29 de mayo de 2008

Adelgazar comiendo menos cantidad mas veces al día


Según un estudio realizado en Australia, hacer que el metabolismo trabaje mas comiendo mas veces al día no ayuda a adelgazar.

A las personas con sobre peso se les suele aconsejar hacer comidas más pequeñas y más veces al día para deshacerse de esos kilos extra. Ahora, sin embargo, un nuevo estudio ha descubierto que este método de dieta no es más que un mito, y no ayuda a perder peso.

Los especialistas en dietética pusieron en práctica esta teoría pidiendo a 179 australianos obesos que comiesen menos más a menudo.

Los voluntarios fueron divididos en dos grupos: un grupo comió tres veces al día, mientras que el otro añadió tres aperitivos adicionales para acelerar la quema de grasa impulsando el metabolismo.

El resultado fue que no sirvió para ayudar a los participantes a perder eso.

«Apenas parece haber algún beneficio en modificar la frecuencia o regularidad con la que se come si se intenta perder peso», señaló para The Australian el investigador Michelle Palmer, especialista en dietética de la Universidad de Newcastle. Observamos que lo que importa no es cuándo comes, sino qué y cuánto».

Tim Crowe, especialista en nutrición de la Universidad de Deakin, Melbourne, señaló que en lugar de seguir la «tendencia de la dieta de moda», la personas se deberían centrar en cuánto y qué están comiendo.

Fuente: AU News

28 de mayo de 2008

Las mujeres pasan una media de 10 años a dieta


Según los resultados de una estudio, unos científicos han concluido que las mujeres pasarán 10 años de su vida haciendo dieta.

El estudio revela que una mujer iniciará dos planes de alimentación saludable cada año, con una media de duración de unas cinco semanas cada uno.

Eso equivale a 104 dietas entre los 18 y los 70 años de edad y un total de 10 años controlando lo que comen. Y perdiendo una media de 2,86Kg con cada dieta, las mujeres podrían perder cerca de unos 6,35kg cada año.

Sin embargo, un cuarto de estas mujeres no pierden nada en absoluto y el hecho de que la mujer promedio se embarque al menos en dos dietas cada año sugiere que recuperan cualquier peso que pierden.

La investigación revela también que una de cada 10 mujeres pasa 25 años o más haciendo dieta.

Según el Dr. Glenn Wilson, profesor del King’s College Institute of Psychiatry: «Esto refleja lo mucho que piensan en su peso las mujeres a lo largo de sus vidas y la presión relacionada con mantenerse en forma».

«El peso de las mujeres está destinado a fluctuar debido a momentos de cambio en la vida, como tener un hijo, factores emocionales relacionados con las relaciones y cambios en sus entornos de trabajo».

«Sentirse sano y en forma puede marcar una gran diferencia de cara a un bienestar general, pero muchas personas se empeñan en alcanzar y mantener su figura ideal, y un 25% incluso estarían dispuestas a pasar por el cuchillo para deshacerse de esos kilos extra».

La encuesta realizada por LIPObind, fabricante de un suplemento adelgazante, a 4.000 mujeres, señala que casi tres cuartos de las encuestadas creen que necesitan perder algún kilo.

Un tercio de todas las mujeres inició su primera dieta a los 16 años o más jóvenes, pero el 44% afirma que a pesar de todos sus esfuerzos, nunca parecieron perder peso.
Según señaló un portavoz de LIPObind: «No existe una pastilla milagrosa ni una solución rápida para la pérdida de peso. Sin embargo, millones de personas descubren que tomar un suplemento dietético para el control de peso les da el empuje extra que necesitan para iniciar y mantener un nuevo programa con un estilo de vida saludable».

Fuente: The Telegraph

14 de mayo de 2008

Dietas que cambian el ritmo del consumo de calorías


¿Se pierde o no se pierde grasa con una dieta cambiante? Dependerá de tu capacidad de compromiso, pero una dieta cambiante es mucho más lógica que morirse de hambre con una dieta intensiva.

Si sigues los sencillos principios de una dieta cambiante y realizas algún ejercicio dinámico con frecuencia perderás grasa y no la recuperarás.

