21 de marzo de 2014

Cómo controlar los niveles de triglicéridos


Consejos, trucos y recetas para ayudar a controlar los niveles de triglicéridos altos en sangre.

Los triglicéridos son un tipo de grasas que se forman a través del consumo de alimentos ricos en grasas, azúcar y alcohol. Además, son sintetizados en el hígado por el propio organismo.

Es importante mantener sus niveles en sangre dentro de la normalidad debido a que unos niveles altos (hipertrigliceridemia) puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y pancreatitis.  Además, la hipertrigliceridemia forma parte del síndrome metabólico, que es un conjunto de diferentes factores y alteraciones que, cuando se presentan conjuntamente, aumentan la probabilidad de padecer diabetes y problemas cardiovasculares de diversa gravedad. Se considera que una persona padece síndrome metabólico cuando presenta 3 de los 5 criterios siguientes: niveles de glucosa elevados en sangre, tensión arterial elevada, colesterol HDL («bueno») disminuido, triglicéridos elevados en sangre y medidas de perímetro abdominal por encima de los 102 cm en hombres y 88 cm en mujeres. Así, es conveniente prevenir y cuidar todas y cada una de estas alteraciones, aunque inicialmente se presenten de forma individual.

Los niveles altos de triglicéridos en sangre puede ser de origen genético, por lo que afectará a varios miembros de la misma familia, a causa de unos hábitos alimentarios y de vida poco saludables o debido a algún problema de salud inicial, como por ejemplo la obesidad.

Claves para prevenir y tratar los triglicéridos altos en sangre:

  1. Para mejorar los niveles de triglicéridos es fundamental conseguir y mantener un peso saludable a través de una alimentación sana y equilibrada.
  2. Distribuir el consumo de alimentos en al menos 5 comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.
  3. Es imprescindible disminuir el consumo de grasas saturadas que se encuentra en los alimentos de origen animal como, por ejemplo la mantequilla, la nata, el tocino, los embutidos, los lácteos enteros y en algunos alimentos de origen vegetal, como los aceite de coco y de palma, muy comunes entre los ingredientes de productos de repostería y bollería industrial.
  4.  Es recomendable disminuir el consumo de grasas en general. Esto se consigue eligiendo carnes magras como el conejo, aves sin piel, eliminando toda la grasa visible a las carnes y desgrasando los caldos de carne o aves (truco para desgrasar los caldos). Además, hay que dar preferencia a los quesos bajos en grasa, leche y yogures desnatados.
  5. Siguiendo con las grasas de la dieta, es recomendable dar preferencia a los alimentos con ácidos grasos monoinsaturados como el aceite de oliva y aquellos en los que destacan los ácidos grasos esenciales, especialmente el Omega 3. Estos ácidos grasos saludables los encontramos en los frutos secos como las nueces, los pescados azules (sardina, caballa, atún, boquerón, salmón, bonito, pez espada, etc.) y las semillas de sésamo, entre otros alimentos.
  6. Es recomendable leer detenidamente las etiquetas nutricionales de los alimentos, especialmente los valores de «azúcares simples», «grasas totales» y «grasas saturadas», eligiendo aquellos que tengan menos de cada uno de estos nutrientes. Esto es muy interesante porque descubriréis productos que os sorprenderán por la cantidad tan elevada de grasas saturadas que tienen. Existen muchos productos en los que se indican entre sus ingredientes «aceite vegetales», que esconden generalmente los aceites de coco y palma, es decir grasa saturada. Además, existen muchos otros productos como los alimentos precocinados (croquetas, empanadillas, patatas fritas, aperitivos), margarinas y bollería industrial (galletas, bollos, dulces) que indican «aceites palcialmente hidrogenados», que pueden esconder a las insanas «grasas trans» que aumentan los niveles de triglicéridos y colesterol malo (LDL) y disminuyen el colesterol bueno (HDL). Una opción saludable son los alimentos bajos en grasa y los alimentos sin azúcar añadida (cuidando de que no incluyan fructosa, sino algún edulcorante no calórico como la sacarina o el ciclamato)
  7. Es recomendable dar preferencia al consumo de pescados frente a la carne.
  8. Es recomendable incorporar al menos 5 raciones de frutas y verduras al día, es decir, 2 raciones de verdura (una en la comida y otra en la cena) y 3 raciones de frutas en piezas enteras, preferiblemente con piel.
  9. Se recomienda limitar el consumo de azúcares simples (refrescos, dulces, azúcar blanca, miel, bebidas dulces), la fructosa y suprimir el consumo de alcohol por completo, porque aumentan la síntesis hepática de triglicéridos en nuestro organismo.
  10. Es fundamental optar por un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación adecuada, suprimir el tabaco, suprimir el alcohol y hacer ejercicio físico regularmente.

Ejemplo de menú para las personas que tienen triglicéridos altos en sangre:

Desayuno: Café con leche desnatada con edulcorante + 2 tostadas de pan integral con aceite  + 4 nueces.

Media mañana: Infusión o té con edulcorante + 1 tazón de fresas

Comida:

Primer plato: Carpaccio de salmón saludable

Segundo plato: Lentejas saludables a la jardinera

Postre: 1 manzana

Merienda: Rebanada de pan integral con queso fresco desnatado + 1 naranja.

Cena:

Primer plato: Sopa de fideos con caldo vegetal.

Segundo plato: Brochetas de pollo al curry

Postre: Yogur desnatado y edulcorado.

