Una nueva investigación sugiere que que las personas que han logrado adelgazar con éxito activan ciertas partes de su cerebro al enfrentarse a imágenes de alimentos.
Aunque todavía son preliminares, los resultados indican que los que pierden kilos -y no los recuperan- aprovechan regiones del cerebro relacionadas con el control de los impulsos.
«Puede ser que en realidad recluten nuevas regiones cerebrales para ayudarles a adelgazar», señaló la autora del estudio, Jeanne McCaffery, profesora ayudante de psiquiatría y comportamiento humano de la Brown Medical School, en Providence, Rhode Island.
McCaffery y sus colegas querían entender cómo reaccionan las personas ante «estímulos alimentarios»; en este caso, fotos de alimentos. «Las personas toman decisiones sobre si van a tomar o no unos alimentos, y esa toma de decisión se suele producir en cuanto huelen o ven el alimento», añadió.
Los investigadores reunieron varios grupos de participantes: 18 personas de peso normal, 16 personas obesas y 17 que habían adelgazado con éxito (al menos 13,6kg desde su peso máximo) y se habían mantenido así durante al menos tres años.
Los participantes se sometieron a escáneres cerebrales mientras observaban fotografías de alimentos ricos y bajos en calorías. Los escáneres MRI revelaron que los que habían adelgazado con éxito mostraban más actividad en las partes del cerebro asociadas con la inhibición y la realización de tareas complejas, señaló McCaffery.
Los participantes con peso normal no mostraron este patrón. El motivo puede ser que «siempre han tenido un peso normal a lo largo de su vida. Los que habían adelgazado con éxito tienen que esforzarse mas para evitar comer alimentos o controlar su respuesta ante la comida».
Los resultados aparecen en el ejemplar de octubre de la revista American Journal of Clinical Nutrition.
Ian McDonald, profesor de fisiología metabólica que escribió un comentario que acompaña al estudio, afirmó que todavía quedan preguntas por resolver.
Por ejemplo, ¿las personas que lograron adelgazar empezaron a tener esta respuesta cerebral cuando empezaron a adelgazar o después? «Igualmente, ¿son los obesos diferentes de los no obesos debido a una diferencia intrínseca o como resultado de una alimentación inapropiada que les ha conducido a su obesidad?», preguntó McDonald, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nottingham en Inglaterra.
En otras palabras, ¿es una alimentación inapropiada en las personas obesas lo que conduce a que haya haya diferencias en el funcionamiento de sus cerebros cuando miran un alimento?
Además, McDonald señaló que las futuras investigaciones deberán averiguar qué diferencias de la actividad cerebral influyen en las elecciones que realizan las personas. «Es necesario realizar mediciones similares antes, durante y después de adelgazar», observó.
Por ahora, según McCaffery, a los investigadores les gustaría entender mejor cómo trabaja el cerebro en personas que han adelgazado con éxito.
En un futuro, añadió, es posible que «seamos capaces de enseñar a otras personas cómo hacerlo».
Fuente: Kivitv