Hay algunos tipos de dieta en los que nunca te deberías embarcar; las que estipulan un consumo de menos de 1000 calorías diarias; las que prometen una pérdida de grasa milagrosa tomando solo una fruta o bebida concreta; y las que indican que no se haga ejercicio. Todas ellas son problemáticas.

Pueden funcionar a muy corto plazo, pero a medio y largo, las dietas relámpago son para locos desesperados.

En cambio, una dieta cambiante funciona según unos principios sensatos. La idea principal es no dejar que el cuerpo adquiera el hábito de esperar el mismo tipo de comida a la misma hora del día.

El plan consiste en hacer al menos cuatro comidas al día, con una ingesta calórica variada. Esto acelera el metabolismo y se quema más grasa, lo mismo que sucedería si varías tu programa de ejercicios aeróbicos y de resistencia cada unas cuantas semanas. De lo contrario, el cuerpo, que es muy astuto, se adapta y almacena la energía de los alimentos en forma de grasa corporal.

Si puedes dedicar entre 5 y 10 minutos del día a planificar los alimentos que tomarás al día siguiente, no tendrás ningún problema con la dieta cambiante. Cuanta más comida puedas preparar con antelación, mejor.

Saber lo que vas a comer a lo largo del día es un modo excelente de evitar picar entre horas y tomar aperitivos poco saludables. Es solo cuestión de acostumbrarse a ser organizado y seguir adelante.

Fuente: Popular Diets

2 de mayo de 2008

Fibra soluble ayuda a perder peso


Según un artículo publicado esta semana en foodnavigator.com, un nuevo estudio sugiere que los suplementos de fibra dietética soluble podrían incrementar la pérdida de peso aumentando la saciedad, además de tener efectos beneficiosos para la salud cardiovascular.

Según describieron los científicos en la revista British Journal of Nutrition, un suplemento de fibra soluble mejoró los niveles de colesterol en sujetos con sobrepeso y obesos, quienes además perdieron cuatro kilos más que las personas del grupo que tomó el placebo durante 16 semanas.

Los investigadores, dirigidos por Jordi Salas-Salvado, del Hospital Universitario Saint Joan, en Reus, España, dividieron de forma aleatoria en tres grupos a 200 pacientes obesos o con sobrepeso. Un grupo recibió una dosis de fibra mezclada (3gr de cáscara de Plantago ovata y 1gr de glucomanano) dos veces al día durante 16 semanas; un segundo grupo recibió lo mismo, pero tres veces al día; y al otro se le dio un placebo. El estudio consistió en un ensayo clínico paralelo de doble ciego y controlado por placebo.

Al finalizar el estudio, los investigadores señalaron que la pérdida de peso ‘tendía’ a ser mayor en los dos grupos que tomaron la fibra (con una pérdida de 4,52 kg y 4,60 kg en los grupos de dos y tres días, respectivamente), en comparación con el grupo dle placebo (con una pérdida de 0,79 kg). Además, se observó que la saciedad aumentaba tras el consumo de los alimentos ricos en fibra.

Por otra parte, los autores señalaron que los niveles de colesterol LDL disminuyeron 0,38 y 0,24 mmol/l en los grupos que tomaron la fibra dos y tres veces al día, respectivamente, en comparación con el grupo del placebo en el que disminuyeron tan solo 0,06 mmol/l. También se observaron mejoras en la proporción de colesterol total y colesterol HDL y en la de HDL y LDL.

Fuente: Food Navigator

30 de abril de 2008

Perder peso sin comer menos


Unos científicos australianos creen haber descubierto el modo de ayudar a la gente a perder peso sin dejar de comer. Los investigadores de Melbourne descubrieron que manipulando las células grasas en ratones podían acelerar el metabolismo.

Tras eliminar una enzima concreta, los científicos observaron que estos ratones, comiendo la misma cantidad de alimentos que los otros, quemaban más calorías y, por tanto, ganaban menos peso.

Este avance podría sentar las bases para el desarrollo de fármacos que quemen grasas, así como ayudar a combatir la diabetes.

