La Dieta Dukan es un plan de adelgazamiento que procede originalmente de Francia. Se ha extendido al Reino Unido y empieza a llegar ya a los EE.UU..
Temas relacionados con: La dieta Dukan
La Dieta Dukan es un plan de adelgazamiento que procede originalmente de Francia. Se ha extendido al Reino Unido y empieza a llegar ya a los EE.UU..
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La dieta de adelgazamiento hCG, una idea que se originó en la década de 1950 y se hizo muy popular en la década de 1970, ha vuelto.
HCG hace referencia a la gonadotropina coriónica humana, una hormona que se encuentra en la orina de las mujeres embarazadas y que se utiliza, con la aprobación de la FDA, como medicamento para la fertilidad. El régimen de los años 70 consistía en inyectarse hCG a diario durante un número determinado de días y seguir, al mismo tiempo, una dieta de 500 calorías al día, para bajar de peso sin sentir el hambre que cabría esperar de esa inanición.
El plan actual es casi lo mismo, salvo porque la hCG (y lo que los vendedores en línea afirman que es hCG), ya está disponible en otros formatos: spray, gotas y crema. La FDA afirma que no hay pruebas de que la hCG sea eficaz para adelgazar, pero la falta de pruebas fehacientes no está disuadiendo a los creyentes.
Cómo hacer una limpieza de nuestro organismo con la dieta
1. Hacer primero el entrenamiento cardiovascular. Para quemar mas calorías es aconsejable realizar el entrenamiento cardiovascular antes que el de fuerza.
2. Probar ejercicios pliometría. Estos ejercicios explosivos de alta intensidad, como los saltos, hacen que el ritmo cardíaco se acelere rápidamente, lo que incrementa la tasa de calorías quemadas. Es recomendable ir a clases de pliometría o trabajar con un entrenador personal al principio porque el uso de unas formas apropiadas es esencial al realizar estos movimientos avanzados de alto impacto.
3. Utilizar todo el cuerpo. La mayoría de los ejercicios cardiovasculares se centran en la parte inferior del cuerpo (correr, bicicleta, caminar, escaleras, etc). Para quemar más calorías, incorporar la parte superior del cuerpo y mover los brazos con energía. Cuantos más músculos movamos, más calorías quemaremos.
4. Aumentar la intensidad. Si queremos realmente quemar más calorías, entonces, debemos incrementar la intensidad. Para ello, debemos salir de nuestra zona de confort durante los ejercicios cardiovasculares (prestando atención a las pulsaciones para no pasarse).
5. Escuchar música rápida. En un pequeño estudio realizado por el Instituto de Investigación para y las Ciencias del Ejercicio y el Deporte, los científicos observaron que cuando los estudiantes universitarios varones pedaleaban en bicicletas fijas escuchando, al mismo tiempo, una música popular de ritmo rápido, los sujetos pedaleaban más rápido y elevaban aún más su frecuencia cardíaca.
6. Utilizar las formas o posiciones adecuadas. Si utilizamos máquinas, es importante utilizar las formas apropiadas con el fin de quemar más calorías. Como regla general, mantener los brazos en movimiento libre y espontáneo, mantener los abdominales firmes, el peso centrado sobre las caderas y los hombros hacia abajo y atrás. Además de evitar lesiones, también incrementará la quema de calorías.
7. Acelerar. Aumentar el ritmo, aunque sea sólo un poco.
8. Añadir algunos intervalos. Al variar la intensidad en diferentes intervalos (por ejemplo dos minutos corriendo y luego dos minutos caminando a paso rápido), podemos mejorar nuestro estado físico con mayor rapidez que realizando un ejercicio cardiovascular constante.
9. Centrarse. La conexión mente-cuerpo es fundamental para lograr un buen estado de forma física. Aunque los ejercicios cardiovasculares no son tan zen como el yoga, también se pueden beneficiar de un marcado sentido de la conciencia.
10. No ser excesivo. De nada sirve una hora de ejercicio fuerte si luego estamos cansados el resto del día. Es importante encontrar un equilibrio para ponerse en forma, perder peso pero también ganar en calidad de vida.
Una vez hayamos perdido los kilos de navidad, es importante no volver a subir. Muchísimas personas logran perder peso, para luego poco a poco volver a recuperarlo después en cuanto hayan bajado la guardia. Aquí hay algunos consejos para no volver a engordar después de una dieta. Ver también Adelgazar y mantener su nuevo peso.
• Mantener una ingesta de calorías adecuada. Si reducimos demasiado, corremos el riesgo de fracasar y perder tejido muscular, en lugar de grasa. Una pérdida de peso de 450g a 900g por semana está bien.
• Consumir las calorías de forma uniforme a lo largo del día. En un plan alimenticio de 1800 calorías, por ejemplo, procurar tomar de 300 a 500 calorías en las comidas. Esto deja espacio para dos aperitivos de 100 a 200 calorías en el medio. Comer cada tres horas para mantener el hambre a raya.
