Seguimos con nuestra actividad familiar. Esta semana hemos elegido Bélgica. Estuvimos mirando cuáles eran las recetas más conocidas de ese país europeo. Nosotros solo conocíamos el chocolate belga y las patatas fritas belgas. Esta vez no hicimos postre, nos hubiese encantado hacer gofres así que quedan pendientes para la próxima vez.
Menú: patatas fritas y mejillones a la belga
El truco para hacer las patatas fritas belgas y que queden blanditas por dentro y crujientes por fuera es freírlas dos veces (si no las quieres freír dos veces puedes cortarlas en bastones y cocerlas durante diez minutos y después freírlas hasta que queden doradas). Si las vas a freír 2 veces tienes que hacerlo al principio con un fuego medio. Cuando estén blanditas las sacamos del fuego y antes de servirlas se vuelven a freír con el fuego más alto hasta que queden doraditas y sazonamos. Se suelen acompañar de diferentes salsas pero nosotros no hicimos.
Para hacer los mejillones seguimos esta receta.
También compramos cerveza belga, en un hipermercado de la zona (Carrefour). Los niños probaron solo las patatas. Bueno, algo es algo.