En la investigación se observó que los ratones a los que se les había quitado la enzima conversora de la angiotensina (ECA) eran una media de un 20% más ligeros que los ratones normales y tenían hasta un 60% menos de grasa corporal.

Debido a su rápido metabolismo, parece que son también menos propensos a desarrollar diabetes, porque procesan el azúcar con más rapidez.

Actualmente, ya existen fármacos que bloquean la acción de la enzima ECA en humanos, pero se utilizan para combatir la tensión arterial alta. Esta última investigación podría ayudar al desarrollo de nuevas píldoras para la pérdida de peso.

La cuestión es si tendrán en las personas el mismo efecto adelgazante que han mostrado en los ratones.

Fuente: BBC News

15 de abril de 2008

Políticas escolares para reducir la obesidad infantil


Según un artículo publicado este mes en ScienceDaily, un nuevo estudio publicado en el ejemplar de abril de la revista Pediatrics, afirma que pequeños cambios en las escuelas pueden dar lugar a enormes resultados en la prevención de la obesidad infantil. Esta intervención escolar, que redujo la incidencia de sobrepeso en un 50%, ofrece un posible medio para prevenir el incremento de peso y la obesidad infantiles a gran escala.

«Nos centramos en las escuelas porque es donde los niños pasan la mayor parte de sus vidas y donde hacen al menos una comida, cuando no dos», señaló Gary Foster, director del Center for Obesity Research and Education de la Universidad de Temple y principal autor del estudio.
El estudio de dos años de duración se realizó en 10 escuelas K-8 de Philadelphia. La mitad de las escuelas pusieron en marcha una política de nutrición polifacética desarrollada por The Food Trust, organización sin ánimo de lucro con el objetivo de garantizar que todo el mundo tiene acceso a una alimentación asequible y nutritiva. Esta política incluía marketing social e implicación familiar. Las otras cinco escuelas sirvieron de comparación.

El estudio se centró en 1.349 estudiantes de cuarto a sexto curso, de los cuales se realizó un seguimiento durante dos años, midiendo su peso, altura y actividad física antes y después.
La intervención, conocida también como School Nutrition Policy Initiative, incluia: autoevaluación escolar, educación en nutrición, políticas de nutrición, marketing social e implicación de los padres.

Se sustituyeron los refrescos con gas por agua, zumos de frutas 100% y leche desnatada; se limitaron los aperitivos a 7 gr de grasa total, 2 gr de grasas saturadas, 360 mg de sodio y 15 gr de azúcar por ración; y se eliminaron los dulces de las instalaciones escolares.

Los profesores recibieron 10 horas de formación para enseñar nutrición y los alumnos recibieron 50 horas de educación en nutrición a lo largo del año escolar.

Se recompensó a los niños por tomar aperitivos saludables y por reservarse para las comidas principales, dándoles rifas con las que podían ganar premios.

Los educadores en nutrición animaron a los alumnos y a sus padres a comprar aperitivos más sanos. Además, se retó a los estudiantes a ser menos sedentarios e incrementar su actividad física, y a comer más fruta y vegetales.

Sólo el 7,5% de los niños cogieron sobrepeso en las escuelas de la intervención, en comparación con el 15% de las otras escuelas. Estos resultados son especialmente interesantes para los colegios urbanos, en donde las tasas de obesidad infantil son desproporcionadamente más elevadas que en las zonas suburbanas.

Fuente: sciencedaily.com

7 de abril de 2008

Relación entre horas de sueño y aumento de peso


Según un artículo publicado este mes en CBCNews, un nuevo estudio sugiere que hay justo una cantidad adecuada de sueño, y que tanto los que duermen poco como los que duermen demasiado engordan como consecuencia de ello.

En el estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Laval, en la ciudad de Quebec, se observó, durante un seguimiento de seis años, que las personas que duermen entre cinco y seis horas cada noche y las que duermen un promedio de entre 9 y 10 horas engordan más que las que duermen la cantidad recomendada de entre siete y ocho horas.

