La práctica de deporte durante el envejecimiento se asocia a mejoras tanto a nivel fisiológico como psicológico. Combinar una nutrición adecuada con la práctica de deporte puede ayudar a envejecer mejor.
Beneficios de la práctica de deporte durante el envejecimiento
Conforme aumenta la edad, la reducción de la actividad física y de la práctica de deporte junto con el creciente número de enfermedades crónicas crean un círculo vicioso: las enfermedades y las discapacidades consiguientes reducen el nivel de actividad física, que a su vez tiene efectos adversos sobre la capacidad funcional y agrava las discapacidades producidas por las enfermedades. Mantener un nivel adecuado de actividad física y practicar algún tipo de deporte puede ayudar a prevenir muchos de los efectos negativos que tiene el envejecimiento sobre la capacidad funcional y la salud.
Conforme aumenta la edad, la reducción de la actividad física y de la práctica de deporte junto con el creciente número de enfermedades crónicas crean un círculo vicioso: las enfermedades y las discapacidades consiguientes reducen el nivel de actividad física, que a su vez tiene efectos adversos sobre la capacidad funcional y agrava las discapacidades producidas por las enfermedades. Mantener un nivel adecuado de actividad física y practicar algún tipo de deporte puede ayudar a prevenir muchos de los efectos negativos que tiene el envejecimiento sobre la capacidad funcional y la salud.
La práctica de deporte funciona como medicina preventiva y es esencial tanto para prevenir como para tratar diferentes enfermedades, sobre todo las circulatorias y las del corazón. Se considera especialmente recomendable la práctica de actividad física o deporte durante el envejecimiento si se padece cardiopatía isquémica, hipertensión, obesidad, diabetes, osteoporosis y las relacionadas con el estado de ánimo como la depresión y la ansiedad.
Además, la práctica de deporte y el mantenimiento de una vida activa mejora la la resistencia, el equilibrio, la movilidad de las articulaciones, la flexibilidad, la agilidad, la velocidad al caminar y la coordinación. Además, juega un papel importante en la prevención del exceso de peso.
La práctica de deporte o actividad física puede ser desde un simple paseo por el parque hasta cualquier actividad deportiva, siempre adaptada a la forma física y capacidad de la persona, y realizada bajo control médico. Sólo con caminar se mejora la fuerza muscular de las piernas, lo que minimiza la inmovilidad y facilita que las personas mayores mantengan su independencia conforme envejecen.
Además, la práctica de deporte y el mantenimiento de una vida activa mejora la la resistencia, el equilibrio, la movilidad de las articulaciones, la flexibilidad, la agilidad, la velocidad al caminar y la coordinación. Además, juega un papel importante en la prevención del exceso de peso.
La práctica de deporte o actividad física puede ser desde un simple paseo por el parque hasta cualquier actividad deportiva, siempre adaptada a la forma física y capacidad de la persona, y realizada bajo control médico. Sólo con caminar se mejora la fuerza muscular de las piernas, lo que minimiza la inmovilidad y facilita que las personas mayores mantengan su independencia conforme envejecen.
Nutrición adecuada y práctica de deporte para envejecer mejor
Seguir una dieta saludable y mantener la práctica de deporte durante el envejecimiento son dos factores clave para mantener un buen estado de salud. Esta combinación nutrición-deporte puede ayudar en muchos problemas habituales en las personas mayores:
- Evitar la obesidad. La combinación de seguir una dieta equilibrada y la práctica de deporte de forma habitual es la clave para evitar la obesidad. Además, como la práctica de deporte aumenta el gasto energético, ayuda a contrarrestar algún exceso en la alimentación, y así mantener el peso corporal adecuado y estable. Por si fuera poco, el poder aumentar el consumo energético por el aumento del gasto, permite cubrir las necesidades de los distintos nutrientes de una forma más sencilla mediante la alimentación.
- Prevención de la diabetes tipo II. La tolerancia a la glucosa empeora con la edad, y está muy relacionada con la obesidad. Realizar ejercicio moderado de forma habitual, no abusar de los alimentos dulces y el mantenimiento de un peso corporal adecuado reduce notablemente el riesgo de padecer diabetes tipo II. La práctica de deporte o el ejercicio físico mejora el control fisiológico del metabolismo de la glucosa, y resulta beneficioso incluso en personas que ya padecen diabetes.
- Reducción del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Realizar deporte con regularidad y llevar una alimentación adecuada, como es la dieta mediterránea, se relaciona con un descenso del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Entre otros factores, se mejora el rendimiento cardiovascular, los lípidos en sangre y la presión sanguínea.
- Evitar o retrasar la osteoporosis. La osteoporosis es frecuente sobre todo en las mujeres de más de 40 años de edad, como consecuencia de los cambios hormonales producidos durante la menopausia. Una alimentación adecuada, con un aporte adecuado de calcio, vitamina D y fósforo, junto con la práctica de deporte de forma regular puede evitar o retrasar la aparición de la osteoporosis, así como mejorar sus síntomas.
Todos deseamos llegar a la vejez con buena salud, bajo riesgo de enfermedad y con un buen estado físico y mental. Aquí se han dado algunas de las claves para conseguirlo.
Les agradecemos que compartan su experiencia y opiniones en Comentarios.
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