Enlaces relacionados con la hipertrigliceridemia:

18 de marzo de 2014

Prevención y tratamiento del colesterol alto


Consejos para reducir el colesterol de la forma mas sana y efectiva.

Reducir el colesterol, cuidar el corazón.

Reducir el colesterol, cuidar el corazón.

Cuando a una persona le detectan colesterol alto en sangre, de inmediato le aconsejan que trate de reducirlo.

¿Porqué es importante prevenir y reducir los niveles de colesterol?

Tener el colesterol alto en sangre no duele, no se nota, pero sí daña nuestro cuerpo. Es importante prevenir y reducir los niveles de colesterol elevado en sangre (en realidad, hay que tratar de reducir únicamente el LDL colesterol, que es un tipo de colesterol «malo») porque produce un estrechamiento o la obstrucción completa de los vasos sanguíneos (problemas cardiovasculares), lo que puede ocasionar un infarto cardíaco o un íctus cerebral, sin presentar ningún síntoma previo y sin tener que decir las graves consecuencias que ésto puede tener.

Consejos para cuidar nuestra salud cuando padecemos hipercolesterolemia

Si nuestra alimentación contiene una cantidad reducida de grasas, especialmente de grasas saturadas, lo estaremos haciendo bien. Además, el colesterol sólo está presente en alimentos de origen animal, por lo que podemos y debemos incluir alimentos vegetales en nuestra dieta diaria (verduras, legumbres, frutas, cereales…). A continuación se presentan unos consejos útiles para cuidar los niveles de colesterol en sangre:

  • Es importante mantener un peso adecuado porque así reducimos los factores de riesgo para la aparición de otros problemas de salud, mejoramos nuestra salud y nuestra calidad de vida.
  • Dar preferencia al aceite de oliva frente a la mantequilla o margarinas, ya sea para cocinar o para nuestras tostadas.
  • Cómo los lácteos enteros contienen un porcentaje elevado de grasas saturadas y colesterol, lo adecuado es optar por los productos lácteos desnatados (leche, yogures y quesos).
  • Dar preferencia al pescado frente a la carne, embutidos y vísceras (hígado, riñones, criadillas, etc.). Aunque las carnes menos grasas como el pollo, el pavo o la codorniz sin piel ni grasa visible o el conejo, son admitidas en pacientes con colesterol elevado.
  • Reducir el consumo de dulces industriales dando preferencia a los dulces caseros elaborados con aceite de girasol o de oliva.
  • Con respecto a los huevos, se pueden seguir consumiendo, al contrario de lo que mucha gente piensa. Realmente lo único que hay que limitar son las yemas de huevo, ya que la clara no contiene colesterol. Así, es recomendable incluir un máximo de 3 yemas de huevo a la semana, mejor en días separados y acompañados de una buena ensalada de vegetales frescos que ayudan a disminuir la absorción de colesterol. Una forma sencilla de incluir huevos en nuestra dieta sin aumentar el nivel de colesterol es, sobre todo a la hora de hacer una tortilla, añadir un huevo entero más una clara de otro, sin la yema. Por ejemplo, para hacer una tortilla para 4 personas, añadimos 2 huevos enteros más 2 claras y un chorrito de leche desnatada.
  • Si prepara caldo con huesos y carnes es aconsejable desgrasarlo una vez elaborado. Esto se consigue dejando enfriar el caldo y eliminando la capa superior que se forma, aunque otra forma es quitando la piel y toda la grasa visible de las carnes que se añadan y evitando los embutidos y trozos de tocino.
  • Lo ideal es cocinar nuestros menús en casa, elaborando los alimentos con las técnicas más sencillas y menos grasas, es decir, hervidos, a la plancha, en microondas, en papillote, al horno, en crudo (ensaladas o gazpacho andaluz, por ejemplo). Así, una buena opción es probar recetas nuevas con estas técnicas porque seguro que descubriréis recetas sorprendentes, riquísimas y que se hacen super rápido, lo que nos viene bien para sacar tiempo para salir a dar un paseo andando o jugar con nuestros pequeños en el parque.
  • Qué mejor que realizar ejercicio físico como una rutina más en nuestro día a día. Es más fácil de lo que parece y con sencillos gestos estamos contribuyendo a mejorar nuestra forma física. Por ejemplo, dejando el coche en el garaje para ir andando a hacer nuestros recados, pasando de largo del ascensor y subiendo las escaleras, hacer las tareas del hogar a mano, y muchos más pequeños gestos que nos hacen movernos y mejorar nuestra salud.
  • Incluir antioxidantes en nuestra alimentación cuida nuestra salud y nos protege de muchas enfermedades, entre las que se encuentra la hipercolesterolemia. No será la primera vez que escuchéis lo beneficioso que es consumir verduras y frutas en nuestra dieta diaria, aunque yo recalcaría que no se consuman como ingrediente, sino como plato principal.
  • Lo mismo pasa con la fibra. Así, se asegurará el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales (pan, arroz y pasta integrales), hasta que consigamos un consumo diario de 25-30 gramos de fibra en nuestra dieta.

Ejemplo de menú diario para una persona con colesterol elevado

Desayuno: Té verde con menta + 2 tostadas de pan integral con aceite de oliva, queso fresco 0% materia grasa y rodajas de tomate.

Media mañana: Café con leche desnatada. Una naranja natural.

Comida:

Primer plato: Ensalada mixta vegetal.

