El queso fresco es uno de los ingredientes estrella del verano, y esta es la época perfecta para comerlo en ensaladas, tostas, ¡Incluso postres!

💡Algunos datos curiosos…

  • El queso fresco es rico en calcio, un mineral esencial para la salud ósea. Consumir queso fresco regularmente puede ayudar a mantener huesos y dientes fuertes, y prevenir la osteoporosis en etapas posteriores de la vida.
  • Comparado con algunos otros tipos de queso más maduros y grasos, el queso fresco tiende a ser más bajo en calorías, lo que lo hace una opción más ligera para quienes buscan controlar su ingesta calórica.
  • Debido a su contenido de agua y suavidad, el queso fresco es generalmente bien tolerado por muchas personas y puede ser más fácil de digerir que algunos quesos más duros o madurados.

Y ya que sabemos todos estos beneficios del queso fresco ¡Vamos a la cocina!

Una opción muy sencilla y rica son la tosta con queso fresco o la pasta con queso fresco. Si te gustan las ensaladas, una con queso fresco es una acierto seguro. Y para terminar, un postre con queso fresco es una opción saludable y buenísima.

Si te has quedado con ganas de más… ¡Descubre muchas más formas de cocinarlo aquí!