Pasteles para boda
Foto: Carlos Pro Boda Leti y Pablo |
Los pasteles de boda, tartas nupciales, tortas de casamiento, tarta de los novios… y todas las formas de llamar a los pasteles de boda según dónde nos encontremos llevan consigo una tradición y costumbre cultural. Desde la época medieval, la ceremonia de casamiento iba seguida de un pastel, dónde se seguía un ritual para simbolizar la fertilidad y la prosperidad. En la actualidad, una de las preocupaciones durante los preparativos de boda es la tarta de los novios, el momento del corte y el momento en que los novios prueban la tarta. Todo esto, que cuenta con unos 1900 años de historia, se sigue a día de hoy aunque muchos no conocemos del todo la tradición del pastel de boda, somos muchos los que, por imitación, cultura o tradición, seguimos este ritual cuándo nos casamos.
Aunque la historia viene marcada desde la época de los medievales, la tradición fue variando y estas costumbres fueron evolucionando. Tanto fue así que cuándo la tarta de bodas fue creciendo de tamaño y fue modernizándose, resultaba imposible seguir la parte en la que el novio rompía la tarta sobre la novia. Llegado el siglo XVII los pasteles de boda se convirtieron en grandes protagonistas de las bodas, no se entendía como un pastel dulce, sino como un pastel salado de carne que escondía un anillo. La evolución fue marcando etapas hasta que se llegó a la costumbre del Siglo XIX, la tarta nupcial, pastel dulce decorado al gusto de los novios, que simboliza «el compartir» por primera vez de los recién casados.
Son muchas las recetas de tartas de novios y pasteles para bodas que podemos encontrar, con diseños de todo tipo, formas y alturas inimaginables, elaboraciones de grandes reposteros que han presentado creaciones para bodas reales, y un largo etcétera que hay hecho que el momento de «cortar la tarta» sea uno de los más esperados por los invitados, fotógrafos, novios, familiares… el día de una boda.
La tarta tradicional, sobretodo en España, era aquella hecha a partir de bizcocho borracho con almendra y merengue. Los muñecos de la tarta de boda se pueden hacer personalizados, pueden imitar gestos cómicos, típicos del matrimonio… lo cierto es que dentro de los dulces de bodas, todo esto ha sufrido también muchos cambios. En la actualidad los últimos diseños en tartas nupciales son diseños con fondant, formas, figuras, decoración propias de los novios, colores con los que se ha decorado el salón de la boda…
Los sabores de las tartas de boda también han cambiado, del tradicional bizcocho, a tartas de frutas, tartas de galletas, tartas de chocolate, tartas heladas… cualquiera de esas elaboraciones pero, muchas de ellas disfrazadas y cubiertas de fondant. También están muy de moda los cupcakes de bodas, o bien para acompañar la tarta o para servir a la hora de las copas, dónde se preparan también cupcakes de novios, cupcakes con mensajes…
Las alturas de las tartas, el tamaño y los complementos de los pasteles nupciales también son cuestión de modas. Épocas dónde las tartas lucian 5 o 6 alturas y eran todas de fondan blanco con relieves y se acordaban con algún detalle floral o lazos. Seguido a esta época llegaron las tartas que no tenían «pisos», eran tartas altas pero de una sola altura, con decoraciones muy sencillas, minimalistas y con un diseño muy elegante. Y hoy, la expectación por las tartas es máxima, ya que podemos verlas de todas las formas, alturas, colores, decoraciones… y, sobretodo, sabores.
Por que es un momento único, especial y, dónde todo tiene que salir perfecto… El pastel de boda, siendo uno de los momentos claves de protagonismo de los recién casados, también tiene que ser perfecto, personalizado y especial para ellos, los novios.
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