El estudio, publicado en la revista Sleep, coincide con una serie de artículos científicos recientes que sugieren la existencia de una relación en forma de U entre la duración del sueño y el índice de masa corporal.

Los investigadores de Laval realizaron un seguimiento de 276 adultos de edades comprendidas entre los 21 y los 64 años, participantes del «Quebec Family Study». Más de la mitad procedían de familias en las que al menos unos de los padres y uno de los hijos eran obesos según el IMC. Tras realizar los ajustes de edad, género y niveles de IMC al inicio del estudio, los que menos y los que más durmieron se mostraron más propensos a engordar durante el período de seguimiento.

Los que durmieron poco ganaron una media de 1,98 kg más que los que durmieron un número de horas promedio, y los que más durmieron ganaron una media de 1,58 kg más en comparación con los que mantuvieron la cantidad óptima de sueño.

El estudio no puede ofrecer ninguna respuesta definitiva de por qué sucede esto, pero según uno de los autores, Angelo Tremblay, se cree que la falta de sueño trastorna la producción de hormonas, que regulan el apetito. De este modo, parece que pocas horas de sueño incrementan la producción de grelina (hormona que nos indica que tenemos hambre) y disminuyen la producción de leptina, la hormona que nos indica que estamos llenos.

Pero, ¿por qué entonces demasiado sueño produce el mismo efecto? Según Tremblay, algunos investigadores creen, que las personas, que duermen muchas horas en realidad no duermen bien, es decir, pasan muchas horas en cama porque no han tenido un sueño de calidad.

Fuente: cbc.ca

17 de marzo de 2008

Consejos para no recuperar los kilos perdidos en una dieta


Según un artículo publicado esta semana en The New York Times, un nuevo estudio indica que las personas que hacen dieta son más propensas a perder peso y no recuperarlo si contactan con un consejero.

El informe, llevado a cabo por cientificos del Centro Médico de la Universidad de Duke y publicado en la revista especializada Journal of the American Medical Association, señala lo difícil que es para las personas que hacen dieta mantener el peso perdido. el estudio se inicio con 1.685 adultos con sobrepeso u obesos, con un peso promedio de 96,6Kg. El grupo perdió peso con éxito, alcanzando un promedio de reducción tras seis meses de 8,5Kg.

Unas 1.000 personas que perdieron al menos 4Kg tomaron parte en la segunda fase del estudio. Algunos de ellos utilizaron una herramienta basada en Web de asesoramiento de pérdida de peso, mientras otros mantuvieron con frecuencia un contacto personal con un consejero. Un tercer grupo recibió instrucciones básicas sobre cómo mantener el peso perdido y sus integrantes intentaron no recuperarlo por sí solos.

El contacto personal mensual implicaba que los participantes podían ponerse en contacto por teléfono con un consejero de entre 5 a 15 minutos cada mes, salvo cada cuatro meses, que disponían de una sesión individual en persona de entre 45 y 60 minutos. El programa basado en Web daba a los participantes acceso ilimitado al sitio Web destinado a ayudarles; el sitio contaba con herramientas interactivas que permitían a los participantes fijarse unos objetivos personales y unos planes de acción para la semana siguiente y ver en gráficos sus datos con el paso del tiempo.

Más de dos años después, prácticamente todos habían recuperado algo de peso. Los que lo intentaron solos, sin ayuda de ningún tipo, obtuvieron los peores resultados, recuperando un promedio de 5,5Kg y los que utilizaron la herramienta basada en Web recuperaron 5,2Kg. En cambio, los integrantes del grupo que mantuvieron el contacto personal fueron los que menos peso recuperaron, engordando 4Kg.

Aunque este contacto personal solo marcó una diferencia de 1,5Kg, los autores del estudio señalan que en cuestiones de peso pequeñas pérdidas pueden mejorar la salud. Según ellos, cada kilogramo de peso perdido se asocia con un decrecimiento medio de la tensión arterial sistólica de 1,0 a 2,4 mm Hg y con una reducción del 16% en el riesgo de diabetes. Al final del estudio, más del 45% de los que habían recibido asesoramiento había conseguido mantener al menos 4Kg del peso perdido inicialmente, una cantidad con beneficios claros para la salud.

