Archivo de marzo, 2014

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¿Pueden los medicamentos alterar el apetito?

31 de marzo de 2014

Medicamentos y su efecto sobre la dieta

La respuesta es si. Independientemente del tipo de interacción que tenga lugar, los medicamentos pueden intervenir  en la utilización de los nutrientes por:

  • Alterar el consumo de alimentos porque pueden disminuir el apetito, como la dioxina (fármaco para la insuficiencia cardiaca), la seratonina, noradrenalina, ventolin y levodopa (fármaco para el parkinson); o por el contrario pueden aumentarlo como el carbonato de litio, clorpromazina (tranquilizante), clordiazepóxido, diazepam, antidepresivos tricíclicos y los fármacos orales para bajar el azúcar. También pueden provocar nauseas, vómitos y diarrea como consecuencia de los efectos secundarios gastrointestinales de algunos medicamentos.
  • Modificar la percepción del gusto y/o del olfato, todos los medicamentos que se describen en la siguiente tabla: Farmacos y alteración gusto

Como vemos son muchos y variados los medicamentos de uso habitual que pueden modificar o alterar la manera de alimentarse, y esto a su vez puede tener efectos no deseados para la salud. La alteración del apetito y de la sensibilidad gustativa, están directamente relacionado con la pérdida o ganacia de peso.

Dependiendo de la patología, la pérdida o ganancia de peso puede ser contraproducente, por eso es importante saber si el medicamento que se está tomando para el control de dicha patología tiene algún efecto sobre la alimentación y así poder controlarlo.

¿Qué puedo hacer para minimizar los efectos sobre el apetito y la alteración del gusto?

Si el medicamento que estamos tomando hace que nuestro apetito aumente, lo que debemos hacer es comer muchas veces al día (5-6) e intentar elegir platos con mucho volumen y fibra para que nos sacie, y con pocas calorías para evitar cojer peso. Un ejemplo perfecto sería la ensalada de crudités, llena de vitaminas con pocas calorías y mucha fibra.

Si por el contrario el fármaco nos quita el apetito y tenemos riesgo de perder peso sin desearlo, se recomienda consumir platos de poco volumen y muchas calorías, para ello podemos utilzar los frutos secos y el aceite de oliva que son muy calóricos. Por ejemplo unos macarrones con frutos secos es una buena opción, podemos aumentar la cantidad de frutos secos que indica la receta y disminuir la de macarrones para conseguir reducir el volumen del plato.

Para minimizar las alteraciones del gusto y del olfato se sugiere condimentar con especies que realcen el sabor y el aroma de los platos que vamos a consumir.

Fuentes:

  • Gómez Candela C, Reus Fernández JM. Manual de recomendaciones nutricionales en pacientes geriátricos. Novartis Consumer Health SA. Barcelona, 2004

Enlaces relacionados con ¿pueden los medicamentos alterar el apetito?

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¿Afectan los medicamentos en la alimentación?

26 de marzo de 2014

Interacciones entre fármacos y nutrientes

Los alimentos y los medicamentos pueden interactuar entre si, sobre todo cuando los medicamentos se toman vía oral, ya que en definitiva siguen el proceso de digestión igual que los alimentos.

La interacción entre alimentos y medicamentos tiene una doble vertiente, puede que el fármaco produzca un efecto en la absorción y utilización de los nutrientes que componen el alimento o por el contrario puede ser que los componentes del alimento, naturales o adicionados artificialmente, intervengan el la correcta acción del fármaco.

¿Qué puede causar esta interacción entre los medicamentos y los alimentos?

Los medicamentos y los alimentos poseen aspectos comunes y son muchas las posibilidades que existen para que interaccionen entre si, como ya se ha descrito anteriormente, sobre todo cuando se ingieren vía oral.

Como sabemos actualmente la mayoría de alimentos que consumimos no están formados solo por nutrientes, sino que contienen otros componentes como son los aditivos y los contaminantes.

Entre los componentes propios del alimento podemos destacar los antioxidantes se les añaden a los denominados alimentos funcionales. Estos alimentos tienen una actividad que puede interferir con los medicamentos. Destacar también los alimentos enriquecidos o los complementos alimenticios que actualmente se usan y de los que probablemente se abusa. Por ejemplo una ingesta elevada de fibra, derivada del uso de productos enriquecidos con ella, interfiere en la biodisponibiladad de muchos fármacos.