Segundo plato: Pollo con menestra y salsa de vino blanco.

1 bollito pequeño de pan integral

Postre: 1 pera.

Merienda: Yogur desnatado con una cucharada sopera de copos de avena. 5 nueces.

Cena:

Primer plato: Crema de calabaza y guisantes

Segundo plato: Brochetas de atún

Postre: Yogur desnatado.

Enlaces relacionados para tratar el colesterol elevado:

Dieta para tratar el colesterol elevado

¿Cómo reducir la grasa de su dieta?

Colesterol y alimentos prohibidos

Alimentos que reducen el colesterol

14 de marzo de 2014

Diabetes ¿Como cuidar la alimentación?


Seguir una alimentación adecuada y unos hábitos de vida saludables es el mejor cuidado para las personas diabéticas

alimentación y diabetes

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que se caracteriza por la no producción o producción insuficiente de insulina, por un mal funcionamiento de la insulina o por ambos motivos.

La insulina es la sustancia del cuerpo encargada de transportar el azúcar (glucosa) de la sangre hasta las células, donde ésta se almacena para ser utilizada posteriormente como fuente de energía. Cuando no hay insulina en la sangre o ésta no funciona correctamente, se produce un aumento de la cantidad de glucosa en sangre por encima de los valores normales (hiperglucemia).

¿Todas las diabetes son iguales?

No todas las diabetes son iguales, por eso cada tratamiento debe ser adaptado a cada paciente diabético. A continuación se nombran y definen los tipos de diabetes más comunes:

  • La Diabetes Mellitus Tipo I es de origen genético y normalmente se presenta durante la infancia. Los signos clínicos que nos pueden hacer sospechar de diabetes, además de la hiperglucemia, es un aumento de la diuresis o secreción de orina y la pérdida de peso injustificada.
  • La Diabetes Mellitus Tipo II es la más común actualmente ya que puede ser causada por muchos factores, entre ellos, los genéticos, tener antecedentes familiares, tener exceso de peso u obesidad, llevar una alimentación inadecuada o no realizar suficiente ejercicio físico, entre otros. Normalmente se presenta durante la edad adulta y es muy común que las personas que la padecen no presenten ningún síntoma, por lo que un porcentaje elevado de personas que padecen este problema de salud lo desconocen y no han sido diagnosticadas. Por este motivo es importante realizarse revisiones médicas, sobre todo, si presentamos algunos de los factores nombrados anteriormente.

Además, existen otros tipos de diabetes, como la diabetes secundaria a otras enfermedades o fármacos que afectan al páncreas (órgano encargado de la producción y liberación de insulina) o la diabetes gestacional, que es aquella que se produce durante el embarazo en las mujeres predispuestas a padecerla.

¿Cómo puedo cuidar mi alimentación si tengo diabetes?

Una alimentación adecuada es el tratamiento más efectivo para  tratar la diabetes por eso es necesaria una buena educación nutricional. Además, es fundamental la realización rutinaria de ejercicio físico y, en los casos más graves, la administración de fármacos (antidiabéticos orales y/o insulina).

A continuación se enumeran unas recomendaciones generales en la alimentación de los pacientes con diabetes:

  1. Los pacientes que tengan un peso adecuado deben mantener una alimentación sana y equilibrada, igual que el resto de la población.
  2. Los pacientes que presenten sobrepeso u obesidad deben elegir una alimentación hipocalórica para perder peso que esté revisada y adaptada por nuestro endocrino o dietista-nutricionista. En el siguiente enlace podéis consultar cuales son las claves para la prevención y el tratamiento dietético de la obesidad (pincha aqui)
  3. La diabetes es una enfermedad que aumenta el riesgo de desarrollar arteriosclerosis, por lo que es recomendable controlar el colesterol de la alimentación. El colesterol es una sustancia que aparece en los alimentos de origen animal ricos en grasas saturadas o en alimentos que lo incluyan entre sus ingredientes, por ejemplo, embutidos como el salchichón, chorizo, morcilla, tocino, bacon, manteca, mantequilla, leche entera y quesos curados, dulces y alimentos precocinados. Los alimentos más adecuados y que deben formar parte de tu despensa y nevera son las verduras, frutas frescas, legumbres, cereales integrales, productos lácteos desnatados, carnes menos grasas como el pollo, el pavo o el conejo, pescados y huevos.
  4. Los aportes de fibra recomendados son 20-35 g/día, por lo que se aconseja dar preferencia a los hidratos de carbono complejos de absorción lenta en cada comida, mejor sin mezclar para evitar sobrepasar la cantidad recomendada. Los hidratos de carbono complejos son aquellos con un mayor contenido de fibra, como las variedades integrales del pan, el arroz y la pasta, las legumbres, verduras y las frutas frescas y crudas.
  5. Para endulzar se recomiendan los edulcorantes no calóricos, como la sacarina. El sorbitol o la fructosa, que son muy utilizados en productos denominados para diabéticos, aportan las mismas calorías que el azúcar común, aunque tienen la ventaja de que se absorben más lentamente por lo que evitan las subidas bruscas de glucosa en sangre.
  6. La sal debe ser consumida con moderación.
  7. No es recomendable el consumo de alcohol.
  8. Es recomendable adaptar la ingesta de hidratos de carbono a la actividad física y al tratamiento farmacológico (pauta de insulina, tipo de insulina, horario de administración y dosis). Así, es recomendable realizar 5-6 comidas al día que incluya un buen reparto de hidratos de carbono en función de los horarios de los pacientes.
  9. El agua es la bebida de preferencia, aunque se puede tomar té, infusiones o café. En el caso de que desee tomar algún refresco es recomendable elegir las variedades light o 0.0, tomadas de forma ocasional.