• Combinar los grupos de alimentos para tener un mejor control de azúcar en sangre. Esto también ayuda a que nos sintamos satisfechos y nos mantengamos alejados de la caja de galletas.
• Comer alimentos ricos en fibra, que son sanos y satisfacen. Harán que nos sintamos saciados sin romper nuestro presupuesto calórico. Tomar sopas de habas, verduras cocidas en abundancia, ensaladas y cereales integrales (arroz integral, cebada y pan y cereales integrales). Incluir también algunas grasas saludables en nuestro plan de comidas, como aguacate, nueces o aceite de oliva.
• Llevar un diario de los alimentos. Anotar todo lo que comemos y bebemos y a qué ahora durante al menos tres días. Los pequeños detalles van sumando. ¿Estamos tomando algunas calorías sin darnos cuenta? ¿Aprovechamos las sobras? ¿Pasamos largos períodos de tiempo sin comer? ¿Consumimos la mayor parte de las calorías al final del día? ¿Estamos consumiendo suficientes grasas saludables y proteínas? ¿Provienen los hidratos de carbono que consumimos de fuentes saludables o son refinados?
• Ser positivos. No enfocar esto con mentalidad de dieta. Estamos cambiando nuestros hábitos alimenticios por cuestiones de salud, control de peso y calidad de vida. Alimentar nuestro cuerpo con alimentos nutritivos es un regalo para nosotros.
• Hacer ejercicio Si queremos adelgazar, tendremos que incluir el ejercicio regular en nuestra vida la mayoría de los días de la semana. Caminar enérgicamente, nadar, andar en bicicleta… sirve cualquier cosa que ponga nuestro cuerpo en movimiento. Para bajar de peso, procurar hacer ejercicio de 60 a 90 minutos, cinco días por semana. Entrenar con pesas ligeras al menos dos veces por semana puede ayudar a eviar el desgaste de los músculos y los huesos. Consulte siempre primero con un médico antes de aumentar nuestro nivel de actividad.
Cómo adelgazar después de las fiestas navideñas
Enero suele ser el mes en el que nos esforzamos para perder los kilos que hemos ganado durante las fiestas de Navidad, Nochevieja y Reyes. Si hemos engordado durante las fiestas lo importante es tomar medidas ya, para frenar el proceso primero y luego perder estos kilos no deseados. Aquí hay unos sencillos consejos (mas bien de sentido común)para lograr perder el peso ganado en Navidad:
1. Vaciar la casa de tentaciones navideñas. Si nos han sobrado cajas de bombones, turrón, polvorónes, roscón u otros dulces navideños, llevarlos a su lugar de trabajo y regalárselo a sus compañeros. También se pueden llevar a un lugar de acogida, una residencia de niños o ancianos etc. Cuánto menos tentaciones tenga a mano, más fácil será empezar a perder peso.
2. No caerse en la tentación de eliminar el desayuno para perder peso. No funciona nunca. Desayunar nos ayuda a mantener constantes los niveles de energía y evita la sensación de hambre que podría llevarnos a tomar alimentos o refrescos a lo largo de la mañana. Y aunque tengamos mucha fuerza de voluntad y evitemos picar, el no desayunar tampoco ayuda a perder peso, pues lo único que lograremos es bajar nuestro metabolismo y quemar menos calorías. Procurar cenar menos para tener más hambre por la mañana y disfrutar de un desayuno nutritivo. Hacer cinco comidas bien equilibradas al día (desayuno incluido) a intervalos regulares nos ayudará a sentirnos llenos y satisfechos y a evitar la tentación de comer entre horas. También ayudará a acelerar nuestro metabolismo.
3. Tomar más alimentos ricos en fibra: el pan integral, el arroz integral, la pasta integral y los cereales integrales son ricos en fibra. También la fruta, las verduras, los legumbres, las semillas y los frutos secos. Por lo general, los alimentos ricos fibra se tardan más en masticar, por lo que harán que comamos más despacio y nos ayudarán a disfrutar más de la comida. Además, tardan más en digerirse y permanecen más tiempo en el estómago, ayudando a que nos sintamos llenos durante más tiempo.
4. Hacer ejercicio con regularidad: hacer ejercicio con frecuencia nos ayudará en nuestro plan de adelgazamiento. No tiene que ser algo demasiado extenuante. Algo tan simple como caminar a paso ligero puede servir. Probar dejando el coche en el garaje, ir en bus al trabajo, bajarse una parada antes y caminar el resto de la distancia. Subir pisos siempre por las escaleras en lugar utilizar el ascensor. Si logra hacer entre media y una hora de ejercicio al día, logrará acelerar el metabolismo y esto a su vez nos ayudará a perder peso.
Ver la sección: Consejos para no engordar en Navidad
Recetas ligeras: Consejos para eliminar calorías y grasas de las recetas
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Consejos para detener los atracones de comida emocionales y adictivos
Practicar el comer de forma consciente: esto implica prestar atención a lo deliciosa que está la comida, su textura, aroma, etc. Al centrarnos en lo que estamos comiendo, nos sentiremos menos tentados a engullir. Esto permite que nuestro cerebro registre lo que vamos comiendo y nos avise cuando nos sintamos llenos. Y, además, nos permite controlar cuánto comemos.
Planificar las comidas: hacer tres comidas y dos aperitivos al día. Esto es vital, ya que estabiliza el azúcar en sangre evitando el deseo de comer en exceso o elegir alimentos menos saludables; incluso en un contexto emocional. Si alguna vez hemos ido al supermercado con hambre recordaremos lo mal que elegimos los alimentos. Esta misma situación se puede aplicar a la vida diaria. ¡No podemos ir por la vida con hambre! Unos niveles bajos de azúcar en sangre solo conducirán a una mala elección de los alimentos, lo que hará que comamos en exceso y empobrecerá nuestra salud.
Identificar nuestros desencadenantes: ¿Qué es lo que nos lleva a comer? ¿Es algo emocional? ¿El aburrimiento, el estrés, la ira, la ansiedad o la soledad? ¿Es una situación? En frente de la televisión, viendo un partido o una película? ¿Tiene un factor social nuestro desencadenante emocional? ¿Cuando usted estamos en una reunión familiar? ¿En un evento deportivo? ¿Con los amigos?
No todas las normas de las dietas son ciertas y según la norma o la persona, se pueden romper. Estos son algunos de los falsos mitos de dietas para perder peso.
No picar nunca a medianoche: Las calorías no tienen reloj. No importa necesariamente cuando las tomamos, sino la cantidad que ingerimos a lo largo del día; si nos ceñimos a un número de calorías saludable y las repartimos a lo largo del día, podremos comer a avanzadas horas de la noche siempre y cuando las calorías ingeridas estén dentro de nuestros límites. Pero debemos tener cuidado con el tamaño de las porciones; las personas que comen por la noche, a veces, son menos propensas a contar calorías.
Todas las calorías son iguales: No todas las calorías son iguales. A pesar de que será necesaria la misma cantidad de energía para quemar esas calorías, algunas calorías nos proporcionarán más nutrición y harán que nos sintamos más llenos. Optar por los alimentos que contienen más fibra y agua, como frutas, verduras y cereales enteros.
Saltarse las comidas ayuda a adelgazar: Saltarse comidas implica que probablemente tendremos más hambre la próxima vez que comamos y eso podría contribuir a engordar. Reducir un poco las calorías y sustituir algunos alimentos por otras opciones más saludables es una forma inteligente de adelgazar, pero tratar de no omitir por completo ninguna comida. Y no saltarse nunca el desayuno. Las investigaciones muestran que tomar un buen desayuno puede ayudar a adelgazar y mantener la pérdida de peso.
Eliminar los hidratos de carbono de la dieta: Nuestro cuerpo necesita los hidratos de carbono para funcionar. Centrar nuestro consumo de hidratos de carbono en los alimentos que contienen más fibra y tardan más en descomponerse, también conocidos como «hidratos de carbono complejos». Estos hidratos de carbono están presentes en alimentos como los cereales integrales, las alubias, la fruta y las verduras. Procurar evitar los azúcares añadidos o refinados, que podrían añadir calorías vacías.
En realidad las regla mas importante para perder peso son:
La dieta de la sopa de col
No existe una versión «oficial», sino varios planes que consisten en comer grandes cantidades de sopa de repollo y poco más. La dieta se suele presentar como una forma rápida de bajar de peso para un evento especial y la mayoría de autores recomiendan que se siga únicamente durante una semana.
La dieta de la sopa de repollo es muy estricta. La idea es comer todos los días toda la sopa de repollo que se quiera para mantenerse lleno, además de otros alimentos específicos adicionales cada día de la semana. No se permite el consumo de alcohol y las demás bebidas se limitan al agua y zumo de fruta sin azúcar en los días en los que se permite la fruta.
• Día 1: Sopa de repollo y toda la fruta que se quiera, excepto plátanos.
• Día 2: Sopa de repollo más verduras, incluyendo una patata al horno con un poco de mantequilla.
• Día 3: Sopa de repollo más frutas y verduras, excepto patatas y plátanos.
• Día 4: Sopa de repollo y hasta ocho plátanos; y toda la leche desnatada que se quiera.
• Día 5: Sopa de repollo y hasta unos 570g de carne de ternera y seis tomates como máximo.
• Día 6: Sopa de repollo y tanta carne y verduras (excepto patatas) como se desee.
• Día 7: Sopa de repollo más arroz integral, verduras (excepto patatas) y zumo de frutas sin azúcar