas, es importante cuidar el aporte de las vitaminas A y C, pues sus requerimientos aumentan mucho durante la lactancia. La vitamina A está presente en los lácteos, el pescado azul, algunas frutas y verduras. La vitamina C también está presente en la fruta.
Debido a que la leche materna contiene mucho calcio, las necesidades de este mineral también aumentan. También es importante el correcto consumo de zinc.
Mientras se da el pecho es muy importante que la mujer beba mucha agua y líquido, ya que supone aproximadamente el 85% de la leche materna. La madre no debería beber menos de dos litros de agua, además de comer frutas, verduras y hortalizas que también aportan mucha agua.
Consejos para seguir una dieta adecuada durante la lactancia
- Realiza como mínimo cinco comidas al día, lo que permitirá consumir las calorías diarias necesarias. Es importante comer bien para asegurar la correcta producción de leche, tanto en cantidad como en calidad.
- Consume mucha agua y también bebidas como la leche, bebida de soja, de almendra o de avena, que aportan calcio y proteínas así como agua. También es interesante para asegurar el aporte hídrico necesario el consumo de caldos y zumos.
- Consume pescado azul, que además de aportar proteínas contiene ácido docosahexaenoico (DHA), necesario para el desarrollo cerebral y de la retina del bebé.
- Toma grasas insaturadas, presentes en el pescado azul, el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos.
Alimentos que debes evitar durante la lactancia materna
Algunos alimentos pueden variar las características organolépticas de la leche, como el sabor o el olor, y esto puede ser perjudicial si al niño no le gusta el cambio. Otras sustancias pueden incluso pasar a la leche, y tener un efecto nocivo sobre la salud del bebé.
Para que el sabor de la leche no cambie es recomendable evitar los alimentos picantes, así como alimentos con sabor fuerte (que pueden cambiar el sabor de la leche) como las coles, el ajo, la cebolla, la carne de caza, el embutido o los espárragos.
Para evitar el paso de sustancias tóxicas a la leche y por tanto, al bebé, se debe evitar el consumo de alcohol y tabaco. El alcohol pasa por igual al cuerpo de la madre que a la leche materna, por lo que se debe evitar su consumo. Además, el alcohol y el tabaco parecen reducir el volumen de leche producido por la madre, lo que puede afectar al correcto crecimiento del bebé. También es recomendable moderar el consumo de bebidas estimulantes como el café, el té o los refrescos con cafeína, ya que también pasan a la leche materna y suelen causar irritabilidad en el bebé.
¿Puedo perder peso durante la lactancia materna?
Si, puedes. Es más, en general la lactancia materna ayuda a perder peso, ya que dando el pecho se gastan los depósitos de grasa acumulados durante el embarazo para asegurar la lactancia. Gran parte de estos depósitos de grasa acumulados se gastan en la producción de la leche materna. Pero si quieres adelgazar aún más deprisa, quizás no sea el momento. Lo más aconsejable es esperarse a terminar de dar la lactancia materna para empezar una dieta de adelgazamiento. De todas formas, con una dieta sana y equilibrada y dando la lactancia materna, poco a poco irás recuperando tu peso. Si al final decides hacer una dieta de adelgazamiento durante la lactancia, lo mejor es que pidas ayuda a un dietista-nutricionista, para que no afecte ni a tu salud ni a la calidad de la leche y por tanto, a la alimentación de tu bebé. Por supuesto, nada de dieta de la manzana, dieta de la piña, dieta del agua de avena, del café verde…
¿Necesitas ayuda? ¿Estás dando lactancia y no consigues recuperar tu peso tras el embarazo? Resuelve aquí tus dudas o pide ayuda para llevar una dieta más adecuada.
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