Ejemplo de menú diario para un paciente diabético:

Desayuno: Café con leche desnatada + 2 tostadas de pan integral con aceite de oliva y tomate.

Media mañana: Una infusión + 1 manzana.

Comida:

Merienda: Yogur desnatado y edulcorado + 1 tazón de fresas.

Cena:

  • Primer plato: Berenjena con tomate
  • Segundo plato: Filete de atún a la plancha.
  • 1 rebanada de pan integral.
  • Postre: Yogur desnatado y edulcorado.

Enlaces relacionados con la prevención y el cuidado de la diabetes:

Dieta para controlar o prevenir la diabetes

Dieta para embarazadas con diabetes gestacional

¡Alerta! Diabetes tipo 2 en niños

 

 

7 de marzo de 2014

Prevención y tratamiento dietético de la obesidad


Ideas, consejos, recetas y trucos para tratar la obesidad

Obesidad y nutrición

Actualmente, la obesidad es la enfermedad metabólica y prevenible más prevalente en los países industrializados. Es importante prevenirla y tratarla porque supone un factor de riesgo importante para la aparición de otros problemas de salud considerados como graves y que actualmente están entre los principales causantes de  muerte en el mundo.

La obesidad se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa corporal y se diagnostica cuando el Índice de Masa Corporal (IMC= Peso en kg/ Talla en m2 del individuo) es igual o superior a 30 kg/m2. A continuación os presentamos un ejemplo para que aprendáis a calcular vuestro IMC. Supongamos que tenemos a una mujer que pesa 82 Kg y mide 1,65 m. La fórmula para calcular su índice de masa corporal es IMC=82/1,65 x 1,65 = 30,11 kg/m2. Esta mujer tiene obesidad porque su IMC es mayor de 30.  También se considera un signo de obesidad, un perímetro abdominal en hombre mayor o igual a 102 cm y en mujeres mayor o igual a 88 cm.

En el desarrollo de la obesidad intervienen muchos factores entre los que se encuentran los genéticos y los ambientales. Estos últimos podemos mejorarlos modificando nuestros hábitos de vida, procurando la realización regular de ejercicio físico y el seguimiento de una alimentación saludable.

¿Cuál es el mejor tratamiento de la obesidad?

El mejor tratamiento de la obesidad es su prevención. Por otro lado, en el caso de que el sobrepeso y la obesidad ya estén instaurados, el mejor tratamiento es abarcar tanto la modificación de hábitos de vida inadecuados (realización regular de ejercicio físico), como conseguir una adecuada educación nutricional. En este sentido, se hace necesaria una dieta hipocalórica que ayude a la disminución del peso corporal. Además, en los casos más graves, puede ser necesaria la utilización de fármacos o incluso la cirugía para la reducción de peso.

Objetivos comunes del tratamiento de la obesidad:

  1. Disminuir la grasa corporal, pero no la masa muscular o el porcentaje de agua.
  2. Mantener la pérdida de peso a largo plazo.
  3. Prevenir el aumento de peso en el futuro.
  4. Mejorar la capacidad funcional y la calidad de vida.

El objetivo inicial en el paciente obeso es perseguir una pérdida de peso del 10% en los primeros 6 meses del tratamiento. Por ejemplo, una persona que pesa 90 kg, debería reducir su peso 9 kg en los primeros 6 meses, es decir, el ritmo de pérdida para esta personas sería reducir 1,5 kg al mes.

Se estima que un ritmo de pérdida de peso correcto corresponde a 225-450 g semanales, dependiendo del nivel de actividad y del IMC de partida. En los casos de IMC superiores a 35 se pueden conseguir pérdidas de 500-1.000 g/semana. En cualquier caso, lo importante es que se planteen objetivos individuales de acuerdo a las posibilidades de cada paciente.

Recomendaciones en el día a día de una persona con obesidad:

  • Adelgazar ha de consistir en perder grasa, pero no en perder agua o músculo. Por esto, es importante llevar una dieta equilibrada y saludable adaptada a cada persona.
  • Aprender a cambiar los hábitos alimentarios, para que en el futuro la alimentación sea más correcta y saludable.
  • Utilice platos de postre para comer. De esta forma disminuye la cantidad de alimentos que consume, aunque a la vista, la cantidad de alimento parecerá mayor.
  • Llene su despensa y su nevera de alimentos saludables (verduras, frutas, legumbres, alimentos bajos en grasa como los lácteos desnatados, alimentos integrales como el pan integral, el arroz integral o la pasta integral, embutidos bajos en grasas como la pechuga de pavo con 0% materia grasa)
  • Procure tomar alimentos 5 o 6 veces al día, pero sin atracones. No se salte las comidas, porque tendrá más hambre después.
  • Vaya a hacer la comprar cuando no tiene sensación de hambre porque, de lo contrario, puede comprar alimentos innecesarios.
  • Cuando vaya a comprar, lleve siempre una lista de lo que necesita y el dinero justo.
  • Acostúmbrese a leer el etiquetado de los productos alimentarios que compre. Así conocerá su contenido en nutrientes y podrá comparar entre ellos, eligiendo el que más se ajuste a sus necesidades.
  • Planifique los menús de la semana. Así evitará cocinar lo que encuentre primero aún siendo alguna comida no recomendada.
  • Prepare siempre los platos de la forma más sencilla y que requiera menos grasas: al horno, en su jugo, al vapor, a la plancha, en horno microondas, en papillote (formando un paquete cerrado con papel aluminio).
  • Evite el alcohol.
  • Beba al menos 2 litros de agua al día.
  • Procure elegir alimentos ricos en fibra (verdura, cereales integrales o fruta sin pelar) ya que evitan el estreñimiento y contribuyen a sentirse lleno.

