La Insuficiencia Renal Crónica (IRC) es una enfermedad, por la cual se va alterando progresivamente la capacidad del riñón para regular el control del metabolismo del agua, electrolitos, calcio y fósforo asi como de la eliminación de metabolitos tóxicos, por lo cual es imprescindible que la dieta vaya adaptándose.
Las recomendaciones dietéticas que a continuación se detallan, están elaboradas para pacientes que no requieren diálisis.
Tratamiento dietético en IRC
El objetivo principal del tratamiento dietético en IRC, es cubrir las necesidades de energía y de nutrientes con el fin de mantener o conseguir un adecuado estado nutricional y por supuesto, disminuir la progresión del daño renal y preservar la función del riñón en la medida de lo posible.
Es muy importante aumentar el número de comidas al día de 3 a 5, además se debe disminuir el consumo de grasas y colesterol, a menos de 300 mg de colestetol al día, promocionando la ingesta de grasas saludables. Y no menos importante es disminuir el consumo de sodio (<2000 mg al día), de potasio (<2700 mg al día) y de fósforo (<1000 mg al día).
Además, se debe disminuir el consumo proteico a favor del hidrocarbonado complejo (arroz, pasta, sémola…) y el graso de oriden animal a favor del vegetal (principalmente aceite de oliva). Se debe aumentar también la ingesta de proteínas de alto valor biológico, como son las procedentes de huevos, carnes magras o combinación de arroz con legumbres en la cantidad específica en cada caso.
Recomendaciones culinarias en IRC.
Se aconseja hacer una doble cocción en agua de las verduras o cambiar el agua a mitad de la coción. Si se cocina al vapor, se recomienda remojar previamente para disminuir la cantidad de electrolitos.
Las técnicas de cocción recomendas, aparte de hervido y vapor, son plancha, brasa, parrilla y papillot. Usar con moderación los fritos, rebozados, empanados, rehogados, estofados y guisos.
Precaución con los alimentos ricos en potasio.
Se debe evitar el consumo de alimentos integrales debido a su alto contenido en potasio y fósforo. Son también alimentos muy ricos en potasio los frutos secos, los plátanos, el coco fresco y desecado, el aguacate, el chocolate y sus derivados y las patatas fritas de bolsa. Es importante también conocer que los alimento congelados tienen menos potasio.
Consumo de alimentos pobres en sodio.
Es necesario restringir severamente el consumo de alimentos preparados, enlatados, en escabeche, encurtidos, ahumados, salazones y salmueras, curados, cubitos-extracto para caldos y conservas de bote, ya que aportan gran cantidad de sodio. Mucho cuidado con las sales de régimen generalmente son cloruro potásico.
El sodio es soluble en agua, por eso los alimentos sometodos a remojo, además de perder el potasio también pierden sodio.
Para mejorar el sabor de las comidas se puede emplear, por ejemplo, una cantidad de jamón remojado que aunque haya perdido sal, no será por ello menos sabroso. También se puede hacer uso de todo tipo de especias y condimentos, que harán la dieta más agradable, variada y apetecible.
Restricción de alimentos ricos en fósforo.
El fósforo se encuentra principalmente en los alimentos proteicos (leche y quesos, carnes, pescados, yema del huevo…), pero los quelantes de este elemento permite no tener que realizar una restricción muy estricta. Un quelante es una sustancia que se une en este caso al fósforo y hace que disminuya su absorción.
Puede ser necesario un control más severo en pacientes dializados según indicación médica específica; bastaría con eliminar los frutos y frutas secas, controlar el consumo de quesos, incluido el Burgos, y no abusar de la leche y sus derivados.
Ejemplo de menú para una dieta de 2000 Kcal.
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