Fuente: nytimes

28 de febrero de 2008

Dietas que hay que evitar


El 26 de Febrero pasado, Jessica Hupp, escribió este artículo sobre las peores y más ridículas dietas que existen en el campo de la dietética y que hay que evitar, sino quiere sufrir males peores.

Jessica dice, que las personas, que tienen problemas de obesidad o agunos kilos de más, a veces son capaces de todo con tal de perder peso. Son capaces de hacer cualquier dieta, que les llegue a las manos, porque alguien que conocen ha perdido 10 kilos y se la recomienda. Entonces, se lanzan a dietas ridículas e insensatas, para probar, sin pensar que no todas las dietas son equilibradas, que no todas las personas somos iguales y que a demás, una dieta mal planificada podría perjudicarnos.

Jessica Hupp ha elegido las peores que ha encontrado y que hay que evitar sino quiere tener problemas de salud:

  • Atkings: a pesar de ser muy conocida y funcionar para ciertas personas. No es adecuada para todos. Está basada en una lista de productos a consumir limitada, en la que no han eliminado totalmente las grasas y otros alimentos malsanos; y si han eliminado alimentos tan importantes como la fruta. A pesar de todo, esta dieta tan extricta y restringida en sus alimentos a tomar, es muy complicada y no a todos les funciona.
  • La Dieta del Metro: que consiste en sustituir todas las comidas por sandwich vegetales de pan integral. Ya de entrada el nombre es erróneo, porque no todos los sandwich, que venden en los metros son integrales y vegetales. Si lo come sandwich en sustitución de otros alimentos, es una dieta incompleta y malsana. A demás, deberá comer muchos de ellos para saciarse. La verdad para hincharse de sandwich, no hace falta ir al metro y entodo caso debería acompañarse de otro tipo de alimentos y hacer ejercicio, para perder peso.
  • La Dieta de la Sopa de Col: también llamada la Dieta Rusa, que consiste en comer sopa de col durante 7 días. Dicen que solo comiendo esta sopa puede perder 5 kilos en una semana. Dicen los expertos, que no es cierto, ya que como casi todo es agua, se recupera el peso enseguida. A demás, su ingesta representa demasiado sodio, muy pocas proteínas, produce mucha flatulencia y le hará sentir muy débil.
  • La Dieta de los Cereales: es igual que la del Metro. Suprime alimentos nutricionales importantísimos para el organismo, para consumir solo cereales integrales, que aunque no llevan azúcar, tienen un alimento muy limitado. A demás, tiene que estar pesando la cantidad que debe tomar con leche descremada, que debe ir transportando durante todo el día. Cualquier dieta, que se limita a un solo aliemento es incompleta y puede ser contraproducente.
  • La Dieta Baja en Grasas: consiste en comer solamente productos bajos en grasas. Tampoco es buena, para perder peso, porque para adelgazar, existen otros elementos a tener en cuenta en este tipo de productos, como los azúcares, el sodio o las calorias. No basta con suprimir la grasa y por supuesto necesita alimentarse mejor.
  • La Dietas de las Playas del Sur: esta dieta la creo un cardiólogo, que viene es esa zona. Parece mentira que la haya idea un médico, porque consiste en una dieta extremadamente extricta a veces y otras bastante menos, con lo cual nuestro organismo sufre el efecto yo-yo y es malo para el corazón.
  • La Dieta del Chocolate: se basan en las propiedades del chocolate como sustituto de otros alimentos y hacen beber batidos descremados de chocolate. Si se toma uno en un momento dado, quita el apetito y es como una vitamina, pero a largo plazo, no hace perder peso y son necesarios otros alimentos. No es cierto que este tipo de batidos aceleren el metabolismo y le hagan quemar grasas y tiene calorias.
  • La Dieta para perder peso de «mejor que no sepa como»: esta dieta es increíble. Se basan en la ingesta de orina de mujer embarazada. ¿Se imaginan tener que beber pipi?. La verdad es que se pierde peso con ello, pero existen otras dietas más apetecibles y menos asquerosas, para perder peso, que justamente esta
  • La Dieta del Tipo de Sangre: consiste en comer sólamente productos, que pertenezcan al mismo grupo de sangre, que Vd.. No funciona. Por una parte, no es sana porque restringe mucho el tipo de alimentos y puede eliminar otros nutricionalmente importantes. Pero lo más importante, es que no elimina grasas, ni nada; y no tiene medidas de los alimentos, puede comer la cantidad que quiera si pertenece a ese grupo sanguíneo. A menos que tenga mucha voluntad, eso incluyen alimentos no adelgazantes, ricos en calorias y grasas.
  • La Dieta Hollywood: es malísima porque es a base de zumos, con lo que es evidente que la dejarán a Vd. siempre con hambre. Sólo pensará en comer.Hay que tener en cuenta, que una dieta a base de zumos, osea agua, luego se recupera muy rápido también, por lo que sufrirá el efecto yo-yo. Lo peor, es que hay gente, que pretende hacerla todo el año. Faltal y contraproducente.
  • La Dieta de Martha’s Vineyard: es identica a la anterior. Sólo zumo y produce los mismos problemas.
  • La Dieta del Pomelo: es malisima. Ocurre lo mismo que con la Dieta Hollywwod. Si toma sólo pomelo, quema pero sufrirá el efecto yo-yo y a demás consumir tantos cítricos es malo para el estomágo. Por otro lado, el pomelo no se puede mezclar con algunos medicamentos.
  • La Dieta de Wu-Yi Tea : nada de especial y no funciona. Si se limita a tomar sólo té, no es bueno y a demás, este té no tiene nada de especial. Es lo mismo si compra Vd. en el super Té Oolong.
  • Y bastantes más….
23 de enero de 2008

