Cada año, a mediados de diciembre, la Real Academia Española (RAE) actualiza el Diccionario de la lengua española (DLE) y da a conocer las novedades que se suman a esta publicación que consultan millones de hispanohablantes en todo el mundo. Este año se ha presentado la actualización 23.5, que incluye más de 3.800 modificaciones y adiciones de palabras, y algunas de ellas están relacionadas con la comida. Así que, para celebrar las sabrosas inclusiones en el Diccionario, ¡cocinemos en casa!
- Cachopo: sorprendentemente, esta palabra no formaba parte del Diccionario de la lengua española, aunque es uno de los platos más populares, reconocidos y versionados en España. En su acepción gastronómica, la RAE lo define como un plato típico de Asturias consistente en dos filetes de ternera con un relleno entre ellos, generalmente de queso y de jamón serrano, rebozados y fritos. Nació como un plato de aprovechamiento que se refinó hasta llegar a los restaurantes asturianos, aunque siempre con su toque rústico y crujiente. Si te animas a hacerlo en casa, repasa todas las recetas y variantes que propone la comunidad
- Quinoa: esta voz de origen quechua hace referencia a una planta y a sus semillas, cuyo origen, según la FAO, se sitúa en Los Andes, en los alrededores del lago Titicaca de Perú y Bolivia, y fue cultivada y utilizada por las civilizaciones prehispánicas y reemplazada por los cereales a la llegada de los españoles. Pero a pesar de que los cereales europeos se hicieron hueco en la despensa de América, la quinoa sigue siendo un alimento fundamental para la población latinoamericana. Considerado un “superalimento”, se ha convertido en un ingrediente muy común en la cocina europea, que empleamos en diversas recetas y platos.
- Sanjacobo: su definición es muy clara (¡y suculenta!): plato preparado con dos lonchas de jamón cocido o dos filetes finos entre los que se coloca queso y luego se rebozan y se fríen. Parecido al cordon bleu francés, se popularizó en España gracias a las hospederías y fondas del Camino de Santiago, donde se servía este plato a los peregrinos. Es muy fácil de hacer, es una de las recetas favoritas de los niños, y admite muchos ingredientes y acompañamientos.
- Paparajote: y para acabar, ¡un postre muy especial! Este símbolo de la gastronomía y la huerta murcianas es una receta muy querida por los habitantes de esta región, fácil de elaborar y de sabores sencillos pero que ofrece un contraste muy particular. Como dice la RAE, se prepara rebozando una hoja de limonero en una masa, generalmente de harina, leche y huevo, y se sirve espolvoreado con azúcar y canela. Aunque es importante recordar que la hoja no se come, solo condimenta la masa frita con un toque de cítrico que acompaña muy bien la mistela o vino dulce.
Además, se añaden otras referencias culinarias al diccionario la lengua española: crudité, tinto de verano, vinagre balsámico y chuche… ¡por si necesitas más inspiración!
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