Ejemplo de menú diario en una dieta para cuidar la obesidad:

Desayuno: Una infusión con edulcorante + 1 yogur desnatado y edulcorado con una cucharada sopera de copos de avena + Una manzana.

Media mañana: Vaso de zumo de naranja natural.

Comida:

Merienda: Café con leche desnatada y edulcorante. Un cuenco de fresas.
Cena:

Enlaces relacionados con Prevención y tratamiento dietético de la obesidad:

 

¿Cómo mejorar la prevención y el tratamiento de la obesidad?

Obesidad: nutrición adecuada y deporte para combatirla

Importancia del ejercicio físico para prevenir la obesidad en niños

 

 

 

29 de enero de 2014

¿En qué consiste la dieta quitakilos?


La Dieta Quitakilos

Principios de la dieta quitakilos
La dieta quitakilos está pensada para promover el bienestar familiar y la salud a través de un programa integral de alimentación, siendo a la vez nutritivo y equilibrado, permitiendo alcanzar el peso deseado y mantenerlo. Todo ello se consigue con unos nuevos hábitos alimentarios que mejoren la calidad de vida.
¿Es saludable la dieta quitakilos?
Tras leer este párrafo, a primera vista parece un sistema bueno y sano para conseguir un buen peso, pero cuando pasamos a analizarlo con detalle, se puede observar que no es tan perfecto como parece.
Las razones son las siguientes:
  • La dieta se basa en tres etapas: básica, de estabilización y de mantenimiento. Un buen plan de adelgazamiento no debe centrarse en etapas sino en un proceso de aprendizaje continuo, ligado a una bajada de peso paulatina y un cambio de hábitos.
  • La obligación de asistir a charlas y sesiones en los propios centros. Nada debe ser obligatorio, cada persona debe hacer las cosas por propia voluntad sin necesidad de tener la obligación impuesta por otros, dado que puede producir un efecto contrario al deseado.
  • Sólo permite hacer tres comidas al día. En una alimentación equilibrada se deben realizar 5 comidas al día, ya que el reparto de los alimentos en más tomas nos ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre, la sensación de hambre y a aumentar el gasto calórico por sus propias digestiones.
  • La recomendación de consumo de carnes rojas excede lo que se considera sano y equilibrado.
  • Se obliga una vez cada 15 día a comer hígado. El hígado es un alimento que por su contenido en colesterol y grasa puede estar contraindicado para algunas personas.
  • Hay una gran restricción de los alimentos ricos en hidratos de carbono como el arroz, la pasta y las legumbres. No se debe olvidar que este grupo de alimentos deben suponer el 55% aproximadamente de nuestra dieta.
  • Hay un abuso tanto en frecuencia como en cantidad de los alimentos proteícos de origen animal.
  • En el desayuno equipara el zumo de fruta a la fruta entera, siendo muy diferentes. El zumo contiene más cantidad de azúcar y menos fibra que la fruta natural.
  • Es muy repetitiva y monótona no favoreciendo la adherencia a la misma.
  • Como aderezos utiliza la mayonesa y salsas azucaradas, alimentos que nos aportan más grasa. Se evita el consumo de aceite de oliva, siendo un alimento con propiedades nutricionales muy beneficiosas para la salud.
  • No fomenta el consumo de alimentos integrales. Esto puede producir un déficit de fibra en la dieta diaria.

Conclusiones sobre la dieta quitakilos

Es importante decir que esta dieta no es recomendable y además puede suponer un riesgo para la salud. Nuestra alimentación debe ser equilibrada, compuesta por alimentos variados que nos aporten todos los nutrientes necesarios, sin necesidad de recurrir a ningún tipo de suplemento alimenticio.

Además nuestra dieta debe ir ligada a unos estilos de vida saludables: práctica de actividad física, no fumar, evitar el consumo de alcohol y dormir las horas suficientes.

Enlaces relacionados con ¿en qué consiste la dieta quitakilos?
20 de enero de 2014

Cocina y patología renal


Dieta y riñón

Principales funciones del riñón

El riñón es el órgano funcional que se encarga del mantenimiento del equilibrio interno de nuestro organismo. Controla nuestra tensión arterial y nuestra función endocrina y metabólica.

Una de las principales patologías renales es la insuficiencia renal agua. La insuficiencia renal causa una alteración en la capacidad excretora del riñón. Como toda patología tiene su tratamiento médico correspondiente, pero también su tratamiento dietético-nutricional.

Dieta y patología renal: recomendaciones generales

Cuando se sufre una patología renal es necesario un control de la alimentación, sobre todo de la sal de mesa y el potasio, las proteínas y el aporte de líquidos.

A continuación se muestran algunas estrategias y pautas de alimentación para poder controlar la dieta en este tipo de patología:

  • Se deben realizar 4 o 5 comidas diarias con el objetivo de repartir a lo largo del día la ingesta de proteínas y al mismo tiempo evitar los picos de glucosa (subidas de azúcar en sangre), ya que en estas personas es frecuente la intolerancia a la glucosa.
  • Se deben ingerir las calorías necesarias, adaptas a las necesidades individuales.
  • El consumo de sal debe ser limitado. Evitar los encurtidos, productos enlatados, alimentos curados, en escabeche, salazones…
  • Preferir el aceite de oliva para cocinar y para aliñar en crudo.
  • Evitar un consumo excesivo de alimentos integrales, frutos secos, coco, aguacate, plátanos, patatas fritas y chocolates… debido al elevado contenido en potasio y fósforo.
  • Utilizar alimentos congelados es una estrategia útil, dado que contienen menos potasio que alimentos crudos.
  • Como la sal es soluble en agua, es conveniente someter a los alimentos a un remojo.
  • Para mejorar los guisos se pueden emplear especias y condimentos para hacer la dieta más agradable, variada y apetecible.
  • Consumir alimentos proteicos de alto valor biológico: huevo, pescados, carnes magras, arroz con legumbres.
  • Cocinar o consumir fruta en conservar, dado que tienen menos potasio: hervida o en almíbar. Si las verduras se cocinan al horno NO PIERDEN EL POTASIO.
  • Consumir te frío o limonadas en lugar de refrescos.

 Aspectos culinarios

Técnicas de cocción aconsejadas:

  • Doble cocción en agua: en este técnica de cocción hay que cambiar el agua a la mitad de la misma. Algunos ejemplos serían el hervido o  el escalfado.
  • Cocción al vapor simple sometiendo los alimentos a un previo remojo.
  • Plancha, parrilla y papillote.

Técnicas de cocción que se deben de utilizar de manera moderada:

  • Frituras, rebozados y empanados
  • Asados
  • Rehogados, estofados y guisos

Técnicas de cocción que se deben evitar:

  • Salmueras, encurtidos y salazones
  • Ahumados, enlatados y conservas
  • Alimentos desecados

Os proponemos a continuación un menú adaptado a la patología renal, equilibrado y muy sabroso que esperamos os sirva a modo de ejemplo:

  1. Primer plato: Ensalada de escarola, cebolla, pepino y un huevo duro.Para la elaboración de la ensalada es conveniente poner todas las verduras a remojo unas horas antes.
  2. Segundo Plato: Arroz con conejo. Para la elaboración de este plato si le añadimos judías y garbanzos, se tienen que poner a remojo  o someterlos a una doble cocción.
  3. Postre: Compota de manzana verdes

Es importante no utilizar sal ni en la cocción ni en el aliño de ensaladas, para dar más sabor se recomienda el uso hierbas aromáticas.

Enlaces relacionados con Cocina y patología renal:

12 de enero de 2014

Dieta Ayurvédica ¿Conoces en que se basa?


Dieta Ayurvédica

¿Qué significa Ayurvédica?

La palabra ayurvédica se compone de dos conceptos clave: veda (conocimiento) y ayur (vida), siendo su significado «el conocimiento de la vida».

Los creadores y seguidores de esta dieta perciben al ser humano como una visión global, donde se relaciona el cuerpo, los sentidos, la mente y el espíritu. Los dos pilares fundamentales de esta disciplina son la dieta y las horas de sueño. Se basa en que cada individuo es bioquímicamente diferente y por ello la alimentación debe ser única para cada uno según su naturaleza.

Existen tres naturalezas diferentes:

  1. Vata: corresponde a aquellas personas delgadas y frías. Estas personas debe comer cereales, aceites, lácteos, frutos secos y verdura cocida. Deben evitar las ensaladas crudas, las frutas y los frijoles.
  2. Pitta: corresponde a las personas calurosas. Deben comer ensalada cruda, cereales cocinados, semillas y leche. Evitar los alimentos picantes, ácidos y fritos. También debe evitar los alimentos fermentados.
  3. Kapha: corresponde a las personas con exceso de peso. Deber ingerir ensaladas, verduras cocidas, alimentos picantes, quinoa o harina de maíz. Deben evitar los lácteos, las carnes, quesos, nueces y arroces.

Estrutura básica de las dietas Ayurvédicas

La estructura de la dieta Ayurvédica tiene dos pilares fundalentales, la comida y la cena. Son las dos ingestas más importantes a tener en cuenta a lo largo del día.

La comida se debe realizar entre las 12 y las 14 horas y debe ser la ingesta principal, compuesta por granos y verdura cocida o sopa de verduras. El postre debe ser ligero y dulce. En cada comida se deben incluir los seis sabores: dulce, salado, ácido, amargo, picante y astringente.

La cena entre las 19:00 y las 21:00 y se desaconsejan las verduras crudas, alimentos con levaduras (yogures, panes). Si se toma miel, debe ser sin cocinar y no mezclada con líquidos. Si se toma leche debe ser sin aditivos y previamente hervida.

Recomendaciones generales de la dieta Ayurvédica

  • La comida que se ingiera debe ser caliente y recién hecha
  • Se deben lavar la boca, las manos y los pies antes de comer
  • Cuando se combinen los distintos sabores debemos hacerlo en el siguiente orden: dulce, ácido, salado y astringente.
  • No se puede beber agua fría antes de comer, dado que es una sustancia venenosa, porque apaga el fuego del estomago. Se debe beber durante la comida y preferiblemente templada.
  • No comer cuando el estado emocional sea inestable.
  • Con tomar fruta y leche juntos, pueden causar problemas en el aparato respiratorio.
  • No tomar yogur o leche fría de noche.
  • No mezclar alimentos fríos y caliente en la misma comida.
  • No comer cuando no se tenga hambre.

 ¿Se puede considerar equilibrada la dieta Ayurvédica?

La dieta ayurvédica no se puede considerar una dieta sana y equilibrada. Sus recomendaciones no están basadas en la evidencia científica y ello puede suponer un riesgo para la salud. Nuestra alimentación debe ser variada. Hay alimentos que se deben consumir diariamente (verduras, frutas, cereales, legumbres, pescados, carnes magras, lácteos…) y otros que se deben consumir con menos frecuencia (dulces, fritos, rebozados, bollería industrias, salsa, bebidas alcohólicas….). La actividad física debe formar parte fundamental en nuestra vida, siempre que se adapte a nuestra necesidades.

4 de enero de 2014

¿Qué es la dieta relámpago? Conoce sus riesgos


La dieta relámpago y sus riesgos para la salud

¿En qué se basa la dieta relámpago?

Como indica su nombre, esta dieta la utilizan para bajar de peso en un periodo muy corto de tiempo, modificando mucho la alimentación. La dieta relámpago se basa principalmente en una alimentación proteica durante 6 días. Los primeros tres días hay una restricción calórica importante y los alimentos que se ingieren únicamente son de origen animal.

¿Cuál es su estructura?

La dieta relámpago esta organizada en 6 días, consumiendo calorías de menos a más en estos días. Una vez se termine con la dieta se deben cuidar los alimentos que se comen (como en cualquier otra dieta). Se debe acompañar el método de adelgazamiento con paseos ligeros. Esta dieta no se recomienda para personas con problemas renales o colesterol elevado, tampoco hacerla durante más de 6 días.

Un ejemplo de dieta relámpago sería el siguiente:

Dia 1

  • Desayuno: Un café o infusión. Sin azúcar + dos huevos (pueden ser cocidos, fritos o revueltos)
  • Almuerzo: caldo de pollo
  • Comida: carne junto con dos huevos (eligiendo la preparación más deseada) + infusión o cafe (sin azúcar)
  • Cena: pescado + tortilla + infusión o café

Día 2 y 3: son iguales que el primero, alternando la carne, el pescado y los huevos

Día 4

  • Desayuno: dos lonchas de queso y de fiambre de pavo + un café o infusión. Sin azúcar
  • Almuerzo: fruta y un huevo cocido
  • Comida: Ensalada y pescado a la plancha. De postre se puede tomar una gelatina sin azúcar
  • Cena: Verdura cocida y pollo a la plancha + infusión o café

Día 5

  • Desayuno: una pieza de fruta y puré de avena (avena + agua)
  • Almuerzo: Un yogur desnatado
  • Comida: Ensalada y revuelto de verduras (con dos huevos)
  • Cena: Ensalada y carne a la plancha + infusión + fruta

Día 6

  • Desayuno: Leche desnatada +pan integral con mantequilla y mermelada
  • Almuerzo: Queso y frutos secos
  • Comida: Ensalada de pollo y salsa baja en grasa + fruta
  • Cena: Ensalada y pescado a la plancha + arroz integral + café

Riesgo para la salud de la dieta relámpago

Cualquier tipo de dieta que prometa cambios rápidos restringiendo mucho la cantidad de comida ingerida puede ocasionar graves problemas para la salud. Esta dieta en concreto elimina los alimentos vegetales, las frutas y los ricos en hidratos de carbono durante los primeros días, unido a un aumento de los alimentos proteicos.

Este tipo de dietas no educan a nivel alimentario, y por ello pasados los 6 días de dieta, se volverá a los hábitos iniciales y se recuperará el peso perdido (efecto yoyo).

Los riesgos para la salud de la dieta relámpago son:

  • Déficit de vitaminas y minerales 
  • Déficit de fibra, pudiendo causar estreñimiento
  • Pérdida de masa muscular
  • Fatiga, mareos y debilidad
  • Ansiedad
  • Aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos (debido al aumento de los alimentos de origen animal)
  • Fluctuaciones de peso muy rápidas
  • Exceso de grasa en la dieta.
  • Hipogluecemias (bajadas de glucosa en sangre) y formación de cuerpos cetónicos (tóxicos para nuestro organismo)

Para conseguir una pérdida de peso saludable hay que llevar una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras, con alimentos integrales, pescados y carnes magras, aceite de oliva, legumbres, lácteos y cereales. Adaptando las cantidades a las necesidades de cada persona. Hay que recordar que la alimentación siempre se debe acompañar de la práctica regular de ejercicio físico. Lo importante es conseguir un cambio alimentario progresivos para corregir los hábitos incorrectos.

Enlaces relacionados con ¿Qué es la dieta relámpago? Conoce sus riesgos:

27 de diciembre de 2013

¿Qué es la dieta Liviana?


En qué consiste la dieta Liviana y sus efectos sobre la salud

¿De donde surge la dieta Liviana?

Inicialmente la dieta Liviana se recomendaba después de los procesos quirúrgicos o de cualquier intervención con el objetivo de favorecer la digestibilidad de los alimentos. En la actualidad esta dieta se está utilizando para conseguir una reducción del peso corporal, pudiendo no ser segura ni efectiva a largo plazo.

¿En qué se basa la dieta Liviana?

La dieta Liviana es una dieta baja en grasa y reducida en residuos. Se eliminan todos aquellos alimentos flatulentos o que puedan causar molestia o distensión abdominal (hinchazón del abdomen).

Los alimentos permitidos en la dieta Liviana son:

  • Lácteos desnatados
  • Huevos: solo la clara
  • Legumbres: probar tolerancia y siempre pasarlas por el pasapurés
  • Víceras: cocidas o a la plancha
  • Fruta: cocida y bien madura o en compotas porque son menos flatulentas
  • Verduras: zanahoria, tomate pelado, etc. Elegir las menos flatulentas.
  • Azúcar
  • Cereales y pan
  • Patatas y boniatos al horno o cocidos

Los alimentos que se deben evitar en esta dieta son:

  • Verduras flautulentas: col, coliflor, repollo, pepinos, cebollas
  • Frutas flautulentas: kiwi, sandia, melón.
  • Lácteos enteros
  • Embutidos
  • Pescados grasos

¿Es sana la dieta Liviana?

Este tipo de dietas pueden estar recomendadas en algunos postoperatorios o patologías, pero si el objetivo de una persona sana es peder peso, esta no es la mejor de las dietas.

Según las recomendaciones de esta dieta hay que evitar ciertos grupos de alimentos, que pueden tener muchos beneficios para la salud, como es el caso del grupo de las crucíferas (col, coliflor, brócoli…). El hecho que un alimento pueda producir flatulencias no tiene ningún fundamento científico para la bajada de peso. Además si algunas personas sufren de gases, existen diferentes métodos de cocción y preparación de los alimentos para reducir estos efectos.

Os dejamos a continuación trucos y recetas para evitar o reducir los molestos gases que producen la ingesta de ciertos alimentos, esperamos que sean de vuestro interés y os resulten útiles.

Si queremos conseguir una bajada de peso de manera sana, hay que llevar une dieta equilibrada, moderando las cantidades y acompañándolo de la práctica de actividad física de forma habitual.

20 de diciembre de 2013

La dieta paleolítica y nutrición


¿En qué consiste la dieta paleolítica?

Nuestros antepasados  y la dieta paleolítica

La dieta paleolítica se basa en el modelo de dieta que supuestamente llevaban nuestros antepasados en la época del paleolítico. Nuestros antepasados se alimentaban principalmente de proteína animal junto con algunos vegetales. No tenían un horario para las comidas, pudiendo pasar muchas horas sin comer.

Característica de la dieta paleolítica 

La dieta paleolítica excluye todos aquellos alimentos que nuestros antepasados no consumían. La estructura de la dieta paleolítica sería la siguiente:

  • Alimentos que se deben ingerir: verduras, carnes magras, pescados, huevo y en menos medida frutos secos, semillas y aceites (oliva o coco).
  • Alimentos que se deben evitar dado que pueden ser venenosos para el organismo: granos procesados (cereales, trigo, harina y derivados, pan, pasta). También se debe evitar en la medida de lo posible las bebidas alcohólicas, los lácteos, las legumbres y los chocolates.
  • Evitar los alimentos azucarados: refrescos, zumos y dulces.
  • Se deben consumir los llamados alimentos «súper-poderosos» como son: el hígado, caldo de huesos con gelatina, aceite de hígado de bacalao, comidas fermentadas (col fermentada).

Para poder seguir esta dieta, se deben ingerir pequeñas cantidades de alimentos y de manera muy espaciada en el tiempo. Esto se basa en que nuestros antepasados comían solo cuando había comida suficiente y podían hacer ayunos prolongados. Con estos ayunos el cuerpo consume todo el glucógeno y de esta manera el cuerpo empieza a quemar grasas. El elemento principal en esa dieta son los alimentos proteicos, dado que eran la base de los antepasados paleolíticos.

Peligros para la salud si se sigue la dieta paleolítica

La dieta paleolítica no tiene ninguna base científica que pueda demostrar su funcionamiento, además puede llegar a ser muy peligrosa para la salud, ya que una dieta equilibrada se compone de un 55% de hidratos de carbono presentes en la pasta, arroz, legumbres, pan, etc.; un 15% de proteínas presentes en carnes, huevos y pescados principalmente; un 30% de grasas, siendo el aceite de oliva la fuente más beneficiosa.

Sin embargo la dieta paleolítica presenta un elevado porcentaje de proteínas, restringiendo el aporte de hidratos de carbono. Esta restricción puede provocar graves problemas de salud (mareos, apatía…) y además, un aporte excesivo de proteínas puede ser perjudicial para nuestros riñones. Para llevar una alimentación saludable se deben comer 5 veces al días, repartiendo las ingestas a lo largo del día. De esta manera evitamos que se produzcan subidas o bajadas bruscas de azúcar en sangre. En nuestra alimentación no hay alimentos «súper-poderosos» ni alimentos «venenosos», hay alimentos que se deben consumir con más frecuencia y otros con menos.

La dieta mediterránea es un buen ejemplo de alimentación saludable, donde se ingieren gran variedad de alimentos en las cantidades necesarias (frutas, verduras, legumbres, pescados, frutos secos, aceite de oliva…)  y se lleva una vida activa con la realización de actividad física de forma regular.

Enlaces relacionados con La dieta paleolítica y nutrición: