Importancia del ejercicio físico para prevenir la obesidad en niños
El tratamiento de la obesidad infantil a nivel nutricional debe enfocarse hacia el mantenimiento del peso corporal y no hacia perder peso, debido a que las modificaciones dietéticas deben satisfacer las necesidades nutricionales sin interferir en el ritmo de crecimiento. Si una alimentación adecuada se acompaña de ejercicio físico el niño alcanzará su peso adecuado y sólo se deberá asegurar que lo mantenga. 

El papel del ejercicio físico en la prevención de la obesidad infantil

Aumentar los niveles de actividad física ya no se trata solamente de una cuestión preventiva recomendable en los casos de obesidad, sino más bien de una necesidad colectiva de interés social, debido a los beneficios globales que ofrece sobre la salud y su mantenimiento. 


Es importante promocionar la importancia del ejercicio físico para la salud desde edades tempranas, para que así el hábito forme parte de sus vidas. Es importante no sólo la promoción a nivel escolar, sino también dentro del propio ámbito familiar, ya que a determinadas edades los padres son modelos para sus hijos. Es interesante la intervención conjunta de ambos ámbitos, ya que son los dos marcos principales en los que se desenvuelve la vida cotidiana del niño. La promoción de estos hábitos saludables siempre debe adaptarse al contexto de la edad del niño para que resulte divertido, motivador e interesante, para que a largo plazo la práctica de ejercicio físico de forma regular se convierta en un hábito voluntario. 

Vídeo Consejos contra la obesidad infantil



El ejercicio físico debe adaptarse al niño, evitando esfuerzos por encima de sus posibilidades reales. No se debe pensar que cuanto más mejor, lo importante desde el punto de vista de la salud es un nivel de ejercicio físico más continúo y moderado. 


En el ejercicio físico destinado a los niños se deben contemplar los siguientes aspectos:
  • Resistencia cardiorrespiratoria. Es fundamental para los niños, ya que mejora el sistema cardiorrespiratorio y vascular. Por supuesto, también afecta al metabolismo y a la composición corporal. Este tipo de ejercicio lo ideal es que los niños lo practiquen unas 3 veces por semana. En esta modalidad se incluyen todos aquellos ejercicios aeróbicos, con esfuerzos de baja intensidad y de duración media o larga. Algunos ejemplos son la marcha, que puede hacerse paseando a la mascota, la carrera, que se puede practicar con diversos juegos, o la natación, que si les gusta es un deporte muy bueno para la salud. 
  • Fuerza y resistencia muscular. Tonificación. Durante la edad escolar es recomendable evitar las sobrecargas, que requieren el uso de la fuerza máxima. Los ejercicios de fuerza deben encaminarse hacia el desarrollo y fortalecimiento de los grandes grupos musculares. No se aconseja el uso de pesas, sino aprovechar las actividades que utilicen el propio cuerpo, el cuerpo de otros niños o algún material sencillo como un balón medicinal. Si se trabaja con cargas se deben ir variando, así como alternar los grupos musculares a trabajar. Es muy recomendable cuidar en estas edades la musculatura postural. Hasta los 8 años el aumento de la fuerza se va produciendo por la mejora de la coordinación muscular, por lo que es importante trabajar en ella. Con la aparición de la pubertad se pueden comenzar a realizar trabajos de fuerza-resistencia, sin olvidarse del aprendizaje y corrección de las correctas posturas corporales. Es en la adolescencia donde se puede empezar a trabajar la fuerza máxima, así como intentar incrementarla. En estas edades ya se pueden introducir métodos y sistemas de entrenamiento. 
  • Flexibilidad y elasticidad muscular. La flexibilidad, al contrario del resto de cualidades físicas, disminuye de forma progresiva con la edad. Si se trabaja la flexibilidad se puede retrasar el proceso de pérdida. Además, trabajar la flexibilidad reduce el riesgo de lesiones y sirve para relajar la tensión muscular. Es importante trabajar a amplitud de los movimientos desde la infancia e insistir en la pubertad y la adolescencia, edades a las que ya puede empezar a disminuir la flexibilidad si no se trabaja. 
Que los niños lleven a cabo niveles adecuados de ejercicio físico para cada edad de forma regular ayuda a que sus características corporales sean las correctas. Pero no se debe olvidar que la alimentación adecuada debe acompañar al ejercicio físico para obtener estos beneficios para la salud. 

Basado en Estudio enKid sobre la obesidad infantil. Más información

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