Las interacciones entre fármacos y nutrientes pueden ser consecuencia de tomarlos al mismo tiempo, pero también de una malnutrición. La mayoría de las interacciones conocidas son leves, pero en ocasiones pueden tener repercusiones clínicas graves.

¿Afecta a algunas personas más que a otras?

Los casos de interacción entre fármacos y alimentos con una repercusión clínica importante se da en personas de edad avanzada debido a varias causas, entre las que se pueden destacar:

  • Un mayor consumo de medicamentos, por prescripción  médica o por automedicación, pero en la mayoría de ocasiones por ambas causas. Se estima que el 82,8% de los mayores de 65 años toman medicamentos habitualmente.
  • Una capacidad alterada o disminuida para absorber, metabolizar y eliminar fármacos.
  • La propia evolución fisiológica de la edad provoca cambios en la percepción sensorial de los alimentos y en los procesos digestivos.

¿Qué medicamentos interaccionan con los alimentos?

Los medicamentos que pueden interaccionar con más frecuencia con los alimentos, sobre todo en las personas mayores son: analgésicos, diuréticos, fármacos para la hipertensión arterial, anticoagulantes, vasodilatadores y otros fármacos para controlar las enfermedades cardiovasculares, sedantes y psicoactivos, antibioticos, medicamentos para tratar el parkinson, antiinflamatorios, antiácidos y laxantes.

Como podéis ver son muchos los medicamentos que interaccionan con los alimentos o viceversa, por ello nos parece importante dedicarle a cada uno de ellos un mayor espacio, cosa que iremos haciendo semana a semana en los próximos post que publiquemos. Esperamos que os guste, os animamos a comentar y aquí estamos para lo que necesitéis.

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¿Qué pierde la verdura cuando la manipulamos?

20 de marzo de 2014

Pérdida de nutrientes durante la manipulación de verduras

¿Estamos comiendo las cantidaes recomendadas de verduras y hortalizas?

La primera Encuesta de Ingesta Dietética realizada en España muestra que se están consumiendo 281 gramos de verduras al día, cantidad que no cubre las recomendaciones. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha publicado que las ingestas de frutas y verduras son bajas, no cubriendo las recomendaciones de cereales y sobrepasando las de carnes y derivados así como de alimentos procesados con altos contenidos en grasas, sodio y azúcares.

Diferentes tipos de manipulación de las verduras y pérdidas o ganancias de nutrientes

  • Almacenamiento de verduras. La refrigeración influye en la durabilidad de las verduras pero no tanto en la pérdida nutritiva. Las bajas temperaturas si que pueden generar cambios en la textuta, por ejemplo los pepinos y los tomates sufrirán cambios en la textura si los almacenamos a temperaturas inferiores a 7ºC. La congelación no afecta prácticamente al contenido de nutrientes de las verduras, pero la industria alimentaria somete a las verduras a un escaldado previo a la congelación y esto si que genera pérdidas, sobre todo de vitaminas hidrosolubles, como la C y la B1. Pero también puede aumentar la biodisponibilidad de las liposolubles como las vitaminas A y E. La biodisponibilidad es la cantidad de nutriente que está disponible para que el organismo pueda absorberlo.
  • Cortar y pelar. Se sabe que pelar y trocear las verduras produce pérdidas de vitaminas hidrosolubles y fibra, pero también este tipo de manipulación puede favorecer la biodisponibilidad de pro-nutrientes o sustancias como el resveratrol (antioxidante que se encuentra principalmente en las uvas rojas, moras y cacahuetes) o los carotenoides (precursores de la vitamina A).
  • Fermentación y enlatado. La fermentación de algunos vegetales como los cereales y las legumbres puede mejorar la biodisponibilidad del hierro. Además mejora la calidad de las proteínas y facilita su digestión. En algunos casos puede aumentar el contenido de vitaminas del grupo B. El enlatado de algumas verduras produce ganacias nutricionales, es el caso del licopeno, que presenta cantidades superiores en los tomates enlatados que en los tomates frescos.
  • Adición de bicarbonato. El bicarbonato se utiliza para ablandar las verduras durante la cocción, pero genera pérdidas de vitamina C.
  • Cocción. Se sabe que la coción afecta al valor nutritivo de las verduras, pero el efecto puede ser tanto positivo como negativo, en función del método, el tiempo, la temperatura y el propio alimento. La cocción disminuye el contenido en fibra y vitamina C, pero aumenta la biodisponibilidad del licopeno, los carotenoides y el ácido fólico.

