Mucha de la cocina que más apreciamos por su sabor y su tradición tiene un apellido común: “de mamá” o “la abuela”. Esto no es casualidad: las mujeres han tenido y siguen teniendo un papel fundamental en la cocina de nuestros hogares, ya sea porque son las autoras y las guardianas de los sabores familiares o porque asumen la tarea de organizar los menús y la cocina diaria. En uno de cada nueve hogares españoles la comida casera ha sido preparada por un miembro de la familia, en general mujeres, como muestra World Cooking Index, un estudio mundial que Cookpad lleva a cabo con la consultora Gallup, y que muestra también que, de forma global, las mujeres cocinan más días a la semana que los hombres.

Pero cada vez más hombres se meten entre fogones en casa, especialmente entre las generaciones más jóvenes, lo que implica que la brecha de género también se reduce en este ámbito. Pero lo cierto es que han sido las mujeres las que, durante años, han monopolizado este espacio del hogar, muchas veces sin el tan merecido reconocimiento familiar y social. 

Por eso, hoy que celebramos el Día Internacional de la Mujer, queremos también rendir tributo a las madres, las abuelas y a todas las mujeres que han sido y siguen siendo fundamentales para la cocina casera española: su creatividad y esfuerzo han permitido a generaciones de españoles comer muy bien, y su buen hacer es el pilar sobre el que se ha construido la alta cocina española, como reconocen grandes chefs de nuestro país. Son ellas las que nos han enseñado conceptos como los ingredientes de temporada, a comprar en el mercado las verduras y frutas de proximidad, a no tirar nada…

Para homenajear a todas las mujeres que han hecho posible la cocina tradicional española por generaciones hemos reunido algunas de las recetas y las historias de cocina de la comunidad de Cookpad, dedicadas a las mujeres.

  • La mejor receta… la de mi madre: los platos de origen más humilde reflejan la destreza y la habilidad para sacar partido a los ingredientes disponibles, para aprovechar cada alimento al máximo y evitar el desperdicio, y para poner un plato delicioso en al mesa que sabe a hogar. Estas migas de mi madre que comparte Francisco Gil o las torrijas de Juan de las Heras ejemplifican todas estas bondades, la memoria y el amor resumidos en un plato.
Migas de mi madre, de Francisco Gil
  • Como cuando era pequeña: unas galletas recién horneadas, un guiso inimitable, una salsa con el toque especial de la abuela… los recuerdos de los olores y sabores de la cocina casera son la motivación de muchas personas para aprender a cocinar. Los menús de la infancia, la comida que te hacía feliz y te reconfortaba, casi siempre salía de las manos de una madre, una abuela o una tía, que disfrutaba viéndote comer… Casi tanto como cuando ahora eres capaz de reproducir ese gusto tan particular, como la receta de La Cocinera Novata de Albóndigas con Pimiento en Salsa de su madre.
Albóndigas con Pimiento en su Salsa de mi madre, de La Cocinera Novata
Escudella de «la mama» de Judith Bermejo
  • La complicidad femenina en la cocina: este arroz integral meloso que comparte Martíviri refleja bien la importancia del intercambio de recetas y la ayuda que prestan cocineras más experimentadas o con más habilidades en la cocina a otra personas, explicándoles el truco y la técnica para conseguir la textura o el sabor único e irrepetible.
Arroz meloso integral, de Martíviri
  • Los hombres también se ponen el delantal: cada vez más hombres disfrutan de la cocina y asumen esta parte de las tareas del hogar, redescubriendo el placer de alimentar a los suyos, como lo han hecho las mujeres de su familia antes. Hombres y mujeres cocinan juntos, en familia, y comparten esta afición con sus hijos y nietos, inculcándoles que la cocina es cada vez más un espacio de igualdad, de bienestar y de conexión, como muestra la historia detrás de la Tarta de Queso para mamá con los limones de papá de MariasCookie.
Tarta de queso para mamá con los limones de papá, de MariasCookie

Las madres, las abuelas se han inventado mil formas para que comamos más pescado, más verduras, más sopas y ensaladas, para que comamos bollos y galletas aunque seamos intolerantes al gluten, o para que no renunciemos a una pizza o a una tarta de queso si no podemos tomar lactosa… en suma, han imaginado las ideas más divertidas y ocurrentes para que nos enamoremos de la comida y de la cocina. Cuéntanos también tu historia y celebremos que, juntos, ¡#compartimoslacocina!