Las Frutas bajas en hidratos de carbono


Elija frutas bajas en hidrátos de carbono.

Existen algunas dietas (Atkins, South Beach) bajas en hidrátos de carbono, que en su fase inicial del tratamiento, prohiben el consumo de frutas. En cambio otras las toman y sólo tienen en cuenta la cantidad total de hidratos de carbono consumidos por día, en cualquier momento del regímen. En realidad, es más efectiva la primera opción, es decir, no tomar fruta en la primara fase del regímen y en la segunda controlar el tipo de fruta que se toma, eligiendo las que son más bajas en hidratos de carbono.

Están clasificadas según por tipo de contenido de azúcar, teniendo en cuenta el volumen y el peso. Hemos clasificado solamente las frutas más consumidas en todas las casas por las familias.

Un detalle interesante, es que, las frutas bajas en azúcar, son las que tienen un valor nutricional más alto, incluídos los antioxidantes y otros fitonutrientes.

Si está considerando consumir alimentos, frutas y verduras orgánicos y libres de pesticidas, eche un vistazo a las listas clasificadas, que hemos preparado. Le puede ser muy práctica a la hora de seleccionar los alimentos, que va a consumir.

  • Frutas bajas en contenido de azúcar: fresas, fresones, ruibarbos, arándanos, frambuesas, moras, pomelos, albaricoces, melocotones, peras, ciruelas, cerezas, guayabas, manzanas y papayas.
  • Frutas que contienen bastante azúcar: uvas, naranjas, kiwis, mandarinas y piña.
  • Frutas con el contenido de azúcar muy alto: plátanos, mangos, frutos secos.

Por supuesto, las del último grupo nunca estarán presentes en una dieta de adelgazamiento. Si quiere comer fruta mientras sigue una dieta para Perder Peso, deberá ceñirse a las frutas del primer grupo, que son las que tienen el contenido de azúcar más bajo. Y como bien decíamos más arriba, sólo en la segunda fase de la dieta.
Otros detalles a tener en cuenta en una dieta para perder peso, son no tomar postre y si le apetece tomar fruta, tómarsela a media mañana o como merienda. La fruta cuando se toma sola, no engorda. Si se toma de postre, su azúcar se adiciona a los otros alimentos, que Vd. ha ingerido y engorda mucho.

Fuente: About.com