¿Cómo afectan las diferentes técnicas de cocción?

Hervido. Durante el hervido es mayor la pérdida de vitaminas hidrosolubles que liposolubles. La pérdida de minerales será mayor cuanto más agua de cocción se agrege y más pequeños sean los trozos de verdura. La adición de vinagre o limón al agua de coción ayuda a minimizar las pérdidas de vitaminas. También disminuye las pérdidas de nutrientes esperar a que el agua hierva para echar las verduras.

Guisado. El guisado genera menos pérdidas que el hervido en abundante agua, sobre todo porque en el guisado ingerimos el caldo y generalmente en el hervido se desecha.

Coccción en olla express. Si realizamos un uso adecuado de la olla express, las pérdidas de nutrientes son menores que en el guisado y en el hervido.

Cocción al vapor. La pérdida de nutrientes siempre es mucho menor en la cocción al vapor por varios motivos, primero no sumergimos la verdura en agua, por lo que no hay pérdidas por disolución, y la temperatuta que alcanza el alimento siempre es menor que en otras técnicas de cocción. Por ejemplo si cocinamos brócoli al vapor no afecta al contenido de vitamina C, sin embargo si lo hervimos existe una pérdida considerable.

Fritura. La fritura por su alta temperatura y su corto tiempo produce menos pérdidas que otras técnicas de cocción, e incluso puede aportar vitamina E si freimos en aceite de oliva. Pero no debemos olvidar que estamos aumentando la cantidad de calorías y en ocasiones favoreciendo la generación de grasas trans.

Horneado. El horneado genera pocos cambios en el contenido de nutrientes, pero esto dependerá de la temperatura y el tiempo que dure dicho proceso.

Microondas. La cocción en microondas suele generar pocos cambios en el contenido de nutrientes, siempre y cuando no se sumerja el alimento en abundante agua y el tiempo de cocción sea corto. Es importante recordar que no todos los envases son aptos para microondas.

Conclusión sobre la manipulación y el consumo de verduras

Debemos recordar que se deben consumir al menos dos raciones de verduras al día, una ración equivale a unos 200 gramos en crudo y parte comestibles. Lo ideal es que de las dos raciones, se ingiera una en crudo (tipo ensalada) y otra cocinada. Recordando que las técnicas de cocción más saludables son el vapor y el horneado.

Fuente

  • Basulto J, Baladia E, Manera M, Miserachs M, Babio N, Mielgo J, Amigó P, Revenga J, San Mauro I, Blanco E (Autores), Sotos M, Pardos C (Revisores). Pérdidas de nutrientes mediante la manipulación doméstica de frutas y hortalizas. Octubre de 2012

Enlaces relacionados con ¿qué pierde la verdura cuando la manipulamos?

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¿Por qué están de moda las dietas de proteínas para adelgazar?

12 de marzo de 2014

Dietas ricas en proteínas para perder peso

¿Por qué están tan de moda las dietas con elevado contenido en proteína para adelgazar?

¿Quizás sea que estamos ingiriendo poca proteían en nuestra dieta? Pues bien, resulta todo lo contrario, según el informe del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, elaborado por la Fundación Española de Nutrición, titulado «Valoración de la dieta española de acuerdo con el panel de consumo alimentario», el consumo de proteína en España excede las recomendaciones tanto en hombres como en mujeres de 20 a 39 años. De hecho los hombres cubren el 172% y las mujeres el 228%, duplicando así las mujeres el valor recomendado.

Como muestran los datos, por cierto datos públicos y disponibles para todos en la web del Ministerio, no necesitamos ingerir más cantidad de proteínas. Sin embargo la sociedad sigue ofuscada en hacerlo, sobre todo cuando lo que se desea conseguir es perder peso.

Con toda probabilidad tenga parte que ver en esto que el libro más vendido en los últimos años para adelgazar sea el escrito por Pierre Dukan. Libro que promueve una elevadísima ingesta de carnes y derivados, pero también otros sin sentidos como chupar hielo.

Un reclamo muy habital en este tipo de dietas es que la proteína tiene un efecto saciante. El libro escrito por Dukan dice algo así como: después de unos días a base de proteínas puras el hambre desaparece por completo.

¿Qué piensan al respecto las Sociedades Científicas?

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria dice que «no se ha establecido una relación causa-efecto entre la ingesta dietética de proteína y un incremento sostenido en la saciedad que conduzca a una reducción de la ingesta energética», o dicho de otra manera, no se ha demostrado que tomar más cantidad de proteína quite el hambre y con ello las ganas de comer.

La Federación Española de Sociedades de Nutrición Humana y Dietética (FESNAD) con la colaboración de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha elaborado un Consenso sobre cómo tratar y prevenir la obesidad, donde no avalan la supuesta capacidad adelgazante de las proteínas, sino que además dicen claramente que un consumo elevado de carnes y derivados, puede incrementar la ganacia de peso y el perímetro abdominal.

Como profesional de la alimentación y la nutrición entiendo que los cambios drásticos en los hábitos alimentarios no educan para mantener el peso perdido, e impiden además la adquisición gradual de hábitos correctos, necesarios para el éxito a largo plazo en la pérdida de peso.

Fuentes:

  • Consenso FESNAD-SEEDO para la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos.
  • Basulto J, Manera M, Baladia E. Dietas Hiperproteicas o proteinas para adelgazar: innecesarias y arriesgadas. Dieta Dukan y método Pronokal ® como ejemplo. FMC. 2012; 19(7): 411-8.

Enlaces relacionados:

 

 

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Las grasas trans en la dieta

5 de marzo de 2014

Ácidos grasos trans y su importancia sobre la salud

¿Qué son las grasas trans?

Las grasas trans son ácidos grasos con una configuración geométrica trans y que contienen en su estructura química al menos un doble enlace, por lo que estamos ante un tipo de grasa insaturada. Ya que las insaturaciones no son otra cosa que dobles enlaces en las estructuras químicas de las grasas.

¿En qué alimentos las encontramos?

Las grasas trans se encuentran de manera natural en las carnes, leches y derivados lácteos de rumiantes (vaca, cordero y oveja), pero también se pueden generar de manera artificial, a nivel industrial cuando se hidrogenan aceites vegatales, generalmente para conseguir solidificarlos. Pero también se forman en el refinado y al calentarlos a temperaturas superiores a las 220ºC.

Son las margarinas, las bollerías industriales, los platos precocinados, las patatas fritas de bolsa, aperitivos o snaks y las sopas deshidratadas, los alimentos que suelen contenerlas.

Recomendaciones nutricionales sobre el consumo de grasas.

Actualmente las recomendaciones nutricionales dicen que se debe reducir el consumo de grasas saturadas y grasas trans, ya que son numerosos los estudios que demuestran su relación con las enfermedades cardiovasculares. Es de sobra conocido que la ingesta de grasas trans modifica los niveles de colesterol en sangre aumentando el colesterol LDL  (malo) y disminuyendo el colestrol HDL (bueno).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que el consumo de grasa trans no debe superar el 1% del total de la ingesta diaria. La Food and Drug Administration (FDA) recomienda que la ingesta de grasas trans sea lo más baja posible. Y en Europa algunos paises han establecido sus propios límites.

En España de momento la única restricción es para las fórmulas infantiles, donde está limitado el contenido de grasas trans a menos de un 4%, el resto son simples recomendaciones.

Industria alimentaria y grasa trans

En los últimos años se ha hecho tan evidente la influencia nociva de las grasas trans en la salud que la industria alimentaria ha ido modificando su uso, y algunos productos que eran verdaderas bombas para la salud han ido disminuyendo su porcentaje de grasas trans hasta conseguir tener menos de ese 1%.

En el caso de las margarinas, en España, se ha pasado de un 10% de contenido de grasas trans en la década de los 80 y 90 a un 2,5% en el año 2003.

Conclusión sobre las grasas trans en la dieta de la población española.

Según los datos disponibles, se puede concluir que en España, las margarinas no son actualmente una fuente significativa de aporte de grasas trans, ya que su contenido es inferior al 1%. Por otro lado, el mayor aporte a la dieta de grasas trans se está haciendo por consumo de alimentos que las contienen de manera natural, como son los lácteos y algunas carnes.

Sin embargo, se necesita legislación que regule el contenido de grasas trans en los alimentos comercializados en nuestro país, pero también en los que se importan. Un etiquetado donde se muestre el contenido de grasas trans debería ser de uso obligatirio, y hoy en día no lo es.

Fuente: Informe FESNAD sobre la ingesta de ácidos grasos trans y su importancia en la salud en España. Diciembre del 2013.

Enlaces de interés con Grasas trans y salud: