Comidas y cenas con amigos y familiares son un clásico del verano. Las buenas temperaturas son la excusa perfecta para reunirse en torno a la mesa y disfrutar de nuestra comida favorita o de los platos que vuelven durante este momento del año, para probar recetas nuevas o innovar sobre las que más nos gustan.
Y las comidas al aire libre son la ocasión perfecta para preparar algunas especialidades estivales, que saben mejor cuando se comparten con los seres queridos. ¡Impresiona a tus invitados con estos deliciosos e irresistibles platos de cocina casera!
- Aperitivos: mientras el plato principal está listo, podemos abrir boca con unos aperitivos sencillos. Y aquí depende de los gustos de los invitados: desde ensaladilla a tortilla, pasando por croquetas o huevos rellenos, hasta pinchos, salsas o dips, patatas bravas o rellenas o ensaladas creativas, lo importante es elegir bien el picoteo ¡para no llenarse antes de que llegue el segundo plato!
- Paella: probablemente, uno de los platos más internacionales de la gastronomía española y valenciana, la receta tradicional tiene un origen humilde, ligado a la cuna del arroz en Valencia, L’Albufera. Desde el siglo XV y XVI hay registros de este plato en las zonas rurales de Valencia, de la mano de los campesinos que aprovechaban los ingredientes de temporada para preparar este plato sencillo, pero lleno de sabor. La receta tradicional de paella valenciana lleva diez ingredientes esenciales: arroz, sal, azafrán (o colorante), agua, aceite de oliva, judía verde plana, tomate, conejo, pollo y garrofó, un tipo de alubia plana y grande tradicional de la región. Estos ingredientes deben cocinarse con fuego muy activo, por eso las paellas a la leña, en las que no se interrumpe el hervor, consiguen ese gusto tradicional tan característico. Lo cierto es que la receta tradicional ha sido versionada con ingredientes y gustos locales, añadiendo otras legumbres, verduras, carnes, pescados y mariscos que siempre combinan bien con el arroz.
- Arroz negro: esta receta aparece en varias zonas del Mediterráneo desde hace tres siglos, en Levante, Cataluña y hasta la costa italiana, adaptada a los ingredientes locales de cada puerto y ciudad. La clave es su color, que se consigue añadiendo tinta de calamar, lo que no solo aporta el tono que le da nombre al plato, sino también un gusto particular, un intenso sabor a mar. Los demás ingredientes acentúan este sabor a playa y mar: arroz, caldo de pescado y marisco. Si te gustan los platos intensos, el arroz negro te encantará.
- Fideuá: como muchos platos de cocina casera, la receta de la fideuá es fruto del ingenio de un cocinero que se quedó sin un ingrediente para su arroz a banda y tuvo que improvisar. Su creador, Gabriel Rodríguez Pastor, era cocinero en una embarcación pesquera del puerto de Gandía cuyo capitán dejaba sin su ración de arroz a la tripulación en muchas ocasiones: una de esas veces, el cocinero decidió sustituir arroz por fideos, ¡y el resto es historia! Y, ¿cómo se hace la fideuá? Con fideos (finos o gruesos, según el gusto), caldo de pescado, trozos de rape, marisco… Y tu ingrediente favorito, claro.
- Parrilla y Barbacoa: Aunque usamos ambas palabras como sinónimos, en realidad no son lo mismo. La principal diferencia entre una parrilla y una barbacoa es la técnica de cocción: la parrilla se hace al carbón, sin tapar, a fuego fuerte durante menos tiempo y colocando las carnes cerca de las brasas. La barbacoa se prepara a fuego lento, durante varias horas, en una parrilla con tapa o en un horno, y las carnes se tapan y se cubren con papel de aluminio para que conserven sus jugos. En ambos casos, se pueden añadir pescados, mariscos y hasta frutas, que van a conseguir un sabor especial, ahumado y tostado. Y es particularmente sabrosa la parrillada de verduras de temporada. Los cortes de carne o las piezas ideales para las parrillas deben tener un poco de grasa (o debemos incorporarla como aderezo), para evitar que se queden secas al exponerse al fuego más fuerte. Y para las barbacoas es importante las salsas, que darán personalidad y profundidad a piezas que se cocinarán más lentamente.
- Mojito: Y para acompañar todas estas delicias… ¿Qué tal unos mojitos? Este célebre cóctel que nos traslada a las playas caribeñas tiene un origen azaroso y aventurero. Era bebida de corsarios y piratas en el siglo XVI: de hecho, fue Richard Drake, segundo de a bordo del pirata inglés Francis Drake, quien dio con la fórmula de esta bebida que nació en las aguas cubanas y que mezcla ron blanco sin envejecer, azúcar, agua, menta y lima. En los años 40 se hizo popular en las coctelerías cubanas y de todo el mundo y, a partir de ese momento, evolucionó. Hoy tenemos infinitas variantes, con y sin alcohol y con otras frutas dulces o ácidas, que no solo aportan la dulzura típica de esta bebida, sino que también combinan bien con el ron blanco cubano, protagonista de este cóctel.
Y para el postre, prueba con tartas frías o con polos y helados, que puedes dejar listos un día antes. En pocos minutos puedes preparar estos postres fríos, que serán el colofón perfecto para una gran comida de verano.
¿Cuál es tu receta infalible para un fin de semana con amigos? ¿Qué plato no falta nunca en la mesa de verano? Comparte tus ideas y trucos para un banquete estival delicioso con toda la Comunidad